Nueva misión millonaria

Rusia envía a un millonario japonés a la Estación Espacial Internacional

Moscú regresa al turismo galáctico tras haber perdido terreno frente a los estadounidenses

Rusia lanza a multimillonario japonés a la EEI, el primer turista en 12 años

Marc Marginedas

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Rusia no quiere perder comba en la carrera espacial. Después de que el pasado octubre el país se adelantara al mismísimo Tom Cruise y realizara por vez primera la filmación de una película en órbita, este miércoles ha regresado al lucrativo y cada vez más competitivo mundo del turismo espacial, enviando a la Estación Internacional Espacial -previo paso por caja- a un millonario japonés y a su mano derecha para una estancia en el espacio de 12 días. "Los sueños se cumplen", ha tuiteado Yusako Maezawa, un magnate que amasó una gran fortuna gracias a la moda en línea.

El rico hombre de negocios y su acompañante Yozo Hirano no se quedarán cruzados de brazos durante las casi dos semanas que pasarán a bordo de la EEI. A Maezawa se le han encomendado un centenar de tareas a cumplir, aunque habrá incluso tiempo de jugar un partido de bádminton en ingravidez con el cosmonauta ruso que pilotó la nave desde su despegue del cosmódromo de Baikonur, en la estepa de Kazajistán, hasta la estación, en la que en estos momentos están radicados siete cosmonautas, incluyendo a uno de nacionalidad japonesa.

Antes de iniciar el vuelo, tanto Maezawa como su acompañante han pasado semanas entenas entrenándose en la Ciudad de las Estrellas, el complejo próximo a Moscú donde desde los años 60 se entrenan los aspirantes a cosmonautas, tanto rusos como de otras nacionalidades. Antes de volar hacia la EEII, los dos invitados asiáticos cumplieron con la tradición y escucharon una tradicional canción soviética, aunque en esta ocasión, parte de la letra fue cantada en su idioma materno.

El programa espacial civil ruso con fines pacíficos atraviesa momentos complicados, seis décadas después de ser el pionero en la conquista del espacio con la hazaña protagonizada por Yuri Gagarin. Ha perdido el monopolio de los viajes a la EEI en favor de Space X, una empresa privada encabezada por el millonario norteamericano Elos Musk, que en junio del pasado año cumplimentó con éxito el lanzamiento del cohete Falcon 9 y la cápsula espacial Crew Dragon, lo que, en opinión del bloguero especializado en temas espaciales Vitali Egorov, supone una merma de unos 300 millones de dólares anuales, es decir, un 10% de su presupuesto. Además, la tecnología empleada apenas ha sido renovada desde tiempos soviéticos y aunque es de una gran fiabilidad, corre el riesgo de quedarse obsoleta. El propio bloguero admite también que el Gobierno de Vladímir Putin parece "más interesado" en los posibles usos militares del espacio que en los programas civiles que desarrolla Roscosmos, la agencia espacial rusa.

Space X también ofrecerá en breve vuelos turísticos, con viajes de tres días de duración, e incluso ha planificado un viaje a la Luna en 2023, una operación financiada por el mismo millonario japonés. Además, millonarios como el británico Charles Branson o el estadounidense Jeff Bezos han realizado vuelos turísticos al espacio y han creado sociedades para atraer a quien esté dispuesto a pagar astronómicas cantidades de dinero. La última ocasión en que el país envió a un amateur al espacio se remonta a 1990, cuando aún existía la URSS. La EEI no existía, y aquel viaje fue protagonizado por Toyohiro Akiyama, un periodista, también de nacionalidad japonesa, que fue enviado a la estación espacial Mir en una misión comandada por el astronauta ruso Víktor Afanásiev.