Desescalada fallida

Trilla: "Sin la vacuna los geriátricos hoy serían una escabechina"

El epidemiólogo del hospital Clínic propone la tercera dosis para los más vulnerables en la campaña de la gripe de otoño

La residencia Sant Pere de les Fonts de Terrassa

La residencia Sant Pere de les Fonts de Terrassa / FERRAN NADEU

Elisenda Colell

Elisenda Colell

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Fueron los primeros en vacunarse contra el covid-19. Los ancianos que viven en residencias, y sus trabajadores, recibieron las primeras dosis de la vacuna que llegaron a España hace ya ocho meses. Hoy, son el colectivo con la tasa de cobertura más alta de toda la sociedad. Sin embargo, han vuelto los contagios, los ingresos al hospital y las defunciones. Los científicos explican que la edad y la carga de enfermedades que tienen los residentes impide que, en algunos casos, los efectos de la vacuna se alarguen en el tiempo. Defienden una tercera dosis para ellos, pero sobre todo insisten en que para erradicar las variantes hay que vacunar a todo el planeta.

"Lo primordial es que, sin la vacuna, hoy los geriátricos tendrían una escabechina mucho peor de la que vimos en 2020, porque la variante delta es mucho más infecciosa", insiste el epidemiólogo Antoni Trilla. A pesar que los contagios han subido, la situación hoy es poco grave ya que la mayoría de los ancianos que se han infectado no tienen síntomas. "Lo que nos preocupa es que las residencias son la prueba piloto de la sociedad, al ser los primeros vacunados, y llegar a las tasas de vacunación que deben llegar el resto de la población, puede que lo que estemos viendo ahora ocurra también al resto de la sociedad", se pregunta Andrés Rueda, la presidente de la Asociación Profesional Catalana de Directores de Centros y Servicios de Atención a la Dependencia (ASCAD).

Situación esperable

Los científicos discrepan un poco de las dudas que plantea Rueda. "Lo que estamos viendo estos días era esperable. Las vacunas no son 100% efectivas, y sabemos que con la edad y entre los enfermos crónicos más vulnerables tienen un sistema inmune más débil", cuenta Trilla. "Entre los mayores hay más casos de respuestas incompletas de la vacuna, porque su sistema de defensas es menos potente", dice también el investigador Salvador Macip. Es decir, que los más débiles responden peor a la vacuna. "Nos está pasando también con las personas trasplantadas de riñón, como toman inmunodepresores la vacuna no tiene el mismo efecto", cuenta Trilla.

Antes de la pandemia, las personas que están ingresadas en estos centros, de media, vivían dos años en las residencias de la tercera edad. Y esto ocurría (y ocurre) porque tienen un alto porcentaje de enfermedades. La mitad de los internos tiene depresión, demencias, enfermedades musculares y óseas, y uno de cada tres sufre enfermedades crónicas o problemas cardíacos. "A más edad y más carga de enfermedades, la respuesta inmunitaria es menor, sus defensas son más débiles y también lo es el recuerdo que deja la vacuna", insiste Trilla. ¿Mueren de covid o mueren con el covid? Aún no hay estudios concluyentes que puedan responder esta pregunta pero, puede ser que algunos fallezcan por la evolución de sus enfermedades, a pesar que tengan dentro el virus, dicen los científicos.

El dilema de la tercera dosis

Algunos países ya han empezado a vacunar, con una tercera dosis de la vacuna, a la población. Israel lo hace con todos sus ciudadanos y Alemania ya lo ha planteado para los mayores de 60 años. "Es probable que deje un mayor recuerdo en el sistema inmunitario de los colectivos más vulnerables, pero no se piensen que con esto lo tendremos todo resuelto", asume Trilla. "Las pruebas que están haciendo algunos países nos esclarecerán para saber si vale la pena o no. Pero sería más urgente que estas terceras dosis fueran a los países donde aún no se ha vacunado a la población de riesgo" insiste Macip, que recuerda que la mortalidad ha aumentado un 80% en África en el último mes debido a la falta de vacunas.

De hecho, la decisión de aplicar una tercera dosis en las residencias o los pacientes más vulnerables está sobre la mesa de las autoridades sanitarias. "Se podría hacer cuando hagamos la vacunación periódica de la gripe, en otoño", sugiere Trilla. El epidemiólogo del Clínic insiste en subrayar que la evolución de la pandemia sigue siendo incierta. "De momento la situación no es perfecta, hay reinfecciones, pero estamos en un escenario mejor. Habrá que ver como evoluciona, estamos en el quinto episodio", dice el experto.

Cuidadores antivacunas

En lo que coinciden Trilla y Macip es lo esencia lque es mantener las medidas de protección de los abuelos. Y especialmente, la vacunación de los trabajadores de las residencias. Hay un 10% de los trabajadores de los geriátricos que aún no ha sido vacunados. Una tasa que preocupa a los directores de los geriátricos, que no pueden obligarles, y a las autoridades catalanas.

"Parte de esto ocurre porque hay mucha movilidad en el sector, hay bajas y entran trabajadores nuevos y que no están vacunados", cuentan fuentes de la Conselleria de Drets Socials, que explica que están administrando la vacuna monodosis Janssen a todos los empleados que lo deseen. A aquellos que no quieren inyectarse la vacuna les obligan a hacerse tres test PCR a la semana. Y también han iniciado una campaña para que los hijos de los trabajadores de los geriátricos se inoculen antes que el resto. De hecho, se ha dado algún caso en que los hijos de los trabajadores se han infectado en colonias o campamentos este verano y el virus ha entrado en los geriátricos.

Suscríbete para seguir leyendo