Mercedes-Benz Fashion Week Madrid

Bad Gyal debuta como modelo de la mano de Andrés Sardà

La 'xavaleta de Vilassar' ha abierto y clausurado el desfile 'Oriental Dream' de la veterana firma lencera

Bad Gyal debuta como modelo para Andrés Sardà

Bad Gyal debuta como modelo para Andrés Sardà / EUROPA PRESS / EDUARDO PARRA

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La cantante de dancehall Bad Gyalha abierto los desfiles de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid (MBFWM) de la mano de Andrés Sardà, en un desfile que la 'xavaleta de Vilassar' también ha clausurado y que ha aprovechado para mostrar su carácter polifacético y su relación con la moda (la pasada primavera firmó una colaboración con Bershka). “Me flipa la moda, me encanta involucrarme ‘a full’ en todo lo que hago”, ha declarado la autora de 'Alocao'.

“Me he sentido muy a gusto, muy yo, y sobre todo muy fuera de mi zona de confort. Hacer cosas diferentes es algo que me mola”, ha declarado Bad Gyal tras bajarse de la pasarela de Andrés Sardà, en la que con el arrojo que la caracteriza ha sido la encargada de abrir y cerrar el primer desfile dentro del calendario oficial de la pasarela.

Ataviada en lencería, zancos y un kimono mini de inspiración japonesa en tonalidades rojas y doradas, la artista ha inaugurado el desfile 'Oriental Dream'' de la firma lencera Andrés Sardà, siguiendo la estela de otros rostros conocidos como Bimba Bosé, Victoria Abril o Rossy de Palma, entre otros.

Con el lanzamiento de su tema 'Fiebre' en 2016, Alba Farelo (Vilassar de Mar, Barcelona, 1997), más conocida como Bad Gyal, catapultó su carrera en la música, hasta hacerse un hueco y ganarse el apodo popular de 'la reina del dancehall' en conciertos en los que sus letras atrevidas y sus bailes de 'twerk' copan las redes sociales.

“Me flipa la moda, me encanta involucrarme ‘a full’ en todo lo que hago. Estoy muy implicada en todo lo que me pongo, sean videoclips o conciertos”

Icono ráchet

Cinco años después su carrera no ha parado de crecer. Y es que además de ser un emblema en la música actual, lo es también estéticamente. Su coleta alta y tirante, su delineador y lápiz de ojos definido y sus estilismos la han convertido también en un referente de estilo ráchet, estética urbana ligada a la subcultura del trap y los nuevos géneros musicales que abandera.

“Cuando terminé mi primera pasarela pensé que en la prueba lo hice mejor. Es lo de siempre, en los conciertos también es así”, apunta la catalana, que ha sorprendido al público al recorrer la pasarela con aplomo y seguridad sobre zancos con plataforma y un minikimono con cola larga.

Reconoce que “adora” la moda, y la colección llega de la mano de Andrés Sardà al tener una costurera en común con el equipo de lencería, con quien trabaja en sus proyectos. “Siempre le digo los diseños que quiero, hacemos muy buen equipo”, explica sobre los estilismos que elabora para lucir en sus distintos proyectos musicales.

“Me flipa la moda, me encanta involucrarme ‘a full’ en todo lo que hago. Estoy muy implicada en todo lo que me pongo, sean videoclips o conciertos” , apunta la artista, que define esta experiencia junto a Sardà como un sueño: “Estoy encantada, es una satisfacción encontrarte con personas como Núria Sardà, que te tratan de lujo”, dice.

La determinación con la que ha pisado por primera vez la pasarela define el carácter de la catalana, ese que la impulsa como uno de los nuevos referentes feministas del momento. “Si represento eso, estoy haciendo algo bien. Todo el mundo se merece sentirse la reina algún día de su vida y todos los que pueda”, dice Bad Gyal tajante.

En sus letras, bailes y publicaciones predica este mensaje, el de ser fiel a uno mismo por encima de códigos y prejuicios. “Te tienes que querer tú. Es el mejor ‘lifestyle’, quererte y estar ‘a full’ contigo mismo”, explica la artista incidiendo en el mensaje que trata de consolidar con sus temas.

“Una mujer que se maquilla, que se viste con 'shorts' y que enseña la raja del culo no tiene que ser diferente en cuanto a su alma o personalidad con otra que no se depila o que va rapada. Eso no dice nada de lo que somos, son solo herramientas”.

Consciente de su influencia y tras debutar sobe la pasarela, explica que le encantaría seguir ampliando proyectos en el sector de la moda: “Me encantaría poder diseñar mi colección algún día, pero siento que estoy en un punto de mi carrera en el que me queda muchísimo por hacer”, dice.

“El curro de artista es muy sacrificado, vivimos en la era del ‘streaming’, hay que estar siempre ahí. La música ha cambiado mucho y requiere muchísimo esfuerzo y dedicación, sean 15 o 18 horas al día”, dice consciente de su situación, aunque no descarta futuros planes, y matiza tener “muchos sueños y aspiraciones” por cumplir.