Restricciones por el covid

Municipios de la Costa Brava con botellones arremeten contra el nuevo toque de queda

"Estoy absolutamente estupefacto", lamenta Jordi Soler, regidor de Calonge i Sant Antoni, que denuncia la marcha de turistas del pueblo por los problemas de convivencia que generan las aglomeraciones

Control de los Mossos d'Esquadra en Calella de Palafrugell el pasado 12 de agosto, en las inmediaciones de unas carpas frecuentadas por jóvenes.

Control de los Mossos d'Esquadra en Calella de Palafrugell el pasado 12 de agosto, en las inmediaciones de unas carpas frecuentadas por jóvenes. / David Aparicio

Noèlia Villar / María Jesús Ibáñez

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Absolutamente indignado. Así se ha declarado este martes el alcalde de Calonge i Sant Antoni, Jordi Soler, después de que la Generalitat hiciera oídos sordos a la reclamación de los alcaldes de la Costa Brava para que les aplicara el confinamiento nocturno. Llevan semanas denunciando la presencia de botellones en sus calles y playas y viendo cómo, en los últimos días, turistas instalados en el pueblo se marchan antes de hora porque la convivencia se está convirtiendo el algo insoportable. La Generalitat, a través del programa Procicat, ha renovado este martes la relación de municipios donde tendrá efecto el toque de queda (si el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, el TSJC, así lo avala) y ni Calonge ni otras poblaciones que lo habían pedido, como Begur, han entrado en el listado.

"Estoy absolutamente estupefacto, indignado. Lo único que me queda por hacer es invitar a todos aquellos que han decidido que Calonge i Sant Antoni no entra en el área de confinamiento a pasar un par de noches aquí para que sepan lo que es y lo que significa todo esto", ha clamado Soler, en declaraciones a EL PERIÓDICO. "La gente no tiene ningún tipo de cuidado", ha lamentado el primer edil.

También la patronal Fecasarm ha pedido este martes a los departamentos de Interior y Salud ampliar el horario de apertura de los establecimientos de ocio nocturno hasta las 3.00 horas con el fin de "reducir actividades clandestinas sin ninguna medida de seguridad ni control", como son los botellones.

Otra semana de restricciones

La prórroga de las restricciones para contener la pandemia anunciadas este martes, que entrarán en vigor este viernes 20 de agosto y tendrán una vigencia de 7 días, cuando tengan el aval del TSJC, modifica nuevamente los criterios de restricción de la movilidad nocturna, de forma que los municipios afectados por el toque de queda serán los que tengan una incidencia acumulada en los últimos 7 días superior a 125 casos por cada 100.000 habitantes en poblaciones de más de 5.000 habitantes. Hasta ahora el toque de queda nocturno regía en municipios con una incidencia acumulada de 250 casos por cada 100.000 habitantes. El Procicat ha decidido este cambio por la mejora de los datos epidemiológicos, pese a que insiste en la necesidad de no bajar la guardia, de ahí que haya endurecido las condiciones de aplicación.

De esta manera, la lista anterior de 176 poblaciones afectadas por el cierre nocturno (de la una de la noche hasta las seis de la madrugada) pasará, a partir del viernes, a ser de 148 municipios. De ellos, 125 tienen más de 5.000 habitantes y una incidencia superior a 125 casos y las otras 23 localidades son pueblos que están junto a los afectados de la primera lista, a los que se ha denominado 'municipios isla'. Algunos de los que se encuentran en esta tesitura son, por ejemplo, los tarraconenses de La Riba (Alt Camp) y Vilaverd (Conca de Barberà), cuyos términos municipales quedan rodeados por Montblanc, Valls y Alcover, los tres con toque de queda por superar la incidencia establecida.

Los alcaldes de esta zona del Baix Empordà levantaron la voz justo antes del pasado fin de semana, unos días en que se avecinaba una ola de calor y numerosas fiestas mayores. “Lo ideal sería que el toque de queda fuera comarcal", propuso entonces Josep Piferrer, alcalde de Palafrugell. "De Sant Feliu de Guíxols a Torroella de Montgrí. La comarca funciona como un área metropolitana”, afirmó Piferrer. Con la revisión realizada por el Procicat este martes, Palamós, el vecino situado al norte de Calonge, ha salido del toque de queda, pero como el confinamiento nocturno sí sigue en Castell-Platja d'Aro, situada justo al sur, el alcalde de Calonge teme que no se ha avanzado en nada.

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