El fiscal actúa contra Endesa por la multitudinaria muerte de aves electrocutadas

El fiscal de Medio Ambiente de Barcelona, Antoni Pelegrín, ha solicitado a un juzgado de Vic que con “la mayor urgencia” requiera a la compañía Endesa la reparación de una serie de postes o tramos de tendido eléctrico deficientes y que han ocasionado en los últimos meses multitud de electrocuciones de pájaros, muchos de ellos protegidos. Esta petición ha sido dirigida al órgano judicial que está tramitando la querella interpuesta contra la compañía eléctrica por dos delitos ecológicos por la muerte de aves.

La acusación pública atribuye a los encausados no cumplir las normas que "imponían la obligación de mantener las redes eléctricas en condiciones técnicas adecuadas y sin dañar o poner en peligro la fauna y el medio ambiente en general". Los tendidos eléctricos distribuidos a lo largo de España ocasionan el fallecimiento de unas 33.000 rapaces al año. La querella detalla la electrocución de especies protegidas, como la cigüeña blanca, el busardo ratonero, el águila culebrera, el azor y el búho real, entre otras. El simple gesto de desplegar sus alas provoca que toquen los cables y reciban una descarga. O simplemente mueren al posarse en una torre.

El fiscal ha comunicado al juzgado, según la documentación a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, que ha recibido información de los Agents Rurals de “más episodios de electrocución de aves” en tendidos eléctricos “responsabilidad” de la compañía y “de las personas investigadas” (hay seis directivos querellados), como máximos responsables de su correcto funcionamiento. El representante del ministerio público precisa que estos incidentes son indicativos “de la situación de riesgo grave que suponen” las instalaciones bajo sospecha y que tienen los cables “sin ninguna protección que evite” el fallecimiento de los pájaros.

Enclaves bajo sospecha

Al menos, se han constatado en los últimos meses electrocución de aves en varios tramos de suministro eléctrico, como los que pasan por los municipios de Hostalets de Pierola, Calonge de Segarra, Calaf, Igualada, Òdena, Santa Eugenia de Berga, Tona, Pinós, Gelida, Perafita, Bellprat, Sant Martí d’Abars, entre otros muchos. Solo en uno de los dos escritos presentados aparecen 27 enclaves donde se han producido muertes. Las aves afectadas son muy diversas: cigüeñas, buitres, águilas, cernícalos y más.

La querella subraya que Endesa está sujeta a una normativa que le impone "la obligación de adoptar en el ejercicio de su actividad las medidas necesarias para la evitación de los riesgos o daños que el transporte de la energía eléctrica conlleva, no solo para las personas sino también para la flora, la fauna y, en general, el medio ambiente". Por tanto, precisa el fiscal, "está obligada a no poner en riesgo o dañar gravemente la biodiversidad que vive en estado silvestre y que puede entrar en contacto con sus instalaciones industriales de transporte de la energía eléctrica". La Generalitat remitió en su día al fiscal un mapa (de 2014) que localizaba 1.089 tendidos susceptibles de ser renovados en Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Un portavoz de Endesa aseguró este jueves que siempre ha atendido a los requerimientos del juzgado de Vic y que no han recibido ninguna petición como la efectuada por el fiscal. La compañía anunció en marzo una inversión de 4,6 millones para solucionar el problema.