El volcán de La Palma aumenta la actividad explosiva, se rompe el cono y expulsa más lava

El aumento de la actividad explosiva del volcán de La Palma ha provocado el desplome estructural de una parte del cono, la unión de los centros emisores de lava y un aumento considerable del caudal de magma que, por el momento, fluye por la colada principal. Este suceso hace realidad uno de los temores expresados por todos los científicos, generando un nuevo cambio morfológico y el aumento del caudal de lava. Con este derrumbe se ha unido los centros emisores del cono principal y una de las fisuras que emitía la lava más liquida, provocando un mayor caudal de magma que en principio parece que mantiene el cauce de la colada principal en su camino hacia el mar.

No obstante, los técnicos de Involcan y del Pevolca están monitorizando todos los movimientos del nuevo caudal de lava, realizando varios vuelos de dron para prever cualquier actuación ante la posibilidad de que modifique su discurrir hacia la costa, aunque la previsión es que mantendrá el mismo recorrido, pese al incremento de su efusividad. Uno de los temores es que si se sale del cauce previsto pueda afectar a localidades y edificaciones que hasta ahora se habían salvado del paso de la lava como es el caso de Tajuya y una zona industrial cercana. Por el momento una de las coladas ha superado el valle que limita Las Manchas con Tajuya.

Dos semanas después de iniciarse la erupción, el volcán de La Palma se encuentra en plena fase explosiva con terremotos a más profundidad sentidos por la población y que, según los expertos, proceden del movimiento de un magma más subterráneo. Los seísmos no dejan de producirse y se han incrementado con más de medio centenar entre el sábado y domingo, el máximo de 3,6 grados. Según los registros del Instituto Geográfico Nacional (IGN) esta magnitud máxima registrada corresponde al terremoto localizado al noreste del municipio de Fuencaliente a las 4.16 de ayer. La mayoría de los terremotos se localizaron entre 11-14 km de profundidad en la zona donde comenzó el enjambre el 1 de septiembre y que desembocó en la erupción iniciada el 19 de septiembre. El sábado se localizaron cerca de medio centenar de seísmos, el mayor de 3,6, sentido con intensidad en numerosos núcleos de Los Llanos, El Paso, Breña Alta, Tazacorte, Villa de Mazo, Tijarafe, Breña Baja y Santa Cruz de La Palma.

Los vulcanólogos estudian este incremento de la actividad sísmica y la comparan con el volcán del Hierro de hace una década, ya que también en aquella ocasión durante el primer mes de erupción se sucedieron los seísmos a grandes profundidades sentidos por la población en toda la isla. En la erupción del Hierro los terremotos en el norte de la isla, que fue donde empezó todo, eran relativamente de baja intensidad, con magnitudes de 2,5 o 2,8 y luego en plena fase explosiva se llegó por encima de 4, por lo que no se descarta que en las próximas semanas la actividad sísmica supere el umbral de los cuatro grados en la isla bonita, aunque esta magnitud no provoca daños personales o materiales.

Tras la reunión ayer del comité de dirección del Pevolca se evidenció que la sismicidad continúa localizándose, principalmente, cercana a la de los primeros días, a profundidades entre 10 y 15 kilómetros. Se han registrado, además, terremotos situados a profundidades superiores a 20 kilómetros. También pueden producirse seísmos sentidos que puedan originar pequeños derrumbes en zonas de pendiente, además de que también se ha incrementado el tremor volcánico.

Los gases llegan al Caribe

La entrada de polvo sahariano y el proceso de inversión térmica que hay en la zona ha obligado a evacuar a personal científico y del dispositivo de emergencia que estaba trabajando ayer en la zona de exclusión. También los vecinos de la zona de La Laguna, a los que se les permitió ir a sus casas para recoger enseres, tuvieron que ser desalojados antes de tiempo porque la calidad del aire había empeorado debido precisamente a la acumulación de partículas procedentes del volcán nocivas para la salud y que la calima impide que puedan elevarse. De todas formas, el Pevolca insiste en que fuera de las zonas restringidas y de exclusión la calidad del aire es buena y por ahora no se ha tenido que avisar a la población para que no salga de sus casas. Lo que sí se mantiene es la recomendación sobre el uso de mascarilla, especialmente en las personas con problemas respiratorios, inmunodeprimidas, niños y embarazadas, a los que se les pide que eviten estar mucho tiempo en el exterior.

En el último informe de la actividad volcánica de Cumbre Vieja y que ayer explicó la encargada del IGN de vigilar la erupción, Carmen López, advierte que «la presencia de una marcada inversión térmica (en torno a 10 grados centígrados, con base y tope a 500 y 1.000 metros respectivamente), unido al régimen de vientos predominante en la vertiente oeste de la isla son condiciones meteorológicas desfavorables desde el punto de vista de la calidad del aire». La altura de la columna de cenizas y gases es de 3.000 metros y los vientos la empujan hacia la vertiente sur de la isla, con lo que de seguir así podría llegar ceniza fina a El Hierro.

La inversión térmica no es óbice para que los gases que expulsa el volcán hacia la atmósfera se extiendan más allá del Archipiélago. De hecho, una imagen del satélite Copernicus evidencia como la nube de azufre junto al polvo sahariano se extiende en parte de África y por el Océano Atlántico hasta el punto de que una nube de polvo del desierto del Sahara, junto a dióxido de azufre (SO2) con origen en el volcán de La Palma, afectó ayer a Puerto Rico y ha provocado un deterioro en la calidad del aire del territorio caribeño. La Sociedad de Astronomía del Caribe divulgó a través de las redes sociales que la misión Copernicus Sentinel-2 de la Agencia Espacial Europea (ESA) detectó dióxido de azufre sobre Puerto Rico y el Caribe proveniente del volcán de Cumbre Vieja.

Subraya que la nube ya entró en el Caribe y una parte densa se encuentra justo sobre Puerto Rico, por lo que se recomienda el uso de mascarilla. La Sociedad de Astronomía del Caribe indica que las previsiones sugieren que la nube pudiera llegar a República Dominicana durante la noche. La entidad recuerda que el dióxido de azufre tiene efectos irritantes en los ojos y especialmente en las vías respiratorias. El Servicio Nacional de Meteorología (SNM) en San Juan indicó que se ha observado la presencia de SO2 combinado con el polvo del Sahara sobre Puerto Rico, con predominio de este último sobre la región.

Esta fase más explosiva del volcán y la aparición de más lava procedente de otras bocas eruptivas ha incrementado la invasión de más terrenos por las coladas que siguen su paso hacia el mar. Hasta ahora las edificaciones y construcciones afectadas suman ya 1.074, de las que 946 ha sido totalmente destruidas por las coladas y 128 dañadas o en riesgo. La superficie terrestre invadida por la lava suma casi 400 hectáreas, 52 hectáreas más que la jornada anterior, con una anchura de hasta 950 metros en su avance hacia el litoral.

En relación con las infraestructuras, ya son 30,7 los kilómetros de carreteras afectados por el paso de la colada que han quedado inutilizadas en las vías LP-2, LP-212, LP-211, LP-213 Y LP-2132.

Sin embargo, lo que más preocupa ahora es el abastecimiento de agua, tanto para consumo humano como para el riego agrícola, una vez que la lava ha destrozado las canalizaciones que llevaban agua a las zonas de Puerto Naos, El Remo y otros núcleos donde también hay una amplia superficie plantada de plataneras. Ante la premura que existe por las pérdidas que puede suponer para el sector y la falta de suministro de agua a la población, el Gobierno canario y el Ministerio de Transición Ecológica dispondrán la instalación de dos plantas desaladoras portátiles en el área de Puerto Naos que garantizan un caudal aproximado de 6.000 metros cúbicos diarios. También se trasladará un buque cisterna desde la Península de unos 3.500 metros cúbicos de capacidad.

La fajana creada en el mar continúa aumentando su extensión contando con cuatro puntos principales de alimentación. También continúa el penacho marino a lo largo del borde del delta de lava, produciendo nubes de vapor de agua y ácido clorhídrico que se concentran en una pequeña área alrededor de la zona. Ante esta situación, el Pevolca recomienda mantenerse a una distancia prudencial y estar atentos a la dirección del viento. El nuevo terreno ganado por la isla y que se apreciará en los nuevos mapas ya cubre más de 27 hectáreas, mide 540 metros y tiene 50 metros de profundidad.