Policía

Cuatro datos curiosos de la historia de la Guardia Urbana de Lleida

El cuerpo, que es el segundo de su tipo en Catalunya, ha cumplido 175 años

La ciudad celebró esta efeméride con un acto institucional y la instalación de una placa conmemorativa

Guardia Urbana de Lleida atiende llamada

Guardia Urbana de Lleida atiende llamada / Lleida

Pep Canals

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La Guardia Urbana de Lleida celebra este año su 175º aniversario. Nacida en 1846 bajo la alcaldía de Joaquim de Gomar (1803-1857), este cuerpo fue el segundo de su tipo en Catalunya, solo por detrás de la Guardia Urbana de Barcelona que fue fundada en 1843, y el cuarto del Estado Español. Su historia ha estado marcada por una evolución constante, repleta de capítulos curiosos, que reflejan la evolución de la ciudad en estos dos últimos siglos.

El cuerpo está formado por una plantilla de 215 agentes que dan servicio a los más de 140.000 habitantes que tiene la ciudad. “La Guardia Urbana es un ejemplo de proximidad, sensibilidad hacia la ciudadanía, profesionalidad y voluntad de cooperación con el resto de cuerpos y fuerzas de seguridad, además de los servicios de emergencia”, destacó el paer en cap de Lleida, Miquel Pueyo, durante el acto de celebración llevado a cabo en la ciudad en el que, además, se inauguró una placa conmemorativa de la efeméride. Los próximos años estarán marcados por la feminización del cuerpo, uno de los asuntos pendientes de la Guardia Urbana de Lleida.

La sociedad del siglo XIX no era igual que la del siglo XXI. Mientras que en sus inicios el cuerpo daba servicio a una población eminentemente rural, hoy en día atiende las principales problemáticas a las que se enfrenta una urbe de más de 100.000 habitantes: Seguridad ciudadana, regulación del tráfico, protección de la convivencia, educación viaria....175 años dan para mucho y, sobre todo, para muchas curiosidades.

Ocho guardias para 14.000 habitantes

Cuando nació la Guardia Municipal, el embrión de la Guardia Urbana en 1846, Lleida tenía aproximadamente 15.000 habitantes. El primer cuerpo estuvo formado por ocho guardias, que sirvieron bajo las órdenes del cabo Manuel Minuesa, un sargento retirado del ejército: Antonio Peralta, Lorenzo Saballé, Esteban Canellas, Juan Bautista Torné, Ramon Farré, Dionisio Farré, José Prats y Bernardo Primo.

El crecimiento del cuerpo fue lento, pero progresivo. En 1888 estaba compuesto por 11 guardias y en 1917 por 20. En su primera etapa, sus principales funciones consistieron en el control de la higiene pública e informar a la alcaldía de los delitos y las faltas que se cometían en la ciudad. El objetivo era conseguir educar a los ciudadanos en el bien común para evitar problemas de salud pública.

Así pues, en 1853, por ejemplo, su principal batalla estuvo en el control de los animales. Se prohibió que los cabreros entrasen con los animales a la ciudad para vender la leche, y se hicieron muchos anuncios para controlar la presencia de estiércol en las calles de la ciudad. En 1860 la Guardia Municipal impuso 71 multas, principalmente relacionadas con el aprovechamiento de recursos ajenos, el poco control de la ubicación del ganado y de los medios de transporte.

Primeros uniformes y primer reglamento

Las primeras décadas del siglo XX supusieron la evolución del cuerpo a lo que hoy en día es la Guardia Urbana de Lleida. En 1917 se solicita la confección de 20 uniformes para el cuerpo y aparece en escena el proyecto de reorganización de la Guardia Municipal, que se aprobó de forma definitiva en 1919 y que dio lugar a la actual Guardia Urbana.

El proyecto de reorganización de la Guardia Municipal en 1919 supuso la constitución del actual cuerpo

El proyecto de reorganización de la Guardia Municipal en 1919 supuso la constitución del actual cuerpo / Cedida / Lleida

En 1912 se había vuelto a instaurar la Dirección General de Seguridad y, para cuando se llevó a cabo la reorganización de la Guardia Urbana y se aprobó su reglamento, el acceso a los cuerpos policiales ya se realizaba mediante concurso de oposición o través de escuelas de formación, entre otras. De esta forma, en la década de los 20, el cuerpo ya contaba con todos los elementos de un cuerpo profesional de policía.

Primeras motocicletas

El control del tráfico es hoy en día una de las principales tareas que los cuerpos policiales municipales llevan a cabo. El automóvil y las motocicletas supusieron la revolución del transporte durante el siglo pasado, pero la reglamentación se fue implantando conjuntamente con el ritmo de crecimiento del parque de vehículos. La Guardia Urbana, ya en esa época, se convirtió en una imagen icónica de los cruces, desde donde regulaba el tráfico y aseguraba la seguridad vial.

Un dato curioso es que en 1954 muchas actas de tráfico explicaban que cuando se le daba el alto a un infractor, en muchas ocasiones no se podía multar. Los conductores se daban a la fuga y los policías no contaban con un vehículo perseguidor. Para dar solución a esta problemática, en 1955 se adquirieron las primeras motos de la Guardia Urbana de Lleida. Las Clúa de cuatro marchas, dos tiempos y 125cc se convirtieron en las primeras aliadas del cuerpo en la tarea.

El crecimiento del tráfico en la ciudad impulsó la compra de motocicletas

El crecimiento del tráfico en la ciudad impulsó la compra de motocicletas / Cedida / Lleida

Uniformes pioneros

En 2010, y con el objetivo de definir una vestimenta más adecuada para su función, la Guardia Urbana de Lleida fue el primer cuerpo municipal que estrenó los uniformes negros con elementos azules, que substituyeron a los amarillos reflectantes de la época. El anterior uniforme era fácilmente confundible con los que llevaban hasta el momento otros cuerpos profesionales. 

El uniforme de 2010 permitía distinguir mejor al cuerpo de otros servicios municipales

El uniforme de 2010 permitía distinguir mejor al cuerpo de otros servicios municipales / Lleida