Séptima víctima mortal del año

Un chico de 15 años muere en un siniestro con un patinete en Barcelona

El accidente se produjo poco antes de las 22.30 horas en la confluencia de la Gran Via con Rambla Prim

Homenaje en el lugar del accidente.

Homenaje en el lugar del accidente. / Joan Mateu Parra

Carlos Márquez Daniel
Guillem Sánchez
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Un chico de 15 años que conducía un patinete eléctrico falleció la noche del domingo en el distrito de Sant Martí de Barcelona en un siniestro en el que se vio implicado también un turismo. La Unidad de Investigación y Prevención de la Accidentalidad (UIPA) de la Guardia Urbana se ha hecho cargo del caso para tratar de esclarecer cómo se ha desencadenado un accidente que tuvo lugar poco antes de las 22.30 horas en la confluencia de la Gran Via de les Corts Catalanes con Rambla Prim.

Según fuentes consultadas por este diario, el conductor del vehículo, que circulaba solo, es de nacionalidad extranjera y fue sometido a las pruebas de alcoholemia y drogotest. Dio negativo en ambos controles. Tampoco consta, según las mismas fuentes, que el coche realizara ninguna maniobra extraña o que pudiera ser origen de la tragedia, aunque se trata de una investigación que acaba de arrancar. A pesar de que la víctima fue atendida por el Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM), los sanitarios no pudieron hacer nada para salvarle la vida.

Fuentes municipales han subrayado que todavía falta por aclarar qué tipo de vehículo conducía el joven de 15 años, aunque todo apunta a que se trata de un patinete eléctrico. Desde enero de 2021, fecha en que entró en vigor la regulación de la Dirección General de Tráfico (DGT), para conducir un VPM (vehículos de movilidad personal) como el patinete eléctrico es necesario que la persona que esté al manillar tenga como mínimo 16 años de edad. La víctima habría cumplido esa edad este mismo año.

El Ayuntamiento de Barcelona ha lamentado esta muerte y ha trasladado su pésame a la familia y amigos, al tiempo que ha reiterado su compromiso por continuar trabajando para reducir las víctimas en accidentes de este tipo. En lo que va de año, ésta es la séptima víctima mortal por un accidente de tráfico que se registra en la ciudad de Barcelona. También es la segunda muerte que protagoniza un usuario de un VPM.

El estallido de la pandemia comportó que las autoridades sanitarias dictaran severas normas para restringir la movilidad de los ciudadanos de Barcelona. Una consecuencia de aquel brusco descenso del tráfico durante el pasado 2020 –especialmente mientras duró el confinamiento más estricto en la primavera posterior al desembarco del virus en España– fue que las cifras de accidentes descendieron notablemente. La de muertes, en concreto, fue un 50% inferior en comparación con el primer semestre de 2019. Los casos de personas heridas graves en siniestros de vehículos ocurridos en las vías urbanas de la capital catalana también descendieron un 30% en ese periodo. Los heridos leves fueron asimismo un 40% menos. Con la reapertura de la actividad económica, sometida a las diferentes olas y a sus respectivas restricciones, el balance de víctimas en la ciudad comenzó a parecerse poco a poco al de sesiones prepandémicas. La Guardia Urbana aconsejó extremar la precaución entre los conductores y transeúntes al final del estado de alarma del pasado 9 de mayo, conscientes de que de nuevo habría una gran afluencia de vehículos por la calle en la franja nocturna.