Dos días después de la extinción

Las 415 hectáreas arrasadas por el incendio forestal del Cap de Creus a vista de dron

Las llamas de Llançà y El Port de la Selva ponen al descubierto los bancales que la filoxera dejó en desuso

La zona afectada por el incendio de Llançà, vista desde el aire

La zona afectada por el incendio de Llançà, vista desde el aire. /

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Polvo, ramas y rocas quemadas son todo el que queda a lo largo de las 415 hectáreas que quemó el incendio entre El Port de la Selva y Llançà (Alt Empordà). A vista de dron, el paisaje es desolador. Las llamas ponen a cuerpo descubierto los antiguos bancales que se usaban para los viñedos y que la filoxera dejó en desuso. Estos bancales se habían transformado ahora en terrazas forestales cubriendo de verde la montaña.

Más allá de esto cuesta identificar qué queda de vegetación. La Agència Catalana de Notícies (ACN) ha sobrevolado la extensión afectada por el incendio dos días después de que los Bomberos lo dieran por extinguido. Más allá de algunas zonas verdes que se salvaron, la montaña ha quedado ennegrecida transformando la imagen de estos municipios por unos años.

Llamas cerca de las casas

A lo largo de la zona recorrida con dron se puede comprobar como varias casas vivieron las llamas bien de cerca. Las franjas de protección, pero, han sido clave para frenar el fuego y se puede comprobar como este frena al llegar en zonas con poca vegetación.

De las 415 hectáreas quemadas por el incendio que duró tres días, la mayor parte es masa forestal. Además, el incendio ha afectado sobre todo en el parque natural del Cap de Creus puesto que de toda la extensión carbonizada, 402,28 hectáreas forman parte de esta reserva natural.

Trabajo de 80 efectivos

Las llamas empezaron el viernes a mediodía, poco después de las 13.30 horas. Las investigaciones apuntan que se trataría de una colilla mal apagada que prendió la vegetación del margen de la carretera que une Llançà con el Port de la Selva. La tramontana y la falta de lluvia hicieron el resto para animar un fuego que enseguida se ensartó montaña arriba.

Para extinguir las llamas, los Bomberos destinaron cerca de unos 80 efectivos entre dotaciones terrestres y aéreos.

Poner sentido común

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha pedido este miércoles en la sesión de control del Parlament "sentido común" para intentar resolver lo antes posible cualquier desastre natural porque "no entienden de fronteras", tras el incendio. Aragonès ha hecho esta consideración después de que la Generalitat pidiera autorización al Gobierno central para disponer de hidroaviones franceses en las labores de extinción de dicho incendio; solicitud que no se autorizó, porque desde el Ejecutivo central se habían enviado dotaciones aéreas para sofocar el fuego.