Negligencia médica

Indemnización por la muerte de un hombre que esperó dos años a ser operado

La familia del paciente, fallecido a los 65 años, recibirá 105.000 euros de indemnización

Manuel López Becerra, con su mujer, también fallecida.

Manuel López Becerra, con su mujer, también fallecida. / EL PERIÓDICO

J. G. Albalat

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Manuel López Becerra tenía 65 años cuando falleció. Una isquemia intestinal generalizada, provocada por el retraso de casi dos años en la extirpación de una hernia gigante que le sobresalía del abdomen, acabó con su vida. A pesar del riesgo para su salud, sus peticiones para que se adelantara la intervención cayeron en saco roto. Estaba en lista de espera. En octubre de 2014, ingresó de urgencias en el Hospital de Bellvitge con evidentes signos de afectación intestinal. Su estado fue empeorando día a día, hasta que en diciembre entró en coma y el enero siguiente murió. Su familia ha llegado a un acuerdo extrajudicial con una compañía de seguros del centro sanitario por el que esta les indemnizará con 105.000 euros como perjudicados.

López Becerra era vecino de L’Hospitalet de Llobregat. Había sido tornero. En 2009 fue operado de un cáncer interhepático, del que curó con normalidad. Sin embargo, a raíz de esta intervención, le quedó un hernia (eventración, o fuga de un órgano o tejidos adyacentes de la cavidad en la que están contenidos) en la parte superior del abdomen. Poco a poco el bulto se fue desarrollando, según la demanda presentada en su día por la familia del paciente, representado por el abogado José Aznar Cortijo, de Verdún Legal.

Al cabo de unos meses, en marzo de 2011, el paciente fue operado de esa eventración, pero su problema continuó y debió volver a visitarse en octubre del año siguiente en el servicio de digestivo del Hospital de Bellvitge, donde se constató que se había reproducido la hernia y se solicitó un TAC abdominal. En enero, el paciente se visitó otra vez y le comunicaron que la prueba desvelaba que tenía un hematoma y una nueva eventración de la pared abdominal con tramos de intestino delgado en el interior. La doctora anotó que debía operarse. La demanda expone que con los antecedentes del paciente "debía haberse tomado medidas específicas para evitar" ese riesgo y no se hizo "con clara puesta en peligro de la vida del paciente". 

Al hombre se le pone en la lista de espera el 9 de enero de 2013. Había incrementado el riesgo por la existencia de un trozo del intestino dentro del enorme bulto. A pesar de las peticiones y el peligro para su salud que suponía este problema, los meses fueron pasando sin lograr entrar en el quirófano. Le anunciaron, incluso, que sería operado antes de finalizar el año, pero esa cita nunca llegó. Después de reiteradas visitas y solicitudes para señalar la operación, en octubre de 2014, Manuel ingresó de urgencias con evidentes síntomas de afectación intestinal. Le salía líquido de la úlcera de la hernia, no paraba de vomitar y tenía fiebre.

En cuidados intensivos

La demanda precisa que se había producido una isquemia (reducción del flujo sanguíneo) intestinal que consideraron irreversible los facultativos. A pesar de unos primeros indicios de recuperación, el hombre empeoró “progresivamente” y fue ingresado en la uci varias veces, hasta llegarle a intubar. Además, se infectó de un germen hospitalario. A finales de diciembre entró en coma y en enero del 2015 falleció. "Hay falta de pericia y de diligencia debida por los servicios asistenciales del servicio de cirugía abdominal del Hospital de Bellvitge, por cuanto el tiempo de espera es excesivamente dilatado, no es admisible que se tarde desde enero de 2013" para operar una hernia gigante hasta octubre de 2014, dejando al paciente en lista de espera durante un tiempo que "supera ampliamente" los plazos para este tipo de intervenciones.

La familia, en un primer momento, presentó una denuncia penal, pero el juzgado la archivó al considerar que los hechos no eran constitutivos de delito. La familia, a pesar de ello, interpuso una demanda civil de cuantía indeterminada. Tras la recepción de la misma por la compañía de seguros del hospital se ha formalizado un acuerdo (validado por un juez de Barcelona) en el que se reconoce el daño causado y se indemniza a la familia del fallecido.