Audiencia de Barcelona

20 años de prisión para los autores de la triple violación de Sant Boi

Los jueces dan plena validez al relato de la víctima y rechazan que las relaciones sexuales fueran consentidas

Uno de los acusados de la triple violación, saliendo de la Audiencia de Barcelona tras una sesión del juicio.  / MANU MITRU

Uno de los acusados de la triple violación, saliendo de la Audiencia de Barcelona tras una sesión del juicio. / MANU MITRU / Manu Mitru

J. G. Albalat

J. G. Albalat

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La Audiencia de Barcelona ha condenado a 20 años de cárcel a los tres acusados de la triple violación a una joven en un descampado de Sant Boi de Llobregat, al que había sido trasladada tras salir de una discoteca de Molins de Rei en la madrugada del 19 de mayo del 2018. El tribunal de la Sección Sexta considera a cada uno de ellos autores de una agresión sexual, así como cooperadores necesario de este delito cometido por sus otros dos compañeros. Los procesados la violaron sucesivamente en el interior de un vehículo y después la dejaron abandonada. Los magistrados fijan una indemnización de 45.360 euros para la víctima.

El fiscal solicitó en el juicio para dos procesados 43 años de prisión y para el tercero, 46 años. A este último, no solo le atribuía la agresión sexual, sino también un delito de revelación de secretos, al haber fotografiado a la joven en el interior de turismo, semidesnuda y con los glúteos al descubierto, y distribuyó las imágenes por watshapp a otro encausado. Los magistrados, sin embargo, le han absuelto de este acción porque, a su entender, no ha quedado acreditado que las imágenes la vieran otras personas ajenas a ellos.

El testimonio de la víctima en el juicio fue aterrador. "Me decían que otras chicas no ponían tanta resistencia". Esa noche quedó con una amiga. Primero fueron a cenar y después a la discoteca. Una vez dentro, bebió y consumió cocaína y hachís, lo que, según la sentencia, "le provocaba un grave deterioro de sus funciones intelectivas y físicas". Al cerrar el local, pasadas las 6 de la mañana, un vehículo se paró a su lado. Dentro iban los tres acusados. A pesar de que la víctima relató en la vista que la cogieron del pelo, la arrastraron y la metieron en el maletero, el tribunal declara probado solo que la muchacha subió al coche, aunque, a renglón precisa que no descarta que sucediera lo relatado por al chica.

El vehículo con los tres acusados y la joven paró en un McDonals, donde "comieron algo", explican los togados, y de allí pusieron rumbo a Sant Boi. En esta población, dejaron a un amigo en su casa y continuaron hasta un descampado, en el que bebieron chupitos de ginebra e hicieron fotos a la muchacha. Al cabo de un rato, se trasladaron hacia otro solar "más recóndito", en el que, "para satisfacer sus deseos libidinosos y de forma sucesiva", los acusados "obligaron" a la muchacha en el interior del coche a realizarles felaciones e, incluso, uno de ellos la penetró.

Sin consentimiento

Los magistrados señalan que la víctima "en ningún caso consintió los actos sexuales" y tampoco "pudo evitarlos pese a los gritos y la resistencia ofrecida" ante "la violencia" de los procesados. Subrayan que los acusados la sujetaron por los brazos, piernas, cabeza y cuello, "rompiéndole las medias, quitándole las bragas y subiéndole el vestido". Le generaron "una situación de angustia al verse en el interior de un vehículo y en un descampado, alejada "de la posibilidad pedir auxilio mientras sufría de forma sucesiva los tres ataques" contra su "libertad sexual".

Los jueces rechazan el argumentó de la defensa de que la relación sexual fue consentida y dan plena validez al testimonio de la muchacha, corroborada por el resto de pruebas. "El relato de la víctima nos resultó creíble en lo referente al núcleo de los comportamientos típicos denunciados", aunque, alegan, constatan un "signo de insinceridad" en un aspecto "periférico": el color del coche, confusión que la defensa intentó usar para desacreditar la versión de la víctima. Según el tribunal, lo que los abogados de los procesados afirman que son contradicciones, "son en realidad falta de precisión en la narración", no pudiendo desconectarse del resto de indicios (se hallaron restos biológicos y semen de dos acusados en la ropa de la víctima) y del "hecho central" de que la joven fue "atacada sexualmente con violencia e intimidación" y de "forma sucesiva". Los jueces también tienen en cuenta unos audios encontrados a los imputados. "La hemos liado, la hemos liado fuerte", reconocía uno de ellos.