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Los topónimos brotan con la lava del volcán de La Palma

La erupción ha puesto en el mapa nombres para muchos desconocidos, unos con semántica ligada al bereber, otros con errores de transcripción y hasta orígenes fantasiosos

La UME mide  la temperatura a la que se encuentra la lava, en la nueva colada del volcán de la Palma

La UME mide la temperatura a la que se encuentra la lava, en la nueva colada del volcán de la Palma / EFE

Sergio Lojendio

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Con la erupción también ha brotado con fuerza la toponimia de La Palma, un conjunto de nombres de lugar y también de personas. algunos de significado desconocido, otros con una semántica ligada al bereber y hasta con errores de transcripción e interpretaciones fantasiosas. Para el filólogo Maximiano Trapero, los guanchismos son palabras propias de los aborígenes que se han conservado hasta hoy y que de ellos pasaron a los hablantes españoles por transmisión oral, nunca por escrito. Fueron los españoles quienes empezaron a fijarlos por escrito desde los primeros momentos de la conquista en documentos, crónicas e historias, y al hacerlo trataron de imitar fonéticamente lo que oían o recordaban haber oído de los aborígenes.

Además de los cronistas, hay estudiosos que han contribuido a crear el corpus toponímico, caso de Berthelot, Chil y Bethencourt Alfonso, así como los especialistas modernos: Wölfel, Díaz Alayón, Lorenzo Perera o Ignacio Reyes García, entre otros, recogidos en la obra Los Guanchismos Diccionario de Toponimia de Canarias, de Maximiano Trapero con la colaboración de Eladio Santana Martel.

Argual

Designa varios accidentes de Los Llanos de Aridane. La referencia más nombrada es la de una rica hacienda vinculada desde los primeros tiempos de la conquista a las familias Monteverde, Sotomayor, Vandevalle y Massieu, dedicadas antiguamente a la caña de azúcar y modernamente al cultivo del plátano. Aparece en el mapa de Torriani, de finales del siglo XVI; en el mapa de Briçuela y Casola, de la primera mitad del XVII, y en el de Riviere, de la mitad del XVIII. Se describe como uno de los lugares más benignos en clima y fértiles de toda la isla en todas partes. Así, Viera dirá que es uno de los lugares más célebres de La Palma «por sus trapiches de azúcar» y, casi un siglo después, Madoz señala que está situado «en sitio ameno y delicioso entre cuyas plantaciones se cultiva la caña de la azúcar». Su nombre cuenta con interpretaciones. En el siglo XVI, el clérigo Gaspar Frutuoso dijo que se llamaba así «por un algar u hondonada grande que hace todo aquel sitio a manera de hondo valle». Desde el lado del bereber, Laoust recoge la voz araial como ‘lugar no expuesto al sol’, es decir una umbría, y la voz agriwal como ‘suelo cubierto con una capa de cantos o guijarros’. Por su parte, Jordan recoge la forma agual con el valor de ‘lugar donde se baila’, de donde podría deducirse que el topónimo palmero ar-gual vendría a significar ‘lugar del baile’. Reyes García propone la etimología arwal con el significado ‘escape’.

Adirane/ Aridane

Genéricamente es el nombre de toda la comarca, que comprende Los Llanos, El Paso, Argual, Todoque, Tacande y Tajuya. Este territorio constituía los dominios de Mayantigo en el momento de la conquista castellana. Dice Abreu Galindo que el primer señorío de los doce en que estaba dividida la isla fue el de Tazacorte y Los Llanos, a cuyo «todo este espacio y término de tierra llamaban antiguamente en general Adirane», del cual era su capitán Mayantigo. Abreu escribe siempre Adirane. Es Viera y Clavijo quien lo fija en la forma Aridane, que se ha impuesto. Álvarez Delgado afirma que el actual Aridane es errata por la denominación auténtica de Adinare que da Abreu. Otra cosa es lo que añade respecto de su significación: ‘lugar llano’, por adirán ‘llanos’, que es adaptación española del bereber azrir o asrir ‘llano’ o ‘terreno llano de cualquier anchura’.

Guehebey

Uno de los doce señoríos en los que estaba dividida La Palma «al tiempo en que se conquistó», según la descripción de Abreu Galindo en su Historia de la conquista de las siete islas de Canaria. Iba desde la montaña de Tamanca hasta donde dicen El Charco, «que antiguamente llamaban Guehebey». Wölfel incluye esta palabra en sus Monumenta, buscando en el bereber un paralelo con el significado de ‘charco’ o ‘laguna’. Reyes García propone como significado ‘barrera de un canal, em­balse’.

Jedey

Poblado perteneciente a la banda del oeste de la isla y a la población mayor de Las Manchas, municipio de Los Llanos, pero el término lo llevan varios accidentes de la zona. Con tres grafías escribe Abreu Galindo el nombre del jefe palmero: Ahedey, Echedey y Chedey, segundo señorío de la isla, en el término de Tijuya (hoy Tajuya), y que se extendía desde este lugar hasta la montaña de Tamanca. Como Ehedei lo escribe Torriani. Abreu Galindo subraya que en el gobierno del padre de este Chedey fue cuando ocurrió la erupción de la montaña de Tacande, convirtiendo en un malpaís lo que antes fue la tierra «más fértil y poblada de gente que había en esta isla de La Palma». Por su parte, Torriani dedica un capítulo entero de su Descripción de las Islas Canarias a la erupción del volcán que él llama Teguseo, que otros autores consideran se trata del volcán de Tejuya (hoy Tajuya). La segunda consideración del texto de Abreu se enfoca hacia la literatura. En este término de Tejuya, señorío del caudillo Chedey, ocurrió el episodio de la muerte de Guillén Peraza, que dio motivo a las famosas endechas A la muerte de Guillén Peraza, consideradas la primera poesía hecha en las Islas.

Mayantigua/ Mantigua/ Mayantigo

Topónimo referido a una zona de la parte norte de la Caldera de Taburiente, municipio de El Paso, que da nombre también a otros accidentes particulares. La variante Mayantigua es la más repetida modernamente, pero también está atestiguada la sincopada Mantigua por parte de Alvar y Díaz Alayón. En la lista de topónimos guanches de Bethencourt Alfonso aparece como Mantigüe. Hay que ponerlo en relación con un antropónimo, el soberano del señorío de Aridane.

Tacande

Población perteneciente al municipio de El Paso, desdoblada en dos barrios: de Arriba y de Abajo. De su demarcación antigua quedan otros topónimos secundarios, todos ellos en el corpus de Díaz Alayón. El historiador Lorenzo Rodríguez señala que «el término de Tacande fue objeto de la codicia de los vecinos de esta isla». Torriani describe que la montaña de Tamanca hace límite con el segundo señorío, que fue el término de Tijuya, donde gobernaba Chedey, dentro del cual estaba la montaña de Tacande. Es Viera quien da la noticia de un caso famoso ocurrido en Tacande en la primera mitad del siglo XVII, relacionado con las apariciones de un alma en pena, convertida en leyenda: el alma de Tacande. Las interpretaciones que se han propuesto siguen también la estela del significado que le atribuyó Abreu Galindo de ‘piedra quemada’. Así, Wölfel dice que hay un paralelo casi idéntico en el habla de Hausa, takanda. Sabir lo pone en relación con el término tagant del habla taselhit del sur de Marruecos, que designa a lugares con «maleza o selva de arboledas más o menos copiosas», formado especialmente de arganes, pero también a «terrenos desérticos y pedregosos». Y Reyes García dice que su etimología es takanday con el significado de ‘(piedra) quemada’.

Tagojaite o Tajogaite

Nombre de una zona de El Paso, al sur de Los Romanciaderos, cercana a Montaña Rajada. Dice Díaz Alayón que este topónimo aparece frecuentemente a partir del XVIII en registros locales vinculados a la propiedad de la tierra, pero falta en las listas de guanchismos de los autores del siglo XIX. Se incluye en los Monumenta de Wölfel y en una cita de Juan Bautista Lorenzo, con las variantes Tagojaite y Taguajaite. Wölfel lo pone en relación con los herreños Tejeguate y Tejegüete, pero no ofrece ninguna interpretación semántica. Una posible interpretación la apunta Bethencourt Alfonso, para quien gaite significa «la torta», pues la expresión gaites de haran se refería a la torta de harina de las raíces de helecho, y que la expresión gaites de tofe era lo mismo que «tortas de tieso», es decir, la de gofio escaldado y después torrefactas. Si esta interpretación fuera cierta podría al topónimo Tagoja. Y tendría cierto sentido la hipótesis etimológica propuesta por Reyes García como cierta planta de propiedades medicinales.

Tamanca

Nombra una zona del municipio de El Paso situada en la región de Las Manchas que tiene como topónimos secundarios una montaña y un barranco, además de unos llanos y unos roques que llevan como segundo nombre el de Roques de Juan Vicente. Estos son los accidentes que aparecen en el corpus toponímico de La Palma reunido por Díaz Alayón. Según Abreu Galindo, el tercer señorío en que estaba dividida la isla de La Palma antes de la conquista «fue desde la montaña de Tamanca, hasta donde dicen El Charco, que antiguamente llamaban Guehebey, y de este término era señor Tamanca, por cuya contemplación le pusieron el nombre a la montaña». Como Tamacanea aparece en el libro de Torriani y en un mismo contexto. Por su parte, el erudito insular Juan B. Lorenzo Rodríguez cita en sus Noticias de La Palma una cédula de 1608 en que las cumbres de Tamancote son destinadas, junto a otros lugares, para la cría de ganados (1975: 172); aunque esta forma Tamancote la registramos únicamente aquí creemos se trata del mismo topónimo. Álvarez Delgado acepta la cita de Abreu y propone la etimología del topónimo Tamanca como ta-n-mánkad con el significado literal ‘la del capitán’, «creado sobre el nombre personal por ser su residencia, u otro motivo». Sin embargo, Wölfel opina que lo más probable es que fuera el jefe palmero el que tomase el nombre del topónimo, y no al revés, como dice Abreu, y que es lo mismo que creemos nosotros; pero no puede ofrecer Wölfel paralelos bereberes a partir de los cuales dar una interpretación al término palmero. Últimamente, Reyes García propone la etimología tamankat con el significado de ‘emboscada’.

Tasacorte

Escrito con s, frente al Tazacorte con que aparece en todo tipo de registros, antiguos y modernos, reflejo de una pretendida castellanización ortográfica a partir de una falsa interpretación del nombre, cuando Gaspar Frutuoso, en su obra Saudades da Terra, señaló que el nombre de Tazacorte tuvo dos motivos. Uno, por la disposición del sitio, que parece una taza, y otro porque el rey más principal tenía allí su corte, y se llamaba Tazo. Ambas hipótesis son pura invención. Se trata de una forma de origen prehispánica, para la que Wölfel apunta dos explicaciones etimológicas. En una, relaciona este topónimo con un grupo de voces bereberes como azagur ‘llano’ y tizekkar ‘parcela de terreno’. En la otra hipótesis, lo vincula a las formas bereberes azkur ‘rama’, azekkur ‘viga’, ahakkor ‘tronco de la palma’, tazekkurt ‘tronco de árbol para quemar’. Ambas son perfectamente admisibles. Este lugar de Tasacorte tuvo un importante protagonismo en la primitiva historia de la isla, pues fue allí donde desembarcó Alonso Fernández de Lugo con sus tropas en 1492 con el propósito de conquistar la isla.

Teneguía

Este topónimo cobró notoriedad con la erupción volcánica del 26 de octubre de 1971. Recibió el nombre de Volcán de Teneguía y se convirtió en topónimo. Pero el término específico de Teneguía lo recibió de un topónimo preexistente en el lugar, el Roque de Teneguía, que Díaz Alayón describe como «un notable y bello roque, de coloración clara y duro material, situado al sur del núcleo de Los Quemados y cerca de la zona de viñas de las Machuqueras, en el municipio de Fuencaliente». Sin embargo, cuenta con muy pocas referencias antiguas, y ninguna de ellas está en las fuentes «históricas» del Archipiélago, por lo que poco relevante que era el lugar antes de la erupción moderna. Wölfel puede citar apenas referencias bibliográficas de eruditos isleños como Juan Bautista Lorenzo, Félix Duarte y Juan Álvarez Delgado, y además con un «embrollo» designativo, al mezclar el término Teneguía con otros de muy dudosa autenticidad o identidad entre sí, como Tenisquisguan, Teniquiga y Tenisca, con lo cual , al no poder averiguar las configuraciones fonéticas correctas, «el presente vocablo hemos de dejarlo tal y como está». El topónimo palmero tiene una fonética clara e inequívoca, y puede ponerse en relación con muchos paralelos canarios, con ese inicial t(e)-n tan característico de los topónimos guanches. De Luca dice que su etimología es ti-n-uggi-a equivalentre a la o las (tierras) de ver desde lo alto’, siendo el elemento léxico uggi una voz que en el Marruecos Central significa ‘ver desde lo alto’, basándose en un registro de Taïfi. Bethencourt Alfonso cita un Tenegía o Tenejía en Tenerife, recogido por él mismo y descrito como «cerro próximo a Taborno, Santa Cruz». El término Teneguía es de procedencia aborigen pudiendo derivar de Tiniguiga, según el filólogo Ignacio Reyes, «una del vapor (caliente) o humo».

Tijuya/ Tajuya

Designa una parte de la población de El Paso. Dice Abreu Galindo de la montaña de Tamanca, que tanto le asombró , quizá sea la misma cuya erupción describe con tanta minuciosidad Leonardo Torriani y a la que nombra como «monte Teguseo». Alejandro Cioranescu llama Tiagua al término del sur de la isla de La Palma donde reventó un gran volcán en el año 1585, descrito por Torriani. Sin embargo, el propio Cioranescu dice que en el original manuscrito se lee Teaguía.

Timudas/ Temudas

Al sur del municipio de El Paso, cuya primera forma la encontramos registrada en las fichas de Alvar y la segunda en el GAC (40 C5). En la transcripción fonética que hace el equipo de Manuel Alvar de este término se elude la /d/ intervocálica [las timú:as], que sin embargo aparece en la escritura ortográfica Las Timudas, por lo que tanto puede interpretarse una por síncopa y la otra por epéntesis, y sin que tengamos argumento que dé más valor a una o a otra como forma primitiva. Ni una ni otra aparecen en la Toponimia menor de La Palma de Díaz Alayón. Y por el contrario esta autora recogió el topónimo Temudo.

Todoque

Pueblo perteneciente al municipio de Los Llanos de Aridane (tristemente sepultado por la lava) que da nombre a su vez a la montaña que está en sus cercanías. Aparece registrado en las tres fuentes más actualizadas. El término pasó a la bibliografía guanche a partir de su aparición en las listas que sobre topónimos de ese origen elaboró Maximiliano Aguilar en las últimas décadas del siglo XIX. Pero antes Todoque había aparecido en el Diccionario geográfico de Olive con la condición de «caserío». A su vez, lo había citado con la forma Tedoque el erudito palmero J.B. Lorenzo como «pago de Los Llanos», y finalmente el también palmero Féliz Duarte como «monte». De todo ello da cuenta Wölfel en sus Monumenta y lo compara con las voces bereberes adek ‘subir, ascender’ y tádakt ‘colina’.