Emergencia social

Cerdanyola, uno de los barrios más vulnerables de Mataró

El objetivo de la ayuda de la Diputación es reconvertir el Espai Gatassa en un centro de referencia para detectar las necesidades sociales de una zona altamente “degradada” según los vecinos

Mataró

Mataró / Sergi Conesa

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Mataró es uno de los 13 municipios beneficiarias del programa ‘Barrios y Comunidades: motores de transformación social’ de la Diputación de Barcelona, que tiene como objetivo actuar en entornos donde se registre una situación de segregación urbana y social. Este es el caso de Cerdanyola, en la capital del Maresme, uno de los barrios más poblados y socioeconómicamente deprimidos de toda la ciudad.

En general, el programa de la DIBA prevé generar conocimiento en torno a proyectos de cada barrio de estas trece localidades e impulsar una figura profesional específica para desarrollarlos, además de promocionar acciones para luchar contra la pobreza, la exclusión y la vulnerabilidad, y fomentar el empoderamiento del vecindario y un modelo urbano sostenible, cohesionador y saludable.

En cuanto al barrio mataronense de Cerdanyola, la DIBA se ha fijado en el equipamiento público Espai Gatassa, donde se actuará para que el centro sea una referencia en la zona a la hora de detectar necesidades sociales de los vecinos, que serán abordadas mediante el trabajo comunitario. “Se trata de una cantidad importante de dinero para hacer comunidad y mejorar la calidad de vida del barrio”, ha expresado el alcalde socialista, David Bote, en relación a los 172.900 euros que destinará la diputación a este barrio de Mataró.

Actualmente el Espai Gatassa ya acoge un centro cívico y un casal para la tercera edad. ¿Qué se pretende hacer ahora? Darle un impulso al equipamiento en materia de inclusión social; aunque los detalles aún están por ver ya que el proceso participativo entre asociaciones y entidades tendrá la última palabra. Sea como fuere, las acciones deberán estar “dibujadas” antes del 31 de diciembre de 2021 ya que el proyecto se irá desarrollando durante el 2022.

Un barrio complejo

Mataró es una ciudad con grandes desigualdades internas a nivel económico y social. Encontrándose en el Maresme, una de las comarcas catalanas más ricas, reúne algunos de los barrios más pobres, como Cerdanyola o Rocafort. Cerdanyola es, por detrás del Eixample, el segundo barrio más poblado de Mataró. Cuenta con una población de 31.421 habitantes, con una media de edad más joven y un gran porcentaje de vecinos nacidos en el extranjero. Sus bolsas de pobreza y marginalidad son mucho más elevadas que la media municipal.

Según un estudio del Instituto de Gobierno y Políticas Públicas (IGOP) de la UAB, la segregación urbana por nivel de renta está cada vez más acentuada en el área metropolitana y las ciudades medias son cada vez más pobres. 

En los últimos años la población con rentas altas ha abandonado las ciudades para instalarse en los pueblos y, por el contrario, ciudades como Mataró, Sabadell, Terrassa o Granollers han recibido población con rentas bajas y un alto índice de inmigración, que se ha ido juntando en barrios periféricos.

El ejemplo de Mataró, del que parte el estudio, marca el patrón de segregación que siguen el grueso de ciudades medianas del arco metropolitano. La capital del Maresme tiene menos autonomía y capacidad fiscal y unos ingresos significativamente más bajos que los municipios de su entorno más cercano.

Hace años que los vecinos de Cerdanyola vienen denunciando el aumento de la degradación, de la inseguridad y del incivismo en el barrio. Sin ir más lejos, la pasada semana, una mujer denunció haber sido víctima de una agresión sexual grupal cuando paseaba su perro a primera hora de la mañana. Los Mossos d’Esquadra siguen investigando el caso.

El consistorio mataronense confía en sus planes de actuación integral para reconducir la situación. Para 2021, el Plan de Actuación Integral prevé inicialmente 87 acciones cuantificadas en 2,2 millones de euros, con programas educativos, de convivencia, de actuación comunitaria, de soporte a las entidades y de mejora del espacio público, entre otras.

No obstante, sin ayuda de otras administraciones las posibilidades de afrontar con éxito tal desafío son escasas. Por este motivo, todos los grupos municipales de Mataró también reclaman a la Generalitat una nueva ley de barrios.