nuevos equipamientos

El primer centro penitenciario de la Zona Franca toma impulso

La Generalitat licita las obras para el nuevo recinto carcelario que permitirá la desaparición total de la prisión de Trinitat Vella

Proyecto de nuevo centro penitenciario de tercer grado penitenciario Zona Franca.

Proyecto de nuevo centro penitenciario de tercer grado penitenciario Zona Franca.

J. G. Albalat

J. G. Albalat

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La construcción del nuevo centro penitenciario de régimen abierto de hombres de la Zona Franca, que sustituirá el que funciona en la antigua cárcel de Trinitat Vella, toma impulso y velocidad de crucero. La Generalitat, a través de la empresa pública Infraestructures.cat, ha hecho público la licitación de las obras de esta instalación que contará con 800 plazas para reclusos que solo vayan a dormir al recinto. Esta es una de las dos prisiones que se levantarán en este distrito barcelonés. La otra será exclusivamente para mujeres, lo que permitirá la desaparición de la cárcel de Wad-Ras.

El solar donde se ubicará el nuevo centro de régimen abierto ocupa 6.500 metros cuadrados. Su construcción supondrá una inversión de 36,6 millones de euros y la superficie construida será de 13.000 metros cuadrados. El objetivo es que la antigua cárcel de la Trinitat Vella quede definitivamente vacía en 2025. Los terrenos que abandonará esta prisión serán traspasados al Ayuntamiento de Barcelona por 5,5 millones de euros para que se puedan construir en ellos viviendas sociales. La primera fase de esos pisos serán destinados a personas afectadas por los procesos de realojamiento.

A partir del anuncio de la licitación, las empresas interesadas en concurrir al concurso deberán presentar sus propuestas ciñéndose al presupuesto de 36.641.994 euros (30.282.640 sin IVA). El contrato es para 2 años y 11 meses y el plazo para entregar las ofertas finaliza en 31 de enero del 2022. El centro de régimen abierto de la Zona Franca será solo para hombres y lo ocuparan los reclusos que hasta ahora iban a parar a Trinitat Vella y al departamento de semilibertad que existe en la cárcel de Wad-Ras, que, a pesar de ser una prisión de mujeres, también alberga algunos presos condenados que únicamente van a dormir.

Viejas prisiones

Los planes iniciales para cerrar las viejas prisiones de Barcelona, que empezaron a plasmarse con la clausura de la Modelo en junio de 2017, se han ido modificado ante el descenso en los últimos años de la población reclusa en Catalunya. Hace unos años que la Generalitat ya descartó la idea de construir una prisión para presos preventivos (que esperan juicio) en la Zona Franca, al considerar suficientes las instalaciones que cumplen esta función en el centro penitenciario de Brians, en Sant Esteve Sesrovires. En cambio, el Ejecutivo catalán sigue con las otras dos prioridades que se pusieron encima de la mesa: la demolición del centro de la Trinidad y el de Wad-Ras.

Para poner en marcha el plan, el pasado noviembre el Govern aprobó el acuerdo para hacer realidad la operación por la que el Ayuntamiento de Barcelona cedía las dos parcelas de la Zona Franca para construir el relevo de los viejos y caducos equipamientos penitenciarios (la Trinitat Vella se inauguró en 1963 y Wad-Ras, en 1915). Antes se tuvo que solucionar un problema y era que en los terrenos habían restos de la actividad industrial que se había desarrollado en la zona. Con ese inconveniente resuelto, los proyectos ya están en marcha.

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