Prevención

La trayectoria de la colada norte del volcán de La Palma obliga a evacuar a 800 vecinos en Los Llanos

Una parte del núcleo residencial de La Laguna está en riesgo de ser sepultado

La lava ha dejado de ‘alimentar’ a la fajana que crece en la playa del Perdido de Tazacorte

Evacúan a 800 personas ante la amenaza de la lava del volcán de La Palma, que fluye lenta

Evacúan a 800 personas ante la amenaza de la lava del volcán de La Palma, que fluye lenta

Jorge Dávila / Ramón Pérez

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La trayectoria que sigue la colada norte del volcán de La Palma obliga a evacuar a 800 vecinos en varios núcleos poblacionales de Los Llanos de Aridane, casi todos localizados en un perímetro semiurbano de La Laguna. La activación del Plan de Situación de Emergencia - Nivel 2 implica desalojar una zona comprendida entre el Camino Cruz Chica, el cruce con el Camino Nicolás Brito Pais y la conexión con la LP-213 (Las Martelas-Casa Kiko). En ese mismo espacio, aunque en sentido descendente, se decretó la evacuación de los caminos Breñuscos, Del Monte, Las Casitas y Los Barretos. «La medida se ha tomado con bastante antelación para que estas personas puedan ir a sus casas a recoger documentos y recuerdos», explicaba ayer Miguel Ángel Morcuende, director técnico del Pevolca, de la amenaza que se precipitaba a primeras horas de la tarde sobre La Laguna.

Morcuende confirmó que la colada primigenia ya ha perdido fuelle y no tiene aporte lávico. Sobre esta novedad, María José Blanco, directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN), comentó igualmente que la lava había dejado de «alimentar» a la fajana originada en el litoral de Tazacorte. De la segunda colada, el director técnico del Pevolca admite que su velocidad de desplazamiento es inferior a la de la principal, pero que aún continua ocasionando daños en las viviendas y plantaciones que encuenta a su paso. «Esta colada discurre por los terrenos que habíamos previsto».

Avance en diagonal

La avalancha de lava que provocó el desalojo de 800 vecinos en Los Llanos es la misma que en las últimas 48 horas se introdujo en el polígono industrial del Callejón de la Gata y originó el confinamiento de 3.000 personas en El Paso y Los Llanos de Aridane –esta medida se levantó a media mañana de ayer– al formarse una nube de gases tóxicos tras destruir en su avance una cementera y causar otras incidencias en un punto limpio y en un desguace de automóviles. Este brazo, que avanza en diagonal, suponía una seria amenaza para los vecinos que aún no habían sido desalojados. A pesar de que se mueve en pendiente y a un ritmo relativamente bajo, se decidió actuar con «mucho tiempo de antelación» debido a las importantes pérdidas que dejó a su paso por el Callejón de la Gata: no existe una previsión del tiempo que puede tardar en llegar a La Laguna.

El centro emisor de lava del volcán de Tajogaite sigue activo y, por lo tanto, no se puede descartar que aparezcan nuevas bocas. La erupción, según María José Blanco, conserva un mecanismo estromboliano (un comportamiento de carácter mixto en el que se combinan la explosividad que crean los depósitos de piroclastos y las fases efusivas, en las que aumentan el aporte de las coladas de lava). «En la escala del Índice de Explosividad Volcánica (IEV), que va de 0 a 8, el nivel en el que nos movemos en la actualidad es de 2», precisó la directora del IGN a la hora de transmitir el parte del día.

Morcuende, por su lado, precisó que a pesar de la enorme actividad sísmica que se ha registrado en las últimas horas –en La Palma se han contabilizado 35.000 terremotos en los últimos 30 días–, estos continúan teniendo una indicencia contenida, porque se han detectado a unas profundidades medias (de 10 a 15 kilómetros) o altas (superior a los 20 kilómetros). «Esto es un síntoma que nos hace pensar que no se va a crear un nuevo centro emisor», si bien «esta variable no la podemos descartar al cien por cien, pero sí que mantenemos una baja probabilidad».

Medio centenar de terremotos

Los terremotos son el pan nuestro de cada día dentro de la crisis volcánica de La Palma: entre las 00:00 horas y las 19:45 horas del martes, el Instituto Geográfico Nacional captó 58 en Canarias, la mayoría en los municipios de Fuencaliente (34) y Mazo (20), dos en las localidades tinerfeñas de Guía de Isora y Adeje y otros dos en El Hierro; en las primeras horas de la tarde se anotó uno en El Pinar (de intensidad 2,5) y en Valverde (2). El de mayor intensidad del martes se percibió a las siete y veinticinco minutos de la mañana al suroeste de la Villa de Mazo (4,1 mbLg) y los sistemas de medición del Instituto Geográfico Nacional lo localizaron a una profundidad de unos 37 kilómetros, aunque los temblores se sintieron en toda la Isla Bonita.

La suma de terremotos del pasado lunes se movió en la media de los últimos días –se captaron 80 movimientos sísmicos– y los principales municipios afectados, además de Fuencaliente y Mazo, fueron Barlovento, Breña Alta, Breña Baja, El Paso, Los Llanos de Aridane, Santa Cruz de La Palma y Puntallana.

En lo que hace referencia a la columna de cenizas, ayer volvió a alcanzar una altura de 3.500 metros y la calidad del aire fue buena: científicos de la Agencia Espacial Europea están analizando, desde el 19 de septiembre, la dispersión de los gases provocados por la erupción del Tajogaite. Los partes meteorológicos apuntaron que a lo largo de la jornada de ayer las brisas transportaron las cenizas al oeste y el este de La Palma, lo que pudo provocar alguna situación anómala en el aeropuerto de Mazo. Ayer se cancelaron 12 de las 38 operaciones programadas en las instalaciones aeroportuarias palmeras y hubo retrasos en las rotaciones procedentes de Gran Canaria y Tenerife.

Los responsables de realizar las mediciones de dióxido de azufre captaron la emisión de 21.868 toneladas y 1.848 de dióxido de carbono. En cualquier caso, la situación no llegó a lo niveles extremos del lunes, cuando los expertos detectaron en el aire 830 microgramos por métro cúbico de partículas fruto de la nube tóxica, que creció al entrar en contacto una de las coladas con el material acumulado en una cementera de Los Llanos de Aridane. La Aemet alerta de que en el día de hoy podría darse una acumulación de cenizas en la vertiente sur de Tenerife, lo que podría trastocar las operaciones aéreas previstas en el Reina Sofía.

169,44 hectáreas agrícolas

Ayer no se pudieron actualizar los datos sobre las viviendas e instalaciones devoradas por las coladas porque no «estaba disponible la información del satélite Copernicus ni el catastro», apuntó Morcuende. Eso sí, el director técnico del Pevolca facilitó el número de hectáreas agrícolas que han sido sepultadas por el material expulsado desde el interior del volcán de Tajogaite. A falta de los añadidos que se puedan hacer en relación a lo sucedido en las últimas 48 horas, ya se han perdido 169,44 hectáreas de plantaciones que se dedicaban al cultivo de plátanos (90,25 hectáreas), viñedos (48,37), aguacates (9,43) y otros productos (21,39 hectáreas). «Aunque desde el minuto cero de esta emergencia la lava se ha llevado por delante muchas casas y fincas, lo más positivo es que seguimos sin tener que lamentar pérdidas humanas».

Una parte importante de esa capacidad de respuesta la han tenido los empresarios, que están tratando de salvar una parte de sus inversiones diseñando operativos de emergencia como el que se organizó en las últimas horas en un Spar de La Laguna, que un mes y medio después de ser inaugurado está en la trayectoria de la colada que sigue descendiendo –a una velocidad de entre 10 y 15 kilómetros por hora– en busca del mar. Los empleados de esta cadena de supermercados han tenido que hacer horas extras para desalojar toda la mercancia y la logística (estanterías, neveras, televisiones, puntos de cobro) ante la inminente llegada de la lava. Algo parecido ha ocurrido en una pequeña estación de servicios que ya tiene vacíos sus tanques de combustibles (bomberos y efectivos de la UME han participado en este dispostivo) para evitar una desgracia de mayor calado.

A media tarde de ayer abandonaban los últimos vecinos evacuados de La Laguna sus domicilios con la sensación de que el regreso está en manos de la caprichosa evolución de un río de lava que nadie sabe cómo va a evolucionar, pero sí la cantidad de recuerdos que está enterrando. «Algunos de ellos se marcharon antes de que se activara esta evacuación –el número de personas que habían salido se ha cifrado en 237–, pero no queda más remedio que tomar esta decisión porque lo que puede ocurrir en las próximas horas es impredicible», señala Miguel Ángel Morcuente sobre la decisión que han tomado desde la Dirección de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias de evacuar a 800 vecinos de Los Llanos de Aridane.