ENTREVISTA

Xavier Ruyra: “La enfermad cardiovascular es el enemigo invisible de la mujer”

El jefe del servicio de Cirugía Cardiovascular del Instituto del Corazón QuirónSalud Teknon y fundador de CardioDreams Foundation es uno de los promotores de la campaña 'Directas al corazón'

Xavier Ruyra, cardiólogo. Campaña directas al corazon

Xavier Ruyra, cardiólogo. Campaña directas al corazon

Montserrat Baldomà

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Las enfermedades cardiovasculares no solo son cosa de hombres. Por desconocimiento, son el enemigo invisible de las mujeres. Para paliar esta situación, CardioDreams Foundation, la Fundación ‘la Caixa’ y el Centro Médico Teknon han lanzado la campaña ‘Directas al corazón’, con la que pretenden sensibilizar a la población, especialmente a las mujeres, sobre el riesgo de estas dolencias. El doctor Xavier Ruyra, jefe del servicio de Cirugía Cardiovascular del Instituto del Corazón QuirónSalud Teknon y fundador de CardioDreams, es uno de los impulsores de la campaña, que prevé la realización de hasta 2.000 revisiones médicas gratuitas en tres años.

Cada ocho minutos fallece una mujer en España por enfermedad cardiovascular. Terrible. 

Así es. En España mueren 65.000 mujeres al año por enfermedad cardiovascular. Es la primera causa de muerte en las mujeres, muy por encima del cáncer de mama. Decía un sabio que las mujeres soportan la mitad del cielo. Y solo en España hay 24 millones de mujeres, 10 millones de ellas entre 50 y 70 años. Es un problema de gran magnitud.

Si, en términos generales, vamos una vez al año al ginecólogo, ¿por qué descuidamos el corazón?

Porque desconocen que la enfermedad cardiovascular es grave y que están en riesgo. Cuando uno no tiene conciencia de un problema, lo tiene muy difícil para intentar solucionarlo.

No será solo responsabilidad de las mujeres.

No, no es culpa de nadie. Las mujeres no saben que, sobre todo a partir de los 50 años, cuando la menopausia hace que las hormonas, los estrógenos, dejen de protegerlas, están en riesgo; la sociedad tampoco lo sabe y muchos médicos o no lo saben o no se acuerdan. Además, hay una serie de factores que hacen que sea complicado abordar ese problema.

¿Cuáles?

Primero, el gran desconocimiento. Segundo, que la enfermedad cardiovascular en las mujeres tiene una clínica diferente a la de los hombres, que también es más difusa, menos sospechosa. Es un enemigo invisible, porque el infarto en las mujeres no cursa con el típico dolor que aprieta el pecho y va hacia el brazo izquierdo. Se puede manifestar como un malestar general, un dolor torácico atípico, un cuadro que puede parecer un corte de digestión. Esto hace que cuando las mujeres llegan a urgencias, que lo hace menos veces y más tarde, se acaba catalogando como, por ejemplo, un problema de ansiedad, de forma que el diagnóstico es más tardío, menos exacto y no llegan a las pruebas diagnósticas complementarias ni al tratamiento adecuado como los hombres. Sobre todo en el infarto, es importante tratarlo lo más rápido posible. Cada hora que pasa es un infarto más grande y puede desembocar en un pronóstico peor.

¿Cómo cuidamos de nuestro corazón?

Además de adoptar hábitos cardiosaludables, como no fumar, hacer ejercicio moderado y seguir una dieta equilibrada, es importante hacer chequeos de salud cardiovascular de la misma manera que cuidan de su salud ginecológica. Lo más fácil es que esta acción la motive el médico de familia, pero también el ginecólogo, que ya ha conseguido que las mujeres se hagan sus controles una vez al año. Sería ideal poder juntar este binomio de chequeo ginecológico con chequeo cardiovascular.

¿El corazón de la mujer es diferente al del hombre?

Sería absurdo pensar que si somos diferentes en todo, no lo fuéramos en el corazón. El de las mujeres es más pequeño, tiene más enfermedad microvascular, reacciona diferente a los estímulos inflamatorios, le afectan más factores de riesgo que se acumulan a partir de los 50 años, como la diabetes, la hipertensión, el colesterol y el sobrepeso. Además, de la misma manera que no tratamos igual a una persona de edad avanzada que a un bebé, no podemos tratar igual a un hombre que a una mujer. Hay que dar una atención ajustada al sexo. Sabemos poco del corazón de las mujeres porque la gran mayoría de estudios sobre salud cardiovascular se han hecho con población masculina.

Con otra brecha de género hemos topado.

Pues sí, aunque no es culpa de nadie y es culpa de todos. Los estudios nos dicen que solo un 15% de las mujeres reciben una atención cardiovascular adecuada, frente al 70% los hombres. Y eso es una brecha de género igual o superior a la que podamos tener en el mundo laboral o educativo.  

Un futuro de oportunidades

EL PERIÓDICO y Fundación ‘la Caixa’ dan voz cada semana a los perfiles sociales, culturales y científicos que con su esfuerzo están creando una sociedad con más oportunidades para todos.