Incidencia ferrocarril Terrassa-Barcelona

Lorena Alfaro, desde la estación de Sant Cugat tras el derrumbe: "No nos informaban de nada"

"En una parada se han subido unas profesoras con niños y han explicado que llevaban más de una hora y media esperando sin saber qué pasaba", relata

Terrassa, estación de tren de Ferrocarrils

Terrassa, estación de tren de Ferrocarrils

Rosa Prades

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Lorena Alfaro, de 20 años, estaba en la estación de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) de Sant Cugat para ir dirección a Barcelona cuando se ha producido el derrumbe ocurrido en Terrassa. Según nos explica, mientras ella (y mucha más gente) iban a buscar el tren, una gran cantidad de trabajadores les han obligado a cambiar el rumbo, ya que les decían que todos los trenes en dirección a Sabadell y Barcelona circularían por la misma vía y, a los que iban dirección Terrassa, se los llevaban a otra parte. "Nos decían que no podíamos acceder, pero no nos explicaban el porqué" declara, "además, al principio cuando estábamos en la vía no había nadie, ni seguridad" añade.

Iba pasando el tiempo y cada vez se acumulaba más gente en la estación, a parte de la que ya había allí. "Literal, que parecíamos palillos, la gente estaba toda apretada y agobiándose por el poco espacio que había, y encima seguían sin decirnos que ocurría".

Falta de información

Al no recibir ninguna explicación, los rumores se han empezado a propagar por la estación de Sant Cugat. "Estábamos todos allí, y había un tren quieto en el que nadie podía subirse y cómo hemos visto pasar coches de policía y un coche de bomberos y una ambulancia, ha corrido el rumor de que había habido un accidente" relata. "Poco después he visto que había un cartel en el que decía que los trenes irían fuera del horario habitual por un desprendimiento, aunque si preguntabas que había pasado exactamente no te lo explicaban". Finalmente, dado que era imposible que todos vieran el cartel, la mayoría de la gente ha tenido noticias sobre lo ocurrido mediante las redes sociales. Poco después el tren ha empezado a circular.

El trayecto en tren

"Yo he tenido suerte, solo he esperado 30 minutos, pero había gente que ya llevaba un buen rato". Aún así, los trenes en dirección Barcelona iban muy despacio y era imposible que alguien más entrara en ellos. "Nunca había ido en un tren tan lleno. En una parada, no se si era Les Planes o La Floresta, se han subido unas profesoras con niños explicando que llevaban más de una hora y media esperando sin saber qué pasaba. Además, iban tan llenos los vagones que había gente que se agobiaba por el espacio o por el miedo al covid y se bajaba cuando podía", añade.

Durante el trayecto, la cosa no ha mejorado porque además los vigilantes de seguridad no dejaban entrar a mucha gente en el tren. "Yo en ese momento ya había leído sobre lo ocurrido, pero veía a personas que intentaban entrar y no les dejaban y se quejaban por qué no sabían qué había ocurrido y por qué había tan pocos trenes" declara Lorena.

Al cabo de un buen rato, Lorena ha podido llegar a su destino, aunque con un mal sabor de boca, no por el accidente, "ya que estos ocurren", sino por la poca información que considera que les brindaban en los andenes de Ferrocarrils.

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