Comienza el acopio de ceniza del volcán de La Palma para retirarla de los núcleos de población

Alo largo del día de hoy se intensificará la recogida de las toneladas de cenizas que la erupción del volcán de Cumbre Vieja ha dejado en amplias áreas del suroeste de La Palma. El director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, anunció que los residuos se conducirán a "las inmediaciones de San Nicolás" y otros enclaves del sur de la isla. Se pretende con esta retirada evitar que las partículas vuelvan a quedar en suspensión y sean susceptibles de ser respiradas por la población. En el día 51 de erupción, no se produjeron cambios notables, salvo la constatación de que cada vez son menos intensos los temblores de tierra, aunque los expertos continúan advirtiendo que el momento de lanzar las campanas al vuelo aún no ha llegado.

El sábado fue un día "bastante duro", según Morcuende, en lo que a emisión de ceniza se refiere. "Tenemos muchísima en el suelo, y en zonas muy pobladas", incidió el director técnico del Pevolca. El acopio del material de menor tamaño expulsado por el volcán tiene como objetivo primordial el de intentar hacer más cómoda la vida de los vecinos que se han visto casi en primera línea del problema sin que esa fuera su voluntad.

"En Los Llanos de Aridane tenemos un problema con el movimiento de las personas y, sobre todo, de los vehículos; eso está poniendo en suspensión perrnanentemente las cenizas y quienes lo sufren son los ciudadanos", detalló Miguel Ángel Morcuende. La acumulación en las carreteras y vías provoca también problemas de acceso.

Desde el Cabildo de La Palma se insiste en no subir al tejado a limpiarlo si no es transitable. "Acuda a su ayuntamiento para informar a los servicios de emergencia y que sean estos quienes se encarguen», anunciaron a través de las red social Twitter. De este modo se intentan evitar accidentes, bien por caídas, o bien, porque si la ceniza acumulada es mucha, puede generar un sobrepeso que provoque un hundimiento.

La portavoz del Comité Científico del Pevolca, Carmen López, también insistió en la alta intensidad de emisión de cenizas del sábado. Entre las seis de la tarde de ese día y la una de la madrugada del domingo, el volcán dio un respiro. "Hubo una actividad estromboliana y menos emisión, la columna eruptiva era más vertical", relató López. El penacho, el denso humo que sale por la boca principal de Cumbre Vieja, estaba más limpio. Sin embargo, esa situación volvió a cambiar tan solo siete horas después.

"Esta mañana ha vuelto a haber una emisión de ceniza importante", corroboró la portavoz del Comité Científico del Pevolca. En el tiempo en que disminuyó la llegada a los núcleos de población, aumentó "la tasa de emisión de lava", continuó López. ¿Con nuevos daños? No, porque corrió "sobre coladas previas", añadió. El único avance destacable para esta experta es el que discurrió "hacia el suroeste, al norte de la montaña de El Cogote".

La sismicidad repuntó durante esas siete horas, si bien es un hecho que se ha reducido en los últimos días. También se ha revertido la deformación del terreno registrada en Jedey en días pasados. Y aunque la emisión de dióxido de azufre (SO2) "sigue siendo alta, más de 10.000 toneladas diarias", López incidió en que existe una "tendencia descendente desde el 25 de septiembre".

La comunidad científica, no obstante, insiste a cada momento en que es muy pronto para dar un sentido positivo al aminoramiento de los valores que presentan algunas de las variables principales. Hay que esperar para poder constatar que el volcán se apaga.

En general, el aire en lo que respecta a gases –anhídrido carbónico (CO2) además de SO2– es "razonablemente buena". Cuestión distinta es la presencia de partículas muy pequeñas, de diámetro inferior a diez micrómetros (PM10).

Ellas son las responsables de que en la tarde del sábado se decidiera declarar la calidad del aire "extremadamente desfavorable" en Tazacorte, Los Llanos de Aridane, El Paso, Tijarafe y Puntagorda. Toda la vertiente oeste de La Palma, donde continúa siendo necesario salir a la calle con mascarilla FFP2 –y gafas si hay patología o sensibilidad ocular previa– o, mejor, evitar hacerlo siempre que eso sea posible.

El culpable de que en esa área existan concentraciones elevadas de PM10 es el alisio, el viento del noreste dominante en el Archipiélago, que durante los últimos días sopla con cierta intensidad. Ayer se alcanzaron rachas de entre 60 y 70 kilómetros por hora.

Así seguirá sucediendo, al menos hasta el martes, según detalló Miguel Ángel Morcuende. Ese viento limpia el balcón naciente de La Palma, y es ahí donde se ubica el aeropuerto insular, con lo que la navegación aérea parece estar garantizada para el inicio de esta semana.

El número de alojados en establecimientos hoteleros se incrementó en dos durante las últimas 24 horas; ahora son 467 personas las que se reparten entre Fuencaliente y los Llanos de Aridane. Mientras, continúan siendo 43 los dependientes acogidos en centros sociosanitarios palmeros.

Ayer, la Consejería de Ordenación del Territorio del Cabildo de La Palma decidió poner a disposición del Gobierno de Canarias los 7.646 metros cuadrados que se habían reservado en Los llanos de Aridane para edificar el Auditorio Insular. Ahora irán en ese suelo las viviendas para las personas afectadas por la erupción o equipamientos y dotaciones básicas arrasadas por la lava.

Por su parte, la Consejería de Educación autonómica celebró un encuentro tras el que decidió mantener la suspensión de las clases presenciales en los cinco municipios en los que la calidad del aire es extremadamente desfavorable. Continúa la enseñanza online para esos alumnos.

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