Bebidas energéticas

Una asociación pide que se prohíba la venta de bebidas energéticas a niños y adolescentes

Justicia Alimentaria pide que los menores de 16 años no puedan adquirir estas bebidas, que deberían llamarse "excitantes", según declaran

Un adolescente consume una bebida energética.

Un adolescente consume una bebida energética. / Shutterstock

EFE

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La asociación Justicia Alimentaria ha pedido este jueves que se prohíba la venta de bebidas energéticas a los menores de 16 años, así como su publicidad y marketing infantil y juvenil y los patrocinios de cualquier tipo.

"Las llaman bebidas energéticas, pero sería más correcto denominarlas excitantes, ya que son un cóctel de café, azúcar y otros aditivos", ha subrayado la organización en un comunicado.

Según recoge el Informe del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), la prevalencia de consumo de bebidas energéticas en la población adolescente española (10-18 años) es del 62 %, del que el 10 % se cataloga como consumidor crónico, es decir, consume bebidas energéticas 4 o 5 veces por semana o más.

A pesar de las campañas lanzadas por el Ministerio de Consumo alertando sobre esta problemática, el director de Justicia Alimentaria, Javier Guzmán, ha considerado que "no es suficiente" y ha reclamado "políticas efectivas y que no se apele a la propia responsabilidad de los menores".

"Las marcas más vendidas de bebidas estimulantes, en sus formatos estándar, contienen dos tazas de café y siete sobres de azúcar, además de entre dos y cinco veces la cantidad recomendada de vitaminas B", ha advertido la entidad.

Asimismo, ha lamentado que este tipo de bebidas "gozan de una buena aceptación entre la población juvenil e infantil y la percepción del riesgo asociado a su consumo suele ser baja" y ha subrayado que uno de los escollos para controlarlo es la falta de clasificación y regulación.

Justicia Alimentaria es una ONG catalana que tiene por objetivo "cambiar el sistema agroalimentario actual, que oprime y expulsa a las comunidades rurales, y destruye el medio ambiente".