¿El fin de la pandemia?

La contención del virus despierta el optimismo en varias comunidades

Navarra dice que puede estar "ante el final de la situación pandémica" con 70 casos por 100.000 habitantes

Catalunya, Madrid y Asturias flexibilizan sus restricciones con la mejoría de la evolución de la pandemia

UCI para pacientes con covid en el edificio Garbí del Parc Sanitari Pere Virgili de Barcelona

UCI para pacientes con covid en el edificio Garbí del Parc Sanitari Pere Virgili de Barcelona / FERRAN NADEU

Patricia Martín

Patricia Martín

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En las calles se respira un ambiente de cierta tranquilidad. Avanza el mes de septiembre y los datos epidemiológicos aún no indican que la temida sexta ola, provocada por la vuelta al trabajo, al colegio o la relajación de las restricciones, esté al caer. Por ello, se observa cierto optimismo en la ciudadanía, que se atreve a quitarse la mascarilla en el exterior con más frecuencia que cuando se flexibilizó la norma, y también en algunas instituciones. Navarra ha señalado este jueves que puede estar “ante el final de la situación pandémica”, aunque los expertos avisan de que “hay pandemia para rato”. Quizá se esté juntado, avisan, el hambre con las ganas de comer, porque después de año y medio de sufrimiento, todo el mundo quiere pasar página.

La situación es muy distinta en el conjunto de España -con el 76% con pauta completa- o en Europa, que en países de Asia, América Latina o África. Menos del 1% de la población de los territorios con ingresos bajos y medios tiene la pauta completa. La OMS destacó la semana del 6 de septiembre que se ha producido, a nivel mundial, “la primera bajada sustancial de casos semanales en más de dos meses”. Por ello profesores como François Balloux, del University College de Londres, han señalado en Twitter que “en una gran parte del planeta –la mayor parte de Europa y del continente americano- la pandemia entra en su fase final. “Habrá brotes epidémicos en los próximos meses y años, pero no preveo oleadas comparables a las que vivimos en los últimos 18 meses”, ha pronosticado.

Para los epidemiólogos es un error tener una actitud triunfalista, por lo que piden no bajar la guardia

En España la primera institución en abrir la puerta a la esperanza, o apuntarse al triunfalismo, según se mire, ha sido la Comunidad de Navarra. La incidencia en esta autonomía se sitúa en 70 casos por 100.000 habitantes a 14 días, el nivel de riesgo medio según el ‘semáforo’ de alertas de Sanidad y lejos de los 25 casos por debajo de los cuales se entra en la definición técnica de ‘nueva normalidad’. Pese a ello, el último informe del Instituto de Salud Pública navarro señala que, salvo que aparezcan factores inesperados, la Comunidad Foral “puede estar ante la finalización de la situación pandémica”. Y la presidenta de Navarra, María Chivite, ha considerado que dicha meta “está muy cerca”. “Técnicamente estamos por debajo del umbral pandémico, llevamos toda la semana con menos de 30 casos al día”, ha argumentado.

La flexibilización

Otras autonomías no han ido tan lejos pero todas están embarcadas en flexibilizar las restricciones. En Catalunya este jueves entra en vigor la apertura de terrazas en bares y discotecas hasta las tres de la madrugada. Y la Comunidad de Madrid, que dio libertad de horarios a la hostelería y el ocio nocturno el pasado lunes, ha comunicado que los niños no tendrán que llevar mascarilla en los colegios para realizar deporte al aire libre. Y así suma y sigue. Asturias es la primera autonomía que ha alcanzado el nivel de nueva normalidad (por debajo de 25), con una incidencia de 18, seguida de Galicia, con 50. Y por arriba encabeza la lista Melilla, con 171, y en la península, Cantabria, con 103.  

En este contexto, el Consejo Interterritorial ha dado luz verde al comité de expertos que evaluará la gestión de la pandemia, con la vista puesta más en sacar lecciones de cara a futuras crisis sanitarias que en revisar el pasado. Carolina Darias anunció su puesta en marcha el miércoles en una rueda de prensa en la que un periodista le preguntó si vislumbra el fin de la mascarilla, algo impensable este verano cuando la quinta ola provocó más de un millón de contagios y más de 4.600 muertes. La ministra de Sanidad no puso fecha de caducidad al tapabocas, pero el referente está en Dinamarca, donde yo no es obligatorio ni hay ningún tipo de restricción. Si la experiencia danesa sale bien, quizá más países decidan emprender el mismo camino.

Las advertencias

No obstante, los médicos y científicos piden precaución. Basta tener presente los fracasos pasados, las múltiples de desescaladas que se han saldado con miles de hospitalizaciones y el carácter imprevisible de este virus, para no lanzar las campanas al vuelo. “Hay un optimismo desmesurado cuando todavía el virus provoca en España muchas muertes al día, que pasan desapercibidas”, advierte el epidemiólogo Joan Caylà. “Tenemos pandemia para rato”, añade, para a continuación avisar que España aún no se ha librado de la sexta ola y esta puede llegar, como las anteriores, en cualquier momento.

A su juicio, las autoridades no deberían relajarse cuando España alcance, veremos si en unas semanas o en un futuro más lejano, el grado de incidencia de la nueva normalidad. Caylà reclama en ese caso aprovechar para rastrear todos los contactos e implementar mejor las medidas preventivas, con el fin de llegar, algún día, al nivel 0 covid, como sucede con el sarampión, que en España está erradicado.

Coincide con esta opinión Daniel López Acuña, quien asegura que “la meta no está en pensar que se acaba la pandemia sino en vacunar a todos los que faltan, mantener los aislamientos, realizar el rastreo y relajar gradualmente las restricciones, porque puede haber repuntes”. El exdirectivo de la OMS avisa que ni España ni Navarra son islas y a través de las fronteras pueden entrar variantes que escapen a la inmunidad de las vacunas. Además, los antígenos actuales no evitan el contagio sino los síntomas más graves, por lo que “la inmunidad de grupo es un espejismo”. En definitiva, “son peligrosas las actitudes triunfalistas”, defiende.