Fin de las restricciones

Vuelta del turismo británico a Baleares: "Nos puede pasar como a Portugal"

Los hoteleros avisan de que Boris Johnson puede dar marcha atrás si los datos de la pandemia empeoran

Magaluf

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Myriam B. Moneo

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La inclusión de Baleares en el listado verde de destinos seguros del Reino Unido ha sido "una grata sorpresa", aseguran los hoteleros dependientes del mercado británico, pero lejos de "caer en la euforia", se advierte que las islas están en la cuerda floja a ojos de Boris Johnson. "El covid no se ha terminado, el semáforo se revisa" y "nos puede pasar como a Portugal", avisa Mauricio Carballeda, presidente de la Asociación Hotelera de Palmanova-Magaluf. Es decir, que la alegría de la reactivación turística sea flor de un día y vuelva la cuarentena si el Gobierno británico considera que así lo amerita la situación epidemiológica. 

La buena noticia que llegó de Londres el jueves y celebran tanto el sector turístico como el Govern balear y la oposición tiene un sabor agridulceLos viajeros del Reino están exentos de pruebas diagnósticas para entrar en las islas, como en el resto del Estado español. De ahí que el Ejecutivo balear espera que Madrid atienda su petición y se establezcan controles al turismo británico, pues desde el 24 de mayo los ciudadanos del Reino Unido no tienen ni restricciones ni requisitos sanitarios para venir. Fue uno de los grandes anuncios de Pedro Sánchez en Fitur, el pasado mayo, cuando en la feria presentó el certificado digital covid de la UE y otra serie de medidas para dar un gran empujón a la temporada alta.

Para más inri, la noticia de que desde el próximo miércoles 30 de junio el único destino español verde para el Gobierno Johnson será el archipiélago balear, con el aluvión de turistas británicos ávidos de vacaciones que se espera, ha coincidido con que Mallorca está ahora mismo bajo la lupa nacional como zona cero de los desmadres y los brotes de contagios por las primeras aglomeraciones de turistas en Platja de Palma, protagonizadas por los estudiantes peninsulares durante sus viajes de fin de curso a la isla. 

"Lista de observación"

"No lancemos campanas al vuelo, el covid no se ha terminado", dice Carballeda. "Lo peor sería volver atrás", agrega, y clama por que se vaya con cuidado para que "no pase" como en Platja de Palma. 

Porque hay que tener presente que Londres ha colocado al archipiélago en lo que el embajador del Reino Unido en España, Hugh Elliott, llama "la lista de observación" (the green watchlist): si la situación sanitaria cambia, directamente el destino pasará a ser ámbar, sin previo aviso, con el consiguiente caos para los turistas de vacaciones en las islas y el efecto dominó en la suspensión de los viajes contratados.

El presidente de los hoteleros de Palmanova-Magaluf pide "estar alerta" y que haya refuerzos policiales según vayan abriéndose las zonas de ocio de la zona para evitar "excesos y 'balconing'". 

Desde Eivissa, el portavoz del Govern, Iago Negueruela, espera que Madrid confirme si habrá controles en aeropuertos y puertos a los británicos y muestra su preocupación por las colas en las terminales si no se respetan las distancias de seguridad y pide agilidad, informa Efe. Al respecto, desde Aena se incide en que prima la seguridad y se guardan distancias.

"Prácticamente --apostilla el socialista Negueruela-- toda Europa mira a Balear"». Desde su partido, el senador Cosme Bonet, como la diputada nacional del PP Marga Prohens, celebra el regreso del turismo británico. Bonet y Prohens, entre sus pullas habituales, piden responsabilidad. "No podemos dar ni un paso en falso", dice la popular.

Preocupación por si "sale mal" entre los hoteleros que dependen del mercado alemán

"Como hotelero confío en que la mayoría cumplimos con los protocolos y es fundamental el turismo del Reino Unido", opina un empresario que depende del mercado alemán. Sin embargo, cuando se pone el sombrero de ciudadano expresa su temor: "Va a venir un mogollón de gente, ojalá esto no se desboque. Me preocupa el tema sanitario". Dice en voz alta lo que muchos piensan: "Puede salir mal" la llegada de miles de británicos con las ganas de viajar contenidas y meses de restricciones. "Y sin mascarillas" en exteriores y la variante Delta tan extendida en Reino Unido. El mismo temor se externa desde la turoperación señalando el caso de "los estudiantes". Los jóvenes británicos "vendrán a emborracharse". 

Imposible no comparar la llegada progresiva de turistas alemanes, con controles sanitarios que incluyen test covid, y este ‘sálvese quien pueda’ que parece haber salido finalmente de Downing Street, por la presión de los lobbies turísticos británicos , sin ayudas financieras de su gobierno. 

La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos hace "un llamamiento a la responsabilidad individual" ante la flexibilización de las medidas sanitarias y la entrada de los turistas extranjeros. "Hay algunos países donde la situación está retrocediendo", señala la patronal.

"Reactivamos, pero luego no planificamos", se quejan desde el sector señalando al Ejecutivo de Pedro Sánchez.

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