Alice Monteil: "El selfi es también una forma de buscar la identidad"

Alice Monteil, antropóloga licenciada en Ciencias Sociales y Máster en investigación por la Universidad Lumière Lyon 2 (Francia), es una de las impulsoras del proyecto participativo de creación fotográfica 'Planeta Barrio' desarrollado por Photographic Social Vision para los programas CaixaProinfancia y Art for Change, de la Fundación ‘la Caixa’. El proyecto culmina con una exposición en CaixaForum Barcelona que se inaugura el lunes y que estará abierta al público hasta el próximo 5 de septiembre.

-¿Qué es 'Planeta Barrio'? 

-Durante seis meses hemos trabajado con 10 chicos y chicas de entre 13 y 15 años en situación de vulnerabilidad residentes en el barrio de la Marina, de Barcelona y atendidos por la entidad Mans a les mans. La idea era fomentar a través de la fotografía una experiencia creativa que les resultara beneficiosa.

-¿Por qué eligieron el nombre de 'Planeta Barrio'?

-El nombre siempre lo elegimos al final. Y lo escogimos porque ser adolescente es como sentirse un poco de otro planeta. Tienen su propio mundo, su propia visión, deseos, miedos… Pero al mismo tiempo comparten un mismo territorio, su barrio, su planeta. Y también circunstancias, que pueden ser diferentes, pero todas son difíciles.

-¿Cómo ha sido trabajar con ellos?

-Entrar en el mundo de los adolescentes es un reto. No lo ponen fácil y menos cuando tienen circunstancias vulnerables a nivel emocional, económico o social. Fue necesario escucharlos, descifrar sus mensajes, sus historias, ganar su confianza para que nos fueran enseñando sus relatos. Nos hemos dado cuenta de que a menudo el adolescente no sabe qué quiere decir porque está en esa etapa vital tan contradictoria, compleja, en la que unas veces se siente muy poderoso y otras, muy inseguro. Lo importante es que puedan encontrar un acompañamiento empático que les dé confianza para poder expresar.

-Los adolescentes están familiarizados con las cámaras de los móviles y los selfis. Y los han hecho entrar en otro mundo. ¿Cómo lo han vivido?

-Bueno, se lo tendríamos que preguntar a ellos. Pero han descubierto un lenguaje, porque no es lo mismo tener un móvil y hacerse fotos de manera más impulsiva que aprender a utilizar la imagen como herramienta expresiva con impacto. Por eso, desde Photographic Social Vision trabajamos y apostamos por la educación visual como asignatura necesaria para los jóvenes de hoy, para poderlos acompañar en el aprendizaje y la lectura de imágenes. Y, cuidado, muchas veces entendemos los selfis como un acto superficial, de postureo, pero hemos observado con este grupo que hacerse un selfi es también una manera de buscar su identidad. La fotografía es sin duda un lenguaje muy potente para trabajar con adolescentes justamente porque permite trabajar sus problemas vitales, como esa búsqueda de la identidad: quién soy, quién no soy, quién no quiero ser, cómo me muestro, cómo me relaciono, cómo me diferencio de los otros…

-¿También es una herramienta de transformación social?

-Absolutamente. Y lo es desde muchas vertientes. La imagen tiene el poder de informarnos, emocionarnos e interrogarnos. Y cuando además se hace un proceso de creación participativa, experimental, vivencial, se despliegan todas las posibilidades de relacionarte con la imagen, verte reflejado, comunicarte a través de ellas… la capacidad de trasformación es infinitiva. Y, por último, cuando se exponen estas imágenes, estos relatos, que son en primera persona, tenemos un potencial altísimo de impactar en el público, para que pueda empatizar más profundamente con lo que ve y con lo que esas imágenes dicen.

-Este próximo lunes se inaugura la exposición. ¿Nervios?

-Muchas ganas, mucha alegría y, por parte de ellos, muchos nervios también. Para ellos y ellas es un logro haber llegado hasta aquí y ver materializado su trabajo, y este es otro factor de transformación, ver el valor que tiene, un valor del que no eran conscientes