Energía del futuro

"Avance histórico" hacia el sueño de la fusión nuclear

Un laboratorio estadounidense anuncia el éxito de un experimento para lograr la fusión nuclear

Los investigadores argumentan que estamos muy cerca del umbral de ignición; el momento en que la energía producida supera a la utilizada para provocar la reacción

Una cámara gigante de la planta de ignición nuclear (NIF, National Ignition Facility) de California, donde se realizan las pruebas de fusión nuclear con rayos de 192 láseres.

Una cámara gigante de la planta de ignición nuclear (NIF, National Ignition Facility) de California, donde se realizan las pruebas de fusión nuclear con rayos de 192 láseres. / AFP

Afp

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Hace décadas que la comunidad científica sueña con conseguir la fusión nuclear; un proceso que, si se lograra, podría convertirse en una fuente limpia y prácticamente infinita de energía. Laboratorios de todo el mundo trabajan para entender cómo funciona este fenómeno y, sobre todo, cómo desencadenarlo. Según ha anunciado el centro de investigación estadounidense National Ignition Facility (NIF), de Livermore (California), esta semana se ha producido un "avance histórico" hacia el sueño de la fusión nuclear.

En un experimento realizado en el centro el pasado ocho de agosto, un solo disparo coordinado de 192 haces de luz láser consiguió provocar la fusión de una minúscula cápsula de oro repleta de hidrógeno y de dos de sus isótopos, deuterio y tritio, que, a su vez, generó "un punto caliente del diámetro de un cabello humano, que desencadenó más de 10 billones de vatios de potencia de fusión durante 100 billonésimas de segundo". Los primeros datos del experimento, todavía pendientes de revisiones independientes, apuntan a que se produjeron alrededor de 1,3 megajulios (MJ); ocho veces más energía que la desencadenada en el experimento más exitoso del centro, logrado en primavera del 2021.

Según explica Mark Herrmann, subdirector del laboratorio, la energía desencadenada en este experimento equivaldría al 10% de los 170 cuatrillones de vatios de luz solar que bañan la superficie de la Tierra. O el equivalente a "una bomba de hidrógeno en miniatura que duró solo 100 billonésimas de segundo", relata el periodista científico Kenneth Chang en su crónica para 'The New York Times'. "Los científicos se han acercado a reproducir el poder del sol, aunque solo en una partícula de hidrógeno durante una fracción de segundo", añade el cronista.

Éxito en los laboratorios

La buena noticia, explican los responsables del centro, es que este experimento supone un paso de gigante hacia la ignición; una minúscula 'explosión' de fusión nuclear capaz de producir un exceso de energía. La mala noticia es que 'solo' un 70% de la luz láser alcanzó el objetivo de hidrógeno por lo que, hoy por hoy, este proceso sigue consumiendo más energía de la que produce. Y que, según anuncia el centro de investigación, se tardarán meses en volver a repetir el experimento para corroborar los resultados. Mientras, el equipo científico matiza que, a pesar de los buenos resultados de su estudio, seguimos estando muy lejos de trasladar estas técnicas a la producción de energía.

"Entre los muchos enfoques que se han investigado hasta la fecha, ninguno ha generado más energía de la necesaria para provocar el resultado en el laboratorio", explica Daniel Clery en la revista 'ScienceMag'. El físico argumenta que, tras décadas de éxitos a pequeña escala, todas las esperanzas de la comunidad científica están puestas en el gigantesco proyecto del Reactor Termonuclear Experimental Internacional (ITER), que se pondrá en marcha durante la próxima década en Francia. Este experimento científico a gran escala, financiado con 25.000 millones de dólares, promete ser la apuesta definitiva de la humanidad por la fusión nuclear. La estrategia tecnológica del ITER, cuyo laboratorio central está en Francia, es radicalmente distinta de la llevada a cabo en el laboratorio californiano de Livermore, una ciudad que, a modo de curiosidad, es anecdóticamente conocida porque en su parque bomberos está la bombilla más anciana del mundo, que alumbra desde el año 1901.

El entusiasmo por este nuevo avance en el proceso de la fusión nuclear no solo tiene que ver con el frenesí del avance científico y tecnológico de nuestra especie. La fusión nuclear se ha convertido en la gran esperanza de un mundo inmerso en crisis climática, pues si se lograra se podría disponer de una fuente prácticamente ilimitada de energía que permitiría seguir avanzando sin emitir más gases de efecto invernadero al planeta y que, a diferencia de la energía de fisión, no genera residuos radiactivos. Su otro gran aliciente es la gran disponibilidad de. como mínimo, uno de los dos ingredientes necesarios para la fusión, el deuterio, que no es más que un átomo de hidrógeno con un neutrón añadido en el núcleo. El tritio, un subproducto de las actuales centrales nucleares, hidrógeno con dos neutrones en el núcleo, es más escaso, pero su obtención es factible sin que se pueda considerar una materia radiactiva.