La transmisión del virus

El 'efecto mariposa' puede duplicar el viaje de los aerosoles del covid-19

Un estudio determina que las gotas de aire cargadas de coronavirus no se mueven en una única dirección

Una mujer pasea por el centro de Madrid sin mascarilla, el 26 de junio de 2021.

Una mujer pasea por el centro de Madrid sin mascarilla, el 26 de junio de 2021. / EP / Alejandro Martínez Vélez

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En estos últimos meses de pandemia, las nuevas tecnologías han sido clave para poder entender la propagación del SARS-Cov-2. Múltiples investigadores han explicado en la revista 'Physics of Fluids' cómo los torbellinos en el aire pueden crear un comportamiento sorprendente en los aerosoles, potencialmente cargados de coronavirus. Además, el 'efecto mariposa' puede duplicar su propagación.

Científicos de la Universidad de Florida y de la Universidad Americana del Líbano han descubierto, a través de simulaciones por ordenador, que las exhalaciones pueden propagarse en diferentes direcciones. Además, han descubierto que la mayoría de los aerosoles que contienen el virus permanecen dentro de la exhalación a medida que esta se expande. Sin embargo, un número pequeño de aerosoles son expulsados a velocidades balísticas. Asimismo, estos aerosoles que salen velozmente disparados son de un tamaño más grande que los que quedan dentro de la exhalación.

"Uno de nuestros hallazgos más interesantes fue que una pequeña porción de la bocanada de aire podía desprenderse. La porción desprendida se asemeja a una estructura en forma de anillo de vórtice y avanza a una velocidad relativamente rápida a lo largo de una dirección que se desvía ligeramente de la dirección del flujo", destaca el autor principal del estudio, Nadim Zgheib.

La forma de los aerosoles

Las porciones desprendidas, en forma de anillo, permiten que los aerosoles cargados de coronavirus avancen a una mayor velocidad, ocupando un gran espacio en el aire. "Nos dimos cuenta de que el centro de la bocanada está prácticamente vacío de gotas", añade el coautor Jorge Salinas.

Aunque no se pueda predecir la dirección de los aerosoles desprendidos, múltiples pruebas han revelado que pueden viajar en muchas direcciones, alcanzando grandes distancias desde la persona infectada. Mientras algunos de los aerosoles desprendidos son arrastrados en la exhalación, otros permanecen inmóviles en la parte central de la exhalación. La densidad de los aerosoles desprendidos son considerablemente mayor que el aire circundante, por lo que tienden a asentarse y acabar cayendo en el suelo o en superficies inferiores.