El Gobierno descarta que lo haya

La psicosis por un apagón 'agota' los cámping gas: "La gente tiene miedo por si no podrá cocinar"

Muchas ferreterías de Madrid se quedan sin stock: "Está siendo una locura"

Fabricantes españoles de hornillos limitan los pedidos para evitar el desabastecimiento

Tienda

Tienda / ALBA VIGARAY

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"Es casi siempre gente mayor que te llega asustada por lo del apagón. Yo les digo que no creo que pase nada, pero aun así compran". José María, de la Ferretería Lavapiés, en el centro de Madrid, todavía está sorprendido por cómo ha agotado en pocos días todas las existencias que tenía de camping gas y hornillos pequeños.

En concreto desde el jueves, cuando la ministra austriaca de Defensa, la conservadora Klaudia Tanner, deslizó la posibilidad de un blackout eléctrico al asegurar que "la cuestión no es si habrá o no un gran apagón, sino cuándo". 

Sus palabras han provocado un pequeño gran tsunami en el sector de ferretería, que casi no da abasto, al menos en Madrid, para atender tanto pedido. "En la cooperativa Comafe, que da servicio a más de 100 tiendas, los dos modelos que trabajamos, uno para bombona de camping gas y otro de cartucho de gas pequeño, el Vivahogar, ya están agotados. A mí me quedan uno o dos hornillos pequeños, he debido vender como 12", prosigue José María. 

"Ahora mismo no tenemos nada, hemos vendido lo que teníamos y no sabemos si nos va a venir más o no", aseguran en la Ferretería Arso, muy conocida en Arturo Soria, y que también pertenece a la cooperativa. En su caso vendían la cocina portátil de un fuego de Vivahogar, de 25 centímetros de ancho por 25 de largo y que funciona con un cartucho B250 de gas butano. 

Estas cocinas portátiles fácilmente manejables que funcionan con cartuchos de gas están experimentando la misma demanda que durante lo peor de la pandemia tuvo el papel higiénico o las mascarillas. 

No queda stock en tienda ni en Decathlon, la gran superficie especializada en el sector de acampada. "Mira, el martes nos trajeron tres cajas, unos 30, y hoy (por este miércoles) ya las hemos agotado", afirman en la tienda de la compañía francesa en Bravo Murillo, la única de todo Madrid que esta semana tenía stock del hornillo CampingGaz, que ronda los 20 euros y tiene encendido automático piezoeléctrico. 

Tampoco tenía productos disponibles en ninguna tienda del modelo Kemper, de acero inoxidable, ligeramente más caro. "Por internet sí se pueden pedir", matizaban ayer desde la compañía. Su periodo de entrega, según comprobó este periódico, era a priori de 48 horas. 

Los grandes fabricantes están empezando a notar ya esta alta demanda, y algunos, como la empresa vasca SuperEgo, que fabrica miles de unidades de diferentes modelos de hornillos y camping gas, ha comenzado a racionar pedidos, limitando las cantidades, "para garantizar que siga habiendo stock" y no se produzca el temido desabastecimiento total. 

Fuentes del sector explican que este tipo de elementos tuvieron una gran demanda durante toda la pandemia, ya que la gente comenzó a preferir cocinar al aire libre, pero lo cierto es que ahora el pico de ventas es mucho más pronunciado, lo que ha tensionado el stock. Descartan asimismo que la crisis del transporte, que sí ha afectado, por ejemplo, al sector de bebidas espirituosas, empeore la situación, ya que hay mucho fabricante nacional.

Mientras tanto, las ferreterías lidian como pueden con este incesante interés, que creen que irá a más. "Está siendo un poco locura desde el jueves", admite Sergio, trabajador de Ferretería Venecia, a la que llegan "muchos clientes con el miedo de cómo van a cocinar" si se quedan sin luz. "He vendido los 20 cartuchos de gas que tenía y los tres camping gas. Tengo pedidos otros cuatro o cinco, pero con esto del puente me están tardando en llegar". 

En la Ferretería Chamartín, de referencia en el barrio, barruntan un horizonte poco esperanzador. "Hemos hablado con varios proveedores, y está pasando como con las mascarillas. Empieza a haber desabastecimiento. Tardan entre 10 y 15 días en traer más", afirma Alberto, responsable del establecimiento. "Fíjate, con lo que tardamos normalmente en venderlas, en estos días hemos agotado las diez que teníamos de Camping Gaz. Esperamos que vengan de nuevo". 

La alta demanda no sólo se está centrando en los hornillos, sino en todo tipo de aparatos que den alternativa a los electrónicos. "Todo el tema linternas, estufas de gas y queroseno y candiles de gas la gente está comprando mucho", afirmaba ayer Maxi, dueño de la Ferretería Diego de León, donde todavía quedaban camping gas este miércoles pese a haber vendido más de 25 en los últimos días.

Este principio de desabastecimiento en algunas ferreterías no se está notando todavía en otras comunidades. Este periódico llamó a varios establecimientos de Andalucía, Cataluña y Valencia y no había problemas de stock, aunque "sí se está notando más demanda", como admitían ayer en Ferretería Andreu, un conocido establecimiento de L'eixample. 

Entretanto, el Gobierno español ha descartado rotundamente la posibilidad de que haya un gran apagón. El problema, a priori, es el suministro de gas. Rusia tiene precios altos y Argelia ha cerrado un gasoducto para atacar a Marruecos. Para garantizar el abastecimiento desde Argelia, las compañías españolas buscan buques metaneros.

La posibilidad de un apagón ha sido recientemente protagonista de espacios televisivos, como el programa Horizonte de Cuatro, dirigido y presentado por Iker Jiménez, donde los colaboradores del programa advirtieron de las consecuencias que podría traer el temido blackout.