Repercusiones del fallo del Supremo

Las escuelas catalanas, sobre la cuota de castellano: "Cumpliremos la legislación vigente"

Las Juntas Centrales de Directores de Primaria y Secundaria de Catalunya aseguran que "en los centros no hay ningún problema con la lengua"

Mochilas infantiles en un colegio de Barcelona.

Mochilas infantiles en un colegio de Barcelona. / Ferran Nadeu

Montse Baraza

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Las escuelas catalanas cumplirán "con todo aquello que determine la legislación vigente". Así se han expresado este lunes en una comparecencia en el Parlament los representantes de las Juntas Centrales de Directores de Centros de Educación Primaria y Secundaria de Catalunya a preguntas sobre su opinión respecto a la resolución del Tribunal Supremo que ratifica la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) que fija una cuota del 25% de castellano en las aulas catalanas.

Arturo Ramírez Varela ha sido el encargado de fijar la posición, que ha sido muy clara: "Nosotros cumpliremos con todo aquello que determine la legislación vigente". "Daremos cumplimiento a aquello que se determine en el momento oportuno", ha insistido.

Los directores de las escuelas catalanas han hecho hincapié también en que "hasta el momento, la lengua no ha sido motivo de preocupación en los centros educativos", y han subrayado que los resultados de las pruebas competenciales que se realizan en los cursos 6º de primaria y 4º de ESO muestran en el ámbito lingüístico unos resultados similares entre catalán y castellano. "No hay diferencias o son mínimas. Un año en favor de una lengua, el siguiente a favor de la otra", explicaba Ramírez. "En los centros no hay ningún problema con la lengua", ha insistido. De hecho, el informe de evaluación de las pruebas competenciales de 4º ESO del curso pasado, 2020/2021, refleja que la puntuación media de la lengua catalana es de 76,5 mientras que la del castellano es de 78. "Una diferencia de 1,5 puntos que permite seguir afirmando que el sistema educativo catalán proporciona un conocimiento equiparable de las dos lenguas al finalizar la educación obligatoria", señala el informe del Consell Superior d'Avaluació del Sistema Educatiu de la Generalitat.

La semana pasada, el 'conseller' de Educació, Josep González Cambray, pidió por carta a los directores de los centros educativos que no cambien su proyecto lingüístico: "Queremos que continuéis trabajando exactamente como hasta ahora".

'Ley Celáa' frente a 'Ley Wert'

Ahora debería ser el TSJC el que tendría que mover ficha y decidir cómo se ejecuta la sentencia, cómo se traslada a las aulas ese 25% y se aplica. El asunto es de una complejidad jurídica descomunal. Una de las claves será la ley de educación vigente, la Lomloe o 'ley Celáa', que obliga a los alumnos y alumnas a conocer perfectamente el catalán y el castellano cuando terminen la etapa secundaria obligatoria. Es algo que sucede en las aulas de Catalunya, la realidad del día a día. La Lomloe añade que si algún alumno tiene lagunas en alguno de los dos idiomas deberá tener clases de refuerzo. 

En cambio, la ley previa a esta normativa, la 'ley Wert', ya no vigente, establecía que "el castellano es lengua vehicular de la enseñanza en todo el Estado y las lenguas cooficiales lo son también en las respectivas comunidades autónomas, de acuerdo con sus estatutos y normativa aplicable". Esa misma ley incluyó muchos artículos que luego fueron anulados por el Tribunal Constitucional.