Fórmula en investigación

La farmacéutica alemana Curevac renuncia a su vacuna contra el covid

La empresa anuncia que se centrará en el desarrollo de fármacos de segunda generación

Europa había reservado 225 millones de dosis de esta firma y había invertido 75 millones de euros en su estudio

Una enfermera, durante el ensayo clínico de la vacuna alemana Curevac, en el Hospital de Cruces de Bilbao.

Una enfermera, durante el ensayo clínico de la vacuna alemana Curevac, en el Hospital de Cruces de Bilbao. / Europa Press

Valentina Raffio

Valentina Raffio

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Tras más de un año de investigación y ensayos clínicos, la farmacéutica alemana Curevac renuncia al desarrollo de su vacuna contra el covid-19. Según ha anunciado la compañía este martes, su primera fórmula diseñada contra el coronavirus se retira de la carrera para dejar paso a un medicamento de segunda generación. La decisión también pone punto y final al proceso de revisión de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), que esperaba poder dar luz verde a este fármaco tan pronto se confirmara el éxito de las pruebas a gran escala. Curevac, de hecho, sonaba como una de las próximas vacunas que conseguiría la autorización de Europa.

La noticia supone el primer revés a la compra europea de vacunas. De las ocho fórmulas adquiridas por la Comisión Europea, cuatro ya han sido autorizadas (Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Janssen), tres más siguen en proceso de estudio (Novavax, Sanofi y Valneva) y tan solo una ha sido descartada oficialmente (Curevac). Según argumenta la compañía en un comunicado de prensa, la aprobación de la fórmula alemana podría haber llegado sobre el segundo trimestre del 2022.

En noviembre del 2020, mientras los Veintisiete ultimaban la compra de las primeras vacunas contra el covid-19, la Comisión Europea firmó un acuerdo de 75 millones de euros con la farmacéutica alemana para el desarrollo de su fórmula contra el covid-19. El acuerdo preveía que, en cuanto los ensayos clínicos confirmaran la seguridad y efectividad de la fórmula, los estados miembro recibirían 225 millones de dosis de este compuesto (con la posibilidad de reservar 180 millones de viales más). Según los acuerdos firmados hasta la fecha, a España le correspondían alrededor de 22,5 millones de dosis de esta fórmula (que podía o recibir o donar a países de bajos ingresos).

Vacuna de segunda generación

La farmacéutica alemana Curevac argumenta que su decisión de abandonar el desarrollo de su primera vacuna contra el covid-19 está respaldada por su compromiso con los fármacos de segunda generación. Según ha anunciado la empresa este martes, sus laboratorios ya están trabajando en una nueva y "prometedora" inmunización contra el coronavirus de la mano del gigante farmacéutico GSKG. Esta nueva fórmula, que todavía está demostrando su validez en los laboratorios, está basada en la plataforma tecnológica más prometedora hasta la fecha; el ARN mensajero (la misma herramienta que utilizan, por ejemplo, Pfizer y Moderna).

El abandono de la vacuna de Curevac también está motivado por la evolución de la pandemia de covid-19. Este fármaco, de hecho, empezó a desarrollarse cuando apenas había un puñado de variantes del coronavirus expandiéndose por el globo. Ahora, en un mundo invadido por linajes cada vez más contagiosos, muchas de las vacunas experimentales desarrolladas hace un año han 'perdido' gran parte de la efectividad que demostraban en las primeras fases de estudio. La segunda fase de los estudios clínicos apuntaba a una eficacia del 48% de la vacuna alemana

La "caída" de la vacuna de Curevac no es ni la primera (ni seguramente la última) que se produce. En estos momentos, según los datos trascendidos hasta la fecha, existen al menos seis vacunas que han abandonado la carrera de los ensayos clínicos. La australiana de la Universidad de Queensland, la de Altimmune, la de Merck y Iaivi, la de Merck y el Instituto Pasteur, la de Sanofi y TranslateBio y la del Imperial College de Londres. Tal y como refleja la panorámica global de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hoy por hoy hay más de 120 fórmulas que siguen en fase de ensayo clínico y 194 más que siguen testando su validez en los laboratorios. Todo apunta a que la inmensa mayoría de estas fórmulas no llegarán al mercado. Al menos no con su propósito inicial.