Acampada en la calle

Los desalojados de la nave de Badalona: "Hemos pasado esta noche helados de frío y con apenas cinco o seis mantas para todos"

Más de 30 personas están acampadas en una explanada delante de la antigua fábrica en espera de una solución real para su dramática situación.

"Estamos aquí porque aún no sabemos dónde ir y ni servicios sociales, ni Cáritas, ni nadie nos da una respuesta", comenta Jon, un joven guineano de 27 años

Limpieza de la plaza del Cotonifici de Badalona, donde han pasado la noche una ocho personas procedentes del desalojo de la calle Progrés

Samar Elansari

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Entre cartones, mantas y edredones. Así han pasado esta gélida madrugada de viernes una treintena de inmigrantes subsaharianos desalojados la mañana anterior de una nave del barrio del Gorg, en Badalona. Esta mañana muchos de ellos seguían allí, delante de la nave desalojada, donde han montado una acampada, calentándose con las pocas mantas que tenían. Algunos vecinos se han acercado a llevarles comida y mantas pero los afectados exigen una solución real.

En la explanada de la plaza del Cotonifici, la situación es dramática. Más de 30 personas han acampado allí sin saber cuánto tiempo van a estar en la calle. “No tenemos respuesta por parte de nadie y no podemos hacer nada. Servicios sociales nos han dicho que no tienen nada para ofrecernos y solo nos queda la calle, pasar frío y estar en esta situación. Todo el mundo mira hacia otro lado y nosotros somos personas. Esta noche ha hecho mucho frío y no hemos podido ni dormir. Ahora entre el sol, las mantas y la hoguera podemos aguantar pero esta noche será igual o peor que la anterior y no podemos vivir así”, cuenta Ibrahim, de 26 años, con un café entre las manos que no quiere que se acabe para poder mantener el calor un rato más.

BADALONA 14/01/2022 Barcelona. Personas desalojadas de la nave en la calle Progrés han dormido al ras durante la fria noche. FOTO de ZOWY VOETEN

Un joven subsahariano vacía un cazo de leche en el vaso de un compañero. / ZOWY VOETEN

A su lado, Riz Arman, nigeriano de 25 años, denuncia su situación y cómo se les ha abandonado por parte de las instituciones. “Nos han echado en medio de una ola de frío y de una pandemia. Nosotros pedimos por favor quedarnos más para poder salir cuando llegase el verano. No sabemos si estamos sanos, si estamos enfermos, no tenemos papeles, no tenemos trabajo, no tenemos dónde dormir, no tenemos nada. Estamos aquí, en la calle juntos, porque no nos queda nada más que nosotros. No ha habido negociación, directamente todos fuera... Para nosotros era nuestra casa. No me fui de Nigeria para vivir así, vine aquí a ganarme la vida y a tener una vida mejor que en mi país".

Música para olvidar el infierno

Entre mantas y canciones reivindicaban esta mañana sus derechos y denunciaban la situación en la que se han visto de la noche a la mañana. Ansu Mani, guineano de 29 años, intentaba sacar una sonrisa a sus compañeros mientras tocaba canciones con típicos ritmos africanos. "Si no tenemos nada, al menos que podamos cantar todos juntos y pasar un buen rato", decía mientras le ponía letras de protesta a las melodías que tocaba con su guitarra. A otros, en cambio, ni la música les podía hacer olvidar el infierno que están viviendo.

“Yo antes tenía una vida y tenía papeles. Tengo dos hijos que viven aquí en España a los que no veo desde hace años porque no quiero que sepan la situación en la que está su padre, pero ayer me vieron en la televisión. Cuando te caducan los papeles, si es que los consigues, es cuando empieza el infierno", cuenta Leo, nigeriano de 45 años entre lágrimas mientras sostiene una cerveza. " Nadie quiere vivir en estas condiciones, porque vivir allí dentro no era vivir, era malvivir, pero ahora estamos peor. Hemos pasado esta noche helados de frío y con apenas cinco o seis mantas para todos. De los casi 100 que estábamos allí dentro, hemos dormido aquí delante unos 30. El resto están en otras zonas, durmiendo en la calle también o en casas de algunos compañeros que antes vivían aquí, pero todos no cabemos”.

BADALONA 14/01/2022 Barcelona. Personas desalojadas de la nave en la calle Progrés han dormido al ras durante la fria noche. FOTO de ZOWY VOETEN

Un grupo de desalojados recoge alimentos que les han proporcionado los vecinos. / ZOWY VOETEN

Jon, guineano, lamenta la incertidumbre de no saber qué va a pasar con ellos. “Nadie aquí ha dormido esta noche. Hemos estado tumbados pero no hemos podido dormir. Estamos aquí porque aún no sabemos dónde ir y ni servicios sociales, ni Cáritas, ni nadie nos da una respuesta. Nosotros no tenemos nada aquí, ni familia ni nada; solo nos tenemos a nosotros y al final somos una especie de familia. La noche ha sido terrorífica, parecía que teníamos agujeros en las mantas y hemos dormido apretados para poder darnos algo más de calor. Solo pedíamos quedarnos tres meses más ahí dentro para no quedarnos en la calle en invierno con el frío que está haciendo. Las condiciones eran inhumanas, pero aquí fuera son peores aún”, explica.

Respuesta institucional

El Ayuntamiento de Badalona, mientras, asegura haber negociado con Sareb, la propietaria de la nave, para poder llegar a un acuerdo y a una solución para estas personas. Además confirman haber trabajado con servicios sociales y con la Generalitat para intentar buscar una solución al problema ya que, consideran, no afecta únicamente a su ciudad, sino a todo el área metropolitana. Por el momento, aún no han llegado a ningún acuerdo pero, aseguran, que siguen trabajando en las negociaciones para poder encontrar una solución lo antes posible.

Por el momento se ha informado a los afectados que pueden ir a servicios sociales a pedir ayuda, pero desde ayer solo han acudido siete personas. Por ello, esta mañana, servicios sociales se ha dirigido a la plaza del Cotonifici, para hablar con ellos directamente y poco a poco ir encaminando la situación y encontrar una solución al problema.

Carles Sagués, presidente de la Plataforma Sant Roc Som Badalona, asegura que la actuación no ha sido suficiente. "Si vivir en una nave es malo, vivir en la calle es peor. Desde nuestra plataforma pedimos alternativas para una regulación laboral y de vivienda de estas personas y la respuesta por parte del ayuntamiento por el momento no ha sido adecuada. El desalojo no se tenía que haber producido sin una solución previa. Es cierto que dar un piso a cada uno de ellos es imposible, ya que no hay vivienda social para todo el mundo, pero sí que se tenían que haber tomado medidas porque esta situación es inhumana".

Suscríbete para seguir leyendo