Indignación en Galicia por el vaciado de dos presas de Iberdrola

Cuando arde en el Macizo Central de Ourense o en el Parque Natural del Xurés, en la mayoría de las ocasiones el ataque ha de hacerse desde el aire, porque los parajes, escarpados y a más de mil metros de altitud, resultan de muy difícil acceso para la llegada de vehículos de extinción como motobombas. Por eso, además de la existencia en el territorio de puntos de agua, los embalses juegan un papel estratégico para la carga en las proximidades del fuego por parte de los aviones y helicópteros. El riesgo de que arda y que no sea posible tener una reserva cerca es lo que más preocupa a Melisa Macía, la alcaldesa de Vilariño de Conso.

En este municipio ourensano de medio millar de habitantes están dos de los embalses en los que el Gobierno investiga posibles incumplimientos de la hidroeléctrica Iberdrola con las condiciones de explotación o el caudal ecológico, que si se acreditan pueden dar lugar a sanciones. La presa de Cenza está por debajo del 17% de su capacidad, cuando la media a estas alturas de 2020 era del 62%. La de As Portas está poco por encima del 15% (hace un año, al 79%). “Nunca estuvieron tan bajos, los mayores del lugar no los recuerdan así”, afirma la alcaldesa.

No solo está pasando en Galicia. Algo semejante sucede en ambalses de Zamora o Cáceres, según Femembalses, la Federación de Asociaciones y Municipios con Centrales Hidroeléctricas y Embalses. "La explicación de este rápido desembalse de agua está en el aumento del turbinado de agua", una actividad que precisa desembalsar el caudal para que haga funcionar las turbinas que generan la energía eléctrica. "Este interés de las eléctricas por un mayor turbinado, y con ello poder generar más energía eléctrica, tiene su argumentación en los altos precios que tiene actualmente la electricidad", denuncia Femembalses.

Con el nivel del agua bajo mínimos, emergen del pantano vestigios del pasado, como castaños secos, fincas cerradas y, por lo tanto, recuerdos de lugares que en su día fueron inundados para la construcción del embalse, como la parroquia de Veigas de Camba. “Al Concello y a los vecinos no nos afecta la situación a nivel de abastecimiento de agua para el consumo o los regadíos, pero sí el impacto medioambiental y la preocupación de que si hay un incendio en zonas inaccesibles pueda haber un grave problema”, explica la joven regidora.

“Los aviones cargan en Portas, O Bao y en Cenza, casi todos en este último si afecta a zonas del macizo. Si hubiera un fuego a las puertas del parque natural también sería el más cercano. Además, también se carga para otras zonas, como Verín. Desde As Portas igual aún es posible, porque es largo y ancho, pero desde Cenza ya no”, señala Macía.

La presa de Salas, en Muíños (1.400 habitantes), la gestiona Naturgy. Se encuentra al 27% de su capacidad, casi la mitad que el 51% de 2020. Es la tercera sobre cuyo vaciado extremo ha abierto un expediente el Gobierno, a través de la Hidrográfica del Miño-Sil, que lleva a cabo “un control exhaustivo de los datos”.

El alcalde de este municipio, Plácido Álvarez, asegura que el nivel de Salas, “que está muy vacío, incluso menos de lo que dice la Confederación”, hace inviable la carga de aviones contra los incendios, mientras que el de As Conchas por ahora lo permite. “Tanto el Concello como los vecinos estamos sorprendidos”, afirma refiriéndose al vaciado que han experimentado las presas. “La Confederación es implacable con vecinos y concellos, así que espero que a las eléctricas se les exija también”.

El BNG pide sanciones para Iberdrola y Naturgy. El parlamentario ourensano Iago Tabarés señala que las presas de As Portas u Cenza, en Ourense, “están solo al 15% de su capacidad, un 52,42% por debajo de su promedio habitual tras el aumento de la producción hidroeléctrica para su venta en un mercado que está experimentando prtecios históricoas". Tabarés insta a la Xunta a adoptar medidas para evitar la sobreexplotación.

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