Oficialidad

El Congreso reconoce la lengua de signos española y catalana en instituciones

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congreso / J. Hellín / Europa Press

Efe

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El Congreso de los Diputados ha expresado este martes su reconocimiento a la lengua de signos española y catalana en las políticas públicas como expresión de la riqueza cultural de España. La Cámara Baja, a instancias del PSOE, se ha sumado al Día Nacional de la Lengua de Signos con una declaración institucional en la que expresa su compromiso político y social con los derechos, deberes y libertades de las personas sordas, sordociegas y con discapacidad auditiva como garante de la igualdad.

La secretaria segunda del Congreso, Sofía Hernanz, ha leído un texto antes de finalizar la primera sesión del Pleno del Congreso en el que señala que las lenguas de signos de España son el resultado del proceso de mutua interacción entre biología y cultura en el ser humano y constituyen un gran exponente de capacidad creativa y de adaptación. "Las lenguas de signos son una expresión de la riqueza cultural de nuestro país, que debe de ser salvaguardada mediante una acción política decidida, de modo que se facilite su uso en todas las esferas de la vida, ya sea en el ámbito público, como en el privado", ha indicado.

En la declaración se pone de manifiesto la necesidad de impulsar y alcanzar la accesibilidad universal de las lenguas de signos en todos los ámbitos, para que permita reducir las barreras físicas, sensoriales o cognitivas existentes, con el objetivo de hacer efectivo el derecho de todas las personas a una vida plena, digna y autónoma.

Identidad de las personas sordas

El Congreso ha recordado que la Ley de 2007 que supuso el reconocimiento a nivel estatal del carácter oficial de las lenguas de signos españolas y la garantía de su libre uso en todos los ámbitos de la vida. También la Convención sobre los Derechos de las personas con discapacidad de Naciones Unidas, ratificada por España, reconoce el derecho de las personas sordas a su identidad lingüística y cultural.

"Las personas sordas, sordociegas y con discapacidad auditiva, viven en una sociedad mayoritariamente oyente, y todavía hoy, deben superar muchas barreras existentes en la comunicación y en el acceso a la información, que en muchos casos son invisibles", ha puntualizado Hernanz.