Trastorno de la alimentación

La pandemia dispara la anorexia: casos más graves en chicas más jóvenes

Los especialistas atienden a jóvenes de 11 y 12 años que llegan con una pérdida de peso tan fuerte que en ocasiones requiere de su hospitalización

La tendencia a la alimentación saludable tapa el problema a ojos de los padres

Imagen de recurso de una joven que sufre anorexia.

Imagen de recurso de una joven que sufre anorexia. / africa-studio.com (Olga Yastremska and Leonid Yastremskiy)

Pino Alberola

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La pandemia está pasando como un rodillo por la salud mental de niños y adolescentes, y uno de los problemas que más se está agudizando es el de los trastornos de la alimentación, como la anorexia y la bulimia, avanza 'Información', de Prensa Ibérica.

Psiquiatras, pediatras y asociaciones de pacientes advierten de que los casos se están duplicando y de que el perfil de las pacientes está cambiando. Si antes se daba mayoritariamente en chicas de 15 o 16 años, «ahora estamos atendiendo también a pacientes de entre 11 y 13 años», explica Yolanda Quiles, gerente del centro asistencial Crea, una spin-off de la Universidad Miguel Hernández dedicada al tratamiento de trastornos de la conducta alimentaria.

El pasado mes de noviembre fue cuando empezaron a notar el aluvión de consultas y detrás de cada drama familiar, siempre se repite la misma frase. «Todo empieza con el confinamiento, coinciden en decirnos todas las pacientes». Después de los meses de encierro es cuando los padres empiezan a notar que el cuidado por la alimentación se ha vuelto obsesivo o que el interés por hacer ejercicio y por mantenerse en forma se lleva a un extremo desmesurado. El trasfondo, casi siempre es el mismo. «Las pacientes no se sienten bien porque no pueden controlar lo que está ocurriendo a su alrededor. Controlar el cuerpo y el peso es una forma de sentirse mejor, porque tienen la sensación de que controlan algo», explica Quiles.

Junto a la caída en la edad media de las pacientes, en femenino porque éste sigue siendo un problema mayoritario de chicas, llama la atención de los profesionales la gravedad de los casos. «Hemos atendido a chicas en primera consulta que estaban tan mal que directamente las hemos mandado a hospitalizar porque si no se recuperan nutricionalmente es muy difícil llevar a cabo una intervención». Hasta centros como Crea llegan familias totalmente desbordadas e impotentes por no haberse dado cuenta antes de lo que ocurría. Algo en lo que tiene mucho que ver la actual tendencia a cuidarse en la que vivimos inmersos como sociedad. «En general estamos tan obsesionados por el ejercicio y la comida saludable, que cuando nuestra hija nos dice que en lugar de empanado, el filete lo quiere a la plancha, pues no le damos importancia. Es más, nos alegramos y lo vemos más sano». Así, poco a poco la bola de nieve se va haciendo más grande «y llega un momento en el que sumas todas estas situaciones y te das cuenta de que hay un problema».

La presidenta a nivel nacional de la Sociedad de Psiquiatría Infantil, Azucena Díez, señaló este miércoles con motivo de un congreso de la Asociación Española de Pediatría (AEP), que estamos asistiendo a «una verdadera avalancha», hasta el doble de casos, de trastorno de conductas alimentarias sobre todo restrictivos y, fundamentalmente, en chicas. Son adolescentes que deciden dejar de comer por aburrimiento, falta de estímulos o por un reto con una amiga y son cuadros de anorexia «mucho más graves» según la experta, ya que si antes de la pandemia con estas conductas las menores perdían alrededor de entre un 10 y 15% de su peso, ahora se estima entre un 30 y 35%. Son unos trastornos «tan severos» que ponen en riesgo la vida de las adolescentes que lo padecen.

En las asociaciones de pacientes, idéntica situación. «Las llamadas para primeras consultas casi se han duplicado y también estamos recibiendo muchas peticiones de ayuda por parte de profesores y orientadores que están preocupados por casos que detectan en los colegios», señala Marian Pomares, trabajadora social de Adabe, la Asociación de Anorexia y Bulimia en Elche. En esta entidad han detectado un aumento de casos de anorexia nerviosa, por restricción, por atracón y también de bulimia. «Las familias llegan muy angustiadas, porque no saben si lo que está pasando es grave o no». La presidenta de esta asociación, Mercedes Marco, reclama que de una vez por todas la provincia cuente con un hospital de día para este tipo de trastornos. Valencia y Castellón sí que cuentan con esta instalación, que sirve de recurso intermedio entre el hospital y el domicilio.

Aumento de las Urgencias por problemas mentales

La pandemia es una «avalancha» para la salud mental de los menores, sobre todo de los adolescentes, al incrementarse un 50% las urgencias pediátricas por problemas psiquiátricos, multiplicarse por dos los de anorexia y un repunte de los intentos de suicidio, según auguran los expertos. Son datos sobre los que la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha alertado. Desde el pasado otoño, los pediatras han visto cómo ha empeorado la salud mental de esta población, algo que se dejó ver en las urgencias pediátricas con pacientes con malestar emocional y trastornos que se manifestaban con distinta sintomatología.

Pérdida de peso en las pacientes

Antes de la pandemia las menores con anorexia perdían entre un 10 y 15% de su peso de media, y ahora se estima entre un 30 y 35%. Son unos trastornos «tan severos» que ponen en riesgo la vida de las adolescentes que lo padecen.