Nueva etapa

Los restaurantes celebran la normalidad pero alertan de que tardarán en remontar su economía

El sector ve con optimismo el fin de las restricciones horarias y de aforo en Catalunya, aunque cree que la recuperación dependerá del regreso del turismo a partir de Semana Santa

Ambiente en el restaurante Vinitus Germà Petit este viernes, tras la recuperación del aforo normal.

Ambiente en el restaurante Vinitus Germà Petit este viernes, tras la recuperación del aforo normal. / Ricard Cugat

Patricia Castán

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Clientes y restauradores viven este viernes con euforia el fin de las restricciones que han afectado duramente a la hostelería catalana desde el inicio de la pandemia. Los primeros, por la tranquilidad de poder congregarse con amigos y familiares sin tener que contabilizar comensales, por bajar la guardia ante la proximidad de otros clientes, por no mirar el reloj cuando aún están en el segundo plato... Y los segundos por dejar de fiscalizar todo ello y poder recuperar el aforo y por tanto aspirar a la facturación de aquel ya lejano 2019. Pero el sector alerta de que aunque por fin tienen herramientas para la recuperación, reflotar sus finanzas llevará todavía tiempo. Y recuperar los volúmenes de trabajo previos también será una tarea ardua porque en muchos casos están vinculados al turismo, que no esperan que se normalice hasta Semana Santa.

Muchos empresarios se afanaban durante la jornada en recuperar las sillas y mesas almacenadas y ampliar si era necesario el volumen de trabajadores en activo. Algunos confesaban desde el anonimato que lo primero se notará poco, porque el tema de aforos se había relajado desde hace semanas, ante la buena evolución sanitaria. Sí se palpará la mayor afluencia en establecimientos cuyas cocinas cierran más tarde, habida cuenta de que ya no están restringidos los grupos y la persiana se podrá bajar a las 2.00 horas. De ese modo, es mucho más fácil doblar o hasta triplicar servicios.

Desde el Gremi de Restauració de Barcelona, que ha reivindicado sin tregua la reapertura total de la actividad y cree que este verano ha quedado demostrado que no había relación de causa y efecto entre las restricciones al sector y los niveles de contagios, celebran la nueva etapa. Hay "optimismo y satisfacción", valora su director general, Roger Pallarols, porque Catalunya ha contado con las limitaciones "más severas", que han "machacado literalmente al sector". Con la situación sanitaria bajo control, la restauración "recupera las herramientas para iniciar el reto de la reconstrucción económica", que la ha dejado muy dañada y con muchos cierres, lamenta.

Empresarios asfixiados

Pero enfatiza que esta circunstancia no supone una reactivación económica inmediata. "Eso irá para largo, porque el empresariado es sobre todo pequeño, con muchas pymes asfixiadas por deudas y pérdidas, con un recorrido largo por delante sobre todo en Barcelona, porque las grandes ciudades han sufrido más la afectación de la falta de movilidad internacional", apunta. Desde esa reflexión considera determinante el regreso de la actividad turística a partir de primavera para ver cifras positivas, especialmente en las zonas más icónicas. En esos puntos todavía habrá negocios cerrados o a los que esperan meses de vacas flacas, agrega.

Está por ver la respuesta de los clientes de bares y restaurantes a la hora de optar por las nuevas sillas recuperadas en el interior de los locales. No hay duda de que muchos preferirán aún las terrazas a la fresca. "Ya eran clave para la supervivencia de muchos negocios antes del covid, y ahora aún lo son más al crecer su uso como espacio de socialización".

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