Indignación vecinal

Las campanas de una iglesia de Banyoles dejan de sonar de noche por las quejas de pisos turísticos

El rector de Santa Maria dels Turers cede ante el propietario de los apartamentos porque no quiere peleas

Una campana, en una imagen de archivo.

Una campana, en una imagen de archivo. / El Periódico

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Las campanas de la iglesia de Santa Maria dels Turers, en Banyoles (Pla de l'Estany, Girona) han dejado de sonar por las noches debido a las quejas del propietario de unos pisos turísticos situados delante del templo. El hombre se quejó al rector de la parroquia de que las campanadas nocturnas impedían a sus clientes dormir bien y el sacerdote optó por silenciarlas. Así que desde hace dos semanas, entre las 22.00 y las 08.00 horas las campanas no suenan.

La situación tiene indignados a algunos vecinos, que esta noche han organizado una cacerolada de protesta. El rector de Santa Maria, Ramon Pijoan, argumenta que no quiere peleas y desea que se pueda alcanzar un acuerdo. "Si hay gente que quiere que toquen y gente que no, lo que hace falta es hablarlo", dice.

Pijoan recibió dos quejas del propietario de los pisos turísticos. Una, sobre el 20 de junio. Y la segunda, la primera quincena de julio. "De entrada pensé en el dicho 'De fora vingueren i de casa ens tragueren'; pero después que el hombre insistiera, y como no quiero peleas, decidí que las campanas dejaran de sonar por las noches", explica el párroco.

Antes habló con el ayuntamiento, para saber qué decía la normativa. Le contestaron que no hay normativa. La ordenanza municipal de ruidos sí alude al toque de campanas. En su artículo 23.4, dice que "el toque de campanas, en horario nocturno, se condiciona a los pactos establecidos con los responsables municipales, que en ningún caso pueden contravenir la legislación vigente".

La Asociación de Vecinos y Vecinas de la plaza del Teatre ha convocado una cacerolada esta noche. "Todos delante de la iglesia de Santa Maria dels Turers a hacer sonar cazuelas, sartenes, platos.... Si no puedes venir, sal al balcón o a la ventana", han invitado desde las redes sociales.

La polémica ha saltado a las redes sociales. El propietario de los pisos ha intervenido en una de las conversaciones en Twitter para explicar que su petición también responde a motivos de salud. Dice que, "además de los apartamentos", en la zona vive su hijo que sufre narcolepsia, y que necesita regular el sueño y por las noches no puede dormir.

El caso de la catedral de Girona

Este tipo de conflictos no es nuevo en las comarcas de Girona. En 2016, las campanas de la catedral de Girona dejaron de sonar 49 noches por la queja de un hotel de la ciudad, que decía que las campanadas superaban los decibelios permitidos. El ayuntamiento del entonces alcalde Carles Puigdemont pidió al arzobispado que las campanas dejaran de sonar por las noches. La decisión no gustó a los vecinos, que presionaron y lograron, con Albert Ballesta ya como alcalde, recuperar las campanas. El conflicto acabó en los juzgados pero el juicio no se llegó a celebrar porque en enero de 2018 las partes llegaron a un acuerdo: se rebajaría a 50 decibelios el toque de las campanas entre las 01.00 y las 06.00 de la madrugada y el hotel pagaría 3.000 euros para colaborar en la instalación del sistema que permitiría reducir el nivel de decibelios.