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Una 'influencer' vende sus flatulencias en frascos por mil dólares
Stephanie Matto no es la única que usa su gases para hacer negocio
El Periódico
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Los pedos pueden provocar tiroteos, como sucedió en Valencia en 2016. También han sido protagonistas de escenas de grandes películas como en 'La lista de Schindler' y ‘Rompiendo las olas’ y, por supuesto, también se puede hacer negocio con ellos.
Stephanie Matto es experta en ello. La 'influencer', que nació en República Checa, saltó a la fama tras participar en el programa '90 Day Fiancé' de Australia. Ahora, con más de 270.000 seguidores en Instagram, ha puesto en marcha un negocio escatológico: la venta de frascos con sus ventosidades. Además, los acompaña de unos pétalos de rosas para que el olor se adhiera mejor y permanezca durante más tiempo.
Matto cuida su dieta para tener mayor número de flatulencias y obtener el mejor resultado. Para ello, come frijoles, muffins de proteínas, huevos duros, batidos y yogures durante el desayuno.
Cuando llega el momento, embotella el pedo en un frasco de vidrio y cierra la tapa. También incluye una nota personalizada para cada cliente. El precio de cada botecito tiene un precio de casi mil dólares.
Según ha explicado, a lo largo de los años ha recibido mensajes de hombres y mujeres que querían comprar sus sujetadores y bragas usadas. Ella misma ha contado en Instagram que puede ganar 50.000 dólares en una semana.
Otros negocios
Matto no es la primera persona que se lucra gracias a sus ventosidades. Lush Botanist es una mujer británica que se autodenomina "la reina de los pedos en internet". Su negocio consiste en vender vídeos mientras se tira uno y le han llegado a pagar hasta 3.000 euros por una sola grabación.
Por otro lado, la compañía Edible Anus crea bombones con la forma del ano del cliente. De todos modos, si una persona está interesada, pero no se atreve a servir de molde, también tienen chocolates con la silueta de la primera persona que hizo de ‘modelo’.
Este tipo de negocio no tiene lugar únicamente fuera de nuestras fronteras. Por ejemplo, en Barcelona bajando por Las Ramblas, se pueden encontrar negocios donde venden gofres en forma de pene y vagina.
También Steisy, la ‘influencer’ que un día fue tronista de 'Mujeres y hombres y viceversa' vende sus bragas usadas a través de Only Fans.
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