Ceuta, una ciudad sin infancia

Ceuta, una ciudad sin infancia

Ceuta, una ciudad sin infancia / Pedro Armestre / Save the Children

Alicia Ibarra Gámez. Save the Children.

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Ceuta se ha convertido estos días en una ciudad llena de niños y niñas en la que, sin embargo, la infancia no existe. El miedo, la tristeza y la incertidumbre se materializan en la mirada de los cientos de niños y niñas que están en los centros temporales de emergencia de la ciudad autónoma y también en los ojos de aquellos que sobreviven en la calle, desde que cruzasen la frontera entre España y Marruecos hace aproximadamente una semana.

La infancia no existe porque no hay juego, no hay sonrisas, ni aprendizaje, solo preocupación por no saber qué será de ellos mañana y, en el caso de los niños y adolescentes que están en la calle o en los bosques cercanos a Ceuta, preocupación por no saber si esa noche estarán a salvo o tendrán algo que cenar.

Sorprende ver la gran cantidad de niños de 12 o 13 años que están fuera de los sistemas de protección en esta emergencia humanitaria y que deambulan cada día por la ciudad esperando que algo cambie. Muchos temen ir a los centros temporales de emergencia por si les devuelven a Marruecos, otros dicen haberse escapado de estos espacios porque quieren encontrar a un hermano o un amigo que vino con ellos.

“Llegué nadando, como otros chicos cuando dijeron que abrían. En Marruecos ni mi padre ni mi madre trabajan y necesitan ayuda”, nos cuenta Marwan, de 16 años, sentado en una base de cama abandonada en el muelle de Ceuta. Esta es su habitación ahora, después de haber tenido que dejar su hogar. “Llamé a mi madre y se puso a llorar. Gracias a Dios he recibido la ayuda de la gente de aquí”, dice.

Otra de las cosas que sorprende ver en Ceuta es la gran solidaridad y hospitalidad de sus vecinos con todos estos niños y niñas pese a la grave crisis económica que azota a la ciudad desde que comenzara la pandemia. Personas ofreciéndose como voluntarias para atender a la infancia en los centros, donaciones de zapatos, ropa, comida… todo es poco para apoyar a los niños y las niñas que llegaron nadando, muertos de frío.

En esta crisis humanitaria, un equipo de Save the Children está en Ceuta para velar por los derechos de la infancia, manteniendo contacto continuo con las instituciones para garantizar el bienestar de los niños y las niñas. También estamos ofreciendo nuestra experiencia del trabajo que realizamos en zonas de la frontera sur, como Melilla o Canarias, para apoyar a la infancia migrante. Y, por último, hemos hablado con los niños que viven en la calle, los más vulnerables, para conocer sus historias y contarlas.

Porque en una crisis con rostro de infancia debemos ser un altavoz de los niños y las niñas que están sufriendo por estar lejos de sus familias, por no tener recursos o por no poder estudiar. Se lo debemos. A Mohamed, Marwan, Reduan, Abdullah, Mustafa, Hamza, Saido, Nabil, Moaz, Achraf, Suliman… gracias por vuestro cariño y por haber querido compartir con el equipo de Save the Children todo lo que habéis vivido. Gracias.