El fuego del Cap de Creus, estabilizado

Los bomberos logran perimetrar la zona del fuego, que ha arrasado 410 hectáreas, según els Agents Rurals

Muchos de los vecinos desalojados han podido regresar a sus casas esta medianoche

Estabilizado el incendio del Cap de Creus tras quemar más de 400 hectáreas

Estabilizado el incendio del Cap de Creus tras quemar más de 400 hectáreas. En la foto, un bombero trabaja en la zona afectada. /

Guillem Sánchez

Guillem Sánchez

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Los bomberos han logrado este domingo estabilizar el incendio que prendió en Llançà el viernes y ha arrasado más de 415 hectáreas en el Cap de Creus. Aún hay algún foco menor todavía con llamas y los equipos de extinción mantienen la vigilancia y sus labores, pero los puntos calientes se encuentran todos dentro de una zona perimetrada y anillada por una línea de agua. Aunque no se dará el fuego por controlado hasta que se apaguen los restos de madera que aún prende, el optimismo gana fuerza después de unas primeras jornadas complejas.

Con la noche y el aumento de la humedad relativa, impulsada en parte por su proximidad con el mar, el centenar largo de efectivos han podido tirar 12 kilómetros de mangueras y rodear el fuego accediendo a zonas que hasta esta noche se habían resistido. El dispositivo se mantiene con intensidad este domingo con más de 155 dotaciones sobre el terreno entre vehículos, unidades del GRAF (Grup d’Actuacions Forestals) y del EPAF (Equip de Prevenció Activa Forestal). Además, 2 helicópteros bombarderos remojan la zona desde el aire y hay 2 aviones preparados para volar si fueran necesarios.

La zona quemada por el incendio de Llançà, vista desde el aire

La zona quemada por el incendio de Llançà, vista desde el aire. /

La evolución positiva durante las últimas horas del sábado permitió a medianoche que pudieran volver a sus casas algunas de las 350 personas que habían sido evacuadas. En concreto, los residentes de las urbanizaciones de Santa Isabel, Beleser, Perabeua, la Mora i Les Mores. El resto, los vecinos de Vall de Santa Creu, la Selva de Mar y Mas Ferrer, podrán regresar en las próximas horas si la situación no se complica. Entre los afectados por el avance de las llamas había incluso un grupo de niños procedentes de Francia para participar en unas colonias.

El fuego, según las investigaciones de los Agents Rurals, fue originado por una colilla lanzada junto a una carretera. Los cigarros mal apagados han causado en la última década en Catalunya 300 incendios y han sido los causantes de que ardieran más de 12.000 hectáreas de masa forestal. Solo en el incendio de l'Empordà declarado en julio de 2012, uno de los más graves acaecidos sobre suelo catalán, se quemaron más de 10.000 hectáreas y perdieron la vida cuatro personas.

La superficie abrasada en este último fuego del Cap de Creus pertenece casi exclusivamente al parque natural. Más de 360 de las 415 hectáreas calcinadas son de vegetación de matorrales. Solo 24 hectáreas eran terreno de árboles. En el cabo la masa verde más común es de matojo, como el romero (Salvia rosmarinus) o la 'estepa negra', debido a que fuegos del pasado, algunos tan importantes como el que se produjo en julio del año 2000 –de más de 5.000 hectáreas–, han dejado un relieve sin casi árboles.

Las muestras que recogen los Agents Rurals indican que en esta zona del Empordà, como sucede también en los bosques que rodean Barcelona –del parc de Collserola o de comarcas como el Garraf, Baix Llobregat, Vallès Occidental, Vallès Oriental o Maresme–, presentan un elevado estrés hídrico, una condición que dispara el riesgo de incendio, como ha quedado probado esta última semana con fuegos temibles tanto en Martorell como en el Cap de Creus. Las autoridades piden extremar la prudencia y evitar conductas como las que han generado estos dos siniestros: el uso de una radial muy cerca del bosque en el primer caso y un cigarro mal apagado arrojado desde un vehículo en el segundo.