Fenómeno turístico

El resurgimiento del 'Teruel italiano': boom turístico por el covid

La región de Molise, una de las más despobladas del península Itálica, ha recibido este año un 300% más de turistas que el pasado

“El covid nos ha ayudado, porque la gente está prefiriendo el turismo de proximidad”, admiten los propios molisanos

Vista de la localidad de Trempoli, en la región italiana de Molise.

Vista de la localidad de Trempoli, en la región italiana de Molise. / DEA / U COLNAGO

Irene Savio

Irene Savio

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Lo que no se pudo lograr durante décadas y décadas, una región italiana lo está consiguiendo, sin tantos rodeos, durante la pandemia. Molise, un área a menudo comparado con la provincia española de Teruel por su despoblación, ha logrado que estos días se hable bastante de ella en Italia. La razón es la excepcional oleada de turistas que, en lugar de elegir otros destinos, han decidido volcarse en las costas de esta región dotada de amplias zonas de naturaleza virgen, pero hasta ahora prácticamente ignorada y víctima de burlas por su pequeño tamaño y, sobre todo, por su poca fama ('Molise no existe' es una broma común entre los italianos). 

Algunos números los ha desgranado recientemente, eufórico, el concejal de Turismo de la región. “En los primeros seis meses del año”, ha dicho Vincenzo Cotugno, el número de turistas “se ha incrementado en un 300% comparado con ese mismo periodo en 2020, cuando ya se había producido una alza del 170%” con respecto al año anterior. “Son datos inimaginables, impensables hasta hace algunos años”, ha añadido. “Todo está agotado hasta septiembre”, ha festejado el gobernador de Molise, Donato Toma. 

“En junio se trabajó bien, en julio quizá podría haber ido mejor, pero a partir del 15 de agosto por dos semanas ha habido números récord. En las playas todo estaba lleno. Y también los restaurantes tuvieron buenos resultados”, ha confirmado también Domenico Venditti, presidente de la asociación de balnearios de la región Sib. “Molise es ‘sold out’”, ha concluido finalmente el diario italiano La Repubblica.

Burlarse de la burla

Miriana, administradora de una de las páginas en Facebook que desde hace una década intentan promover la imagen de la región, Molisn’t, lo considera un raro rayo de sol en una época turbulenta. “El covid nos ha ayudado, porque la gente está prefiriendo el turismo de proximidad”, afirma esta joven de 27 años que, por amor a su tierra, ha decidido no irse -como muchos de sus coetáneos- y ha invertido en una pequeña empresa local. 

“Ese es otro ingrediente. Desde hace años algunos jóvenes molisanos elegimos la ironía para no dejar morir nuestra región”, añade la mujer al explicar que una de las tácticas ha sido precisamente burlarse de la burla de sus compatriotas sobre la existencia real de Molise. “Gracias a esto, hemos generado atención sobre nosotros y nuestra región, y varios personajes famosos y deportistas conocidos han empezado a vacacionar por aquí. Se divierten en escribir en las redes que están en la región que no existe”, explica Miriana a EL PERIÓDICO, tras explicar que esta defensa de la región ha sido empezada “desde abajo” por los ciudadanos. 

El resultado es llamativo por el tamaño de Molise, unos 4.500 kilómetros cuadrados en los que hay apenas unos 300.000 residentes registrados (un tercio de los que viven en la isla de Mallorca), y unas 11.000 camas turísticas. Un éxito que ya ha hecho caer alguno en la tentación de aumentar los precios. Esto tras que algunas famosas guías turísticas anglosajonas recomendaran el lugar como uno de los mejores para visitar este año, y que las autoridades locales -como ha ocurrido en otras ciudades y pueblos de la Italia meridional interesadas en iniciativas de repoblación- lo promoviesen como un destino para el llamado ‘south working’, el teletrabajo desde el sur, otro fenómeno de moda en Italia gracias a la pandemia. 

Largo destierro

El punto de partida no era color de rosa. Por siglos, Molise, poblado en gran parte en la antigüedad por la tribu de los samnitas, ha vivido un largo destierro. Invadido en el siglo III a.C. por los romanos, sus parajes fueron escasamente considerados primero por estos y luego, según las crónicas históricas, por los pueblos que llegaron después, los lombardos, normandos e, incluso, los borbones. 

Así continuó también con la unificación de Italia (1861-1870) y con la creación de Molise como tal en 1963, cuando este territorio se separó de Los Abruzos, convirtiéndose en la región más joven de Italia. Unas circunstancias que ha pasado factura a los molisanos. Un reflejo es el del PIB per cápita de esta región italiana (21.300 euros anuales en 2019, según Eurostat) que, a pesar de que ha crecido en los últimos años, aún se sitúa por debajo del promedio de la Unión Europea.

En el siglo XX, en efecto, la desbandada hacia las ciudades italianas protagonistas del desarrollismo del centro y norte de Italia (Milán, Bolonia y Florencia a la cabeza) hizo el resto, con una emigración masiva que -antes de la pandemia- los estudiosos pensaban que iba a continuar en los próximos años. Ahora, esa es una incógnita. Como lo es la respuesta a otra inevitable pregunta: ¿Será efímero el éxito de Molise?