¿Qué está pasando?

Sobre la violencia sexual que sufren las niñas y las adolescentes

¿Qué está pasando?

¿Qué está pasando? / Pablo Blázquez / Save the Children

Cristina Sanjuán. Save the Children

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La brutal agresión sexual sufrida por una joven de 16 años en Igualada ha hecho saltar de nuevo todas las alarmas. ¿Qué está pasando para que la violencia contra la infancia y la adolescencia siga siendo una lacra difícil de erradicar? No es un caso aislado, son muchos, demasiados… Por eso tenemos que poner el foco también en las formas de violencia contra la infancia que tienen su base en el género, analizando las causas para poder plantear soluciones que nos permitan vivir en un mundo libre de violencias contra los niños y las niñas.

Según el Ministerio del Interior, en 2020 se presentaron 5.865 denuncias por delitos contra la libertad sexual que tenían como víctima a niños, niñas y adolescentes, representando el 50% del total. Sin embargo, 2020 se presenta como un año anómalo, ya que debido a las restricciones por la COVID-19, los principales puntos de detección, como las escuelas, cerraron, lo que podría haber implicado menos denuncias. En 2019, se presentaron 6.153 representando un 48,1% del total. De estas denuncias contra menores, en 2019 el 79% tenían como víctima a una niña o una adolescente, en 2020 representaban el 78%. Prácticamente la mitad de las denuncias por violencia sexual son contra niños y niñas y de estas, la amplia mayoría son las niñas y las adolescentes.

¿Qué hace falta para frenarlo en seco? ¿Qué hay que hacer para que no pase? Tenemos que prevenir y en la prevención cada persona, cada entidad e institución, tiene un rol. Hay que educar en la afectividad y en la sexualidad desde edades tempranas para poder hablar de respeto del propio cuerpo y del de otros, de la importancia del consentimiento, de parar el hecho de que una pornografía marcada por la violencia, por la desigualdad de género, por la falta del consentimiento sea la profesora y referente de imitación. Tenemos que reflexionar, de verdad, sobre la construcción de la masculinidad y de los roles y estereotipos de género, y acompañar a niños y niñas en la construcción de modelos libres de violencia. Para esto, tenemos que ser las personas adultas, las instituciones, las y los profesionales, las organizaciones, quienes lo lleven a la práctica. Necesitamos también la especialización de todos y todas las profesionales que trabajan con infancia en derechos, en prevención, detección y respuesta ante la violencia. Tenemos que formar e informar desde la escuela, desde la familia, desde los centros sanitarios, desde las administraciones, desde la policía, etc.

Desde Save the Children no nos cansaremos de decir que la clave está en la prevención y que cuando cualquier tipo de violencia ocurre, ya llegamos tarde, muy tarde. Ahora mismo, disponemos de un marco jurídico que ha supuesto un gran esfuerzo y un gran avance, pero para que sea efectiva debemos implementarla, y cuanto antes. La Ley Orgánica de Protección Integral de la Infancia y Adolescencia nos da las claves para colocarnos en la casilla de salida para garantizar una protección real de la infancia y adolescencia, desde una mirada integral y a todos los niveles de nuestra sociedad, que niños, niñas y adolescentes son objeto de especial protección, pero también son sujetos de derechos. Necesitamos apoyar de verdad el enfoque de transformación social que prevé la ley, una transformación basada en una información y formación fiable, consistente y rigurosa.

Si no lo hacemos, seguiremos preguntándonos, ¿qué está pasando?