El Govern exige el traspaso de Rodalies para antes de verano de 2022

Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) es uno de los niños mimados del Govern, quizás la mejor representación de las denominadas 'estructuras de Estado'. Como tal, cualquier plan de expansión, cualquier acuerdo, convenio o estrategia a largo plazo, suele contar con el concurso de las altas esferas del ejecutivo catalán. Así ha sido este lunes en la presentación del contrato programa 2022-2026, que, bajo las premisas de la "descarbonización, el desarrollo territorial y la digitalización", prevé muscular más todavía la red de trenes catalanes, con proyectos tan simbólicos como relevantes, como la unión de sus dos grandes ramales gracias al nuevo tramo que conectará las estaciones de Espanya y Gràcia. La Generalitat también espera que a corto plazo, antes de verano, el Gobierno le traspase todas las competencias de Rodalies (infraestructura y trenes, lo que queda pendiente). Y que no sea, según ha avanzado el 'vicepresident' Jordi Puigneró, un "traspaso de pacotilla" como el de enero 2010, cuando Catalunya se hizo cargo de las tarifas y el servicio.

El acto lo han presidido el propio Puigneró, el 'conseller' de Economía, Jaume Giró, y la presidenta de la companyia, Marta Subirà. La hoja de ruta presentada incluye otros ambiciosas mejoras de la red, como la implementación de las nuevas frecuencias en la línea Barcelona-Vallès. La idea es disponer de trenes cada cinco minutos desde Terrassa y Sabadell (2,5 minutos en hora punta) gracias a la adquisición de nuevos convois, que deberían llegar a lo largo de 2022. Sobre el trazado Espanya Gràcia, la previsión es que esté listo en 2027, pero ojo, este proyecto también aparecía en el contrato programa 2017-2021, pero ahora, a diferencia de antes, ya hay licitaciones y concursos públicos sobre la mesa. En estos cuatro años también se avanzará en la conexión rápida entre Barcelona y el aeropuerto de El Prat, que quedará en manos de FGC aunque el Estado defiende que sería mucho más eficiente que estuviera en manos de Renfe.

La voluntad

Sobre el traspado total de Rodalies, Puigneró ha querido dejar claras las condiciones del Govern: "Nos hemos dado hasta verano para que el Gobierno demuestre si hay voluntad real o no". Y sobre el tipo de acuerdo, ha querido dejar claro que no quieren medias tintas, que no comulgan con un "traspaso de pacotilla" como el que, a su juicio, se realizó en enero de 2010. En el horizonte de este segundo contrato entre la compañía y la Generalitat, la voluntad del Govern de convertir Ferrocarrils en la punta de lanza de la movilidad en Catalunya, sobre todo en lo que respecta a los desplazamientos de la región metropolitana de Barcelona.