Dos años de pandemia

Jóvenes en busca de fiesta en la Barcelona restringida

A través de grupos de Whatsapp o Telegram, miles de usuarios tratan de enterarse de celebraciones que desafíen las medidas sanitarias

Manifestantes contrarios al pasaporte Covid terminan su protesta bailando en la plaza de Sant Jaume o increpando a la policía

Manifestantes negacionistas bailan en Plaça Sant Jaume

Manifestantes negacionistas bailan en Plaça Sant Jaume / Jordi Otix

Guillem Sánchez

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“No tiene nada que ver con el negacionismo”, asegura un joven a EL PERIÓDICO que frecuenta fiestas que se organizan a pesar de las restricciones decretadas por las autoridades sanitarias para contener la pandemia. “Yo estoy vacunado y cuando pueda me pondré la tercera dosis”, razona. “Lo que ocurre es que la gente está cansada de no poder salir de fiesta”, prosigue señalando que pronto se cumplirán casi dos años desde el inicio de la crisis de salud pública desencadenada por el coronavirus y, a pesar de todas las medidas que se han tomado, “los contagios siguen disparados”, mantiene.

Este sábado por la tarde, en grupos de Whatsapp y canales de Telegram, que reúnen a centenares o incluso miles de usuarios que no se conocen pero comparten las ganas de salir de fiesta como el joven que atiende a este diario, se repiten mensajes como este: “Hoy vamos a una casa de unos amigos y tenemos hueco para tres personas, el dueño me dice que traiga chicas. Si a alguna le interesa que me abra por privado”. O como este: “Si alguien tiene casa para hacer fiesta por Barcelona que avise”. O este otro: “¿Qué fiesta hay por Barcelona hoy?. O este último, que manda un organizador de un evento que se pretende clandestino: “Hola chicos. Si alguien quiere unirse a una rave en Barcelona centro que me comente [por privado]. 15 Euros”. 

La mayoría de usuarios de estos foros virtuales no participa del chat. Solo espera enterarse de en qué lugar va a haber una fiesta gracias a mensajes como el último. Al contactar por privado con el emisario, se debe hacer un ingreso bancario y a continuación se recibe la "ubi" o "ubica", es decir, la ubicación de dónde se va a celebrar. Uno de los lugares indicados este sábado está en la calle de Mèxic de Barcelona. Allí hay una discoteca que, según relatan los empleados del local, actualmente funciona como un bar musical. Lo cual significa, aclaran, que a pesar de la llamada efectuada en estos foros, respetarán los horarios que señalan las restricciones y también los límites de aforo y el acceso con pasaporte sanitario. A las seis de la tarde, este local estaba vacío. 

La mayoría de las fiestas que actualmente se celebran en contra de los consejos de las autoridades sanitarias, y de espaldas a la vigilancia de cuerpos policiales como la Guardia Urbana o los Mossos d'Esquadra, que este sábado han seguido tratando de impedirlas, se hacen en domicilios particulares. También hay otras ‘rave’ que se convocan en las afueras. Pero la forma a la que más recurren los jóvenes es la anterior: la añeja fiesta privada en casa de un amigo. Un encuentro que puede provocar molestias vecinales por exceso de ruido pero que, si se respeta el máximo permitido de las diez personas, no repercute en ninguna sanción sanitaria. 

Manifestación contra el pasaporte

A pesar de que tener ganas de fiesta no guarda relación alguna con la doctrina negacionista, por uno de estos chats ha circulado una llamada a la manifestación contra los pasaportes sanitarios que cada sábado se concentran en la plaza Universitat. Allí, unas doscientas personas se han reunido de nuevo para pedir la supresión de una medida que consideran “discriminatoria”. Algunos de los manifestantes subrayan que no son contrarios a las vacunas sino solo al pasaporte. Pero otros sí practican sin titubeos la militancia negacionista: no creen que las vacunas sean efectivas, están convencidos de que los gobiernos persiguen el control de la población e incluso niegan la existencia de una pandemia en los términos que relatan los medios de comunicación. La marcha ha terminado en la plaza de Sant Jaume. Allí se ha comprendido por qué la llamada a esta protesta se había colado en un foro virtual de fiestas: un grupo de participantes ha montado una celebración improvisada frente a la sede de la Generalitat mientras otro grupo increpaba a la policía.

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