Hacerse pis en la cama: un problema médico con solución

Que el hermano de Mafalda, la inolvidable criatura de Quino, se haga pis encima es completamente normal. Pero si tu hijo ha cumplido 5 años y se sigue orinando en la cama por la noche es hora de actuar. Mirar hacia otro lado, pensar que ya pasará, poner lavadoras de modo compulsivo o usar durante años pañales de niños mayores o empapadores no es la solución. Al menos, desde el punto de vista científico. En la mayoría de los casos, hacerse pis por la noche con 5 años (o con 12, 18 o 23) no es un problema psicológico sino médico. Y tiene solución.

Primero, definamos la situación. Se llama enuresis a los escapes involuntarios de orina en niños y niñas mayores de 5 años que ocurren por la noche o en la siesta una vez al mes durante tres meses consecutivos como mínimo. Es un problema -muchas veces hereditario- que afecta a medio millón de menores en España, según los datos del doctor Juan Carlos Ruiz de la Roja, jefe de Urología del Hospital Santa Cristina (Madrid) y director del Instituto Urológico Madrileño. La enuresis es un problema de maduración. Con la edad termina desapareciendo prácticamente en el 100% de los casos. El gran inconveniente es la cantidad de años que hay que esperar a que se pase. ¿Dos, cinco, diez?

Con motivo de la celebración del día mundial de la enuresis (este año se celebra el 25 de mayo), Ruiz de la Roja explica que tiene pacientes de hasta 31 años y recomienda a los padres y las madres que actúen cuanto antes para zanjar ese sufrimiento innecesario a sus hijos e hijas. “Hay muchos pediatras que restan importancia y dicen que con el tiempo todo pasa. Desde mi punto de vista esa actitud es un error”, critica el doctor, que alerta de que el 80% de los niños que sufren esta disfunción no están ni diagnosticados ni tratados. “A veces no se confiesa por vergüenza, otro inmenso error”, añade.

Sobreproducción de orina

El especialista explica que en el 90% de los casos, las causas de la enuresis son médicas y solo en un 10% psicológicas. Entre las primeras están la sobreproducción de orina nocturna, tener una vejiga de menor capacidad y disfrutar de un sueño muy profundo. Los escapes involuntarios de orina por la noche pueden estar relacionados con la diabetes, el estreñimiento o el déficit de atención. “Lo primero que debemos hacer es un diagnóstico, para lo que necesitamos análisis de orina y una ecografía. Después, se establece el tratamiento. En caso de que la causa sea el estreñimiento, corregimos ese aspecto. Si estamos delante de una diabetes o un déficit de atención, también se trata”. Sin embargo, en la mayoría de los casos (un 70%) las causas son una sobreproducción de orina que se debe a un déficit hormonal, algo que también se trata con medicamentos.

“Los papás y las mamás se asustan al escuchar la palabra medicamento, pero el tratamiento no es para toda la vida sino para un período en concreto, que puede rondar un año. Los chavales tienen una tolerancia fantástica y no se producen efectos secundarios”, tranquiliza el urólogo.

El director del Instituto Urológico Madrileño aconseja a los padres que, tres horas antes de acostar a sus hijos, reduzcan el líquido que les dan de beber. También es recomendable acostumbrarles a vaciar la vejiga cada tres horas. Por supuesto, nada de bebidas con cafeína porque producen más orina y también hay que evitar el estreñimiento. Otros dos consejos igual de importantes son que jamás hay que culpabilizar a los menores y mucho menos castigarles. Más bien, lo que hay que hacer es ir a la consulta del pediatra. “Si tu médico te dice que no pasa nada y que es un problema menor, puedes pedir una segunda opinión”.

Combatir la enuresis es importante para evitar un sufrimiento psicológico innecesario a tus hijos. Los menores que se hacen pis en la cama por la noche suelen perder autoestima y tener una mala socialización porque, por vergüenza, no se atreven a ir a campamentos o pasar la noche en casa de sus amigos. “Les genera sentimiento de culpa”, alerta el doctor. 

Si no se trata a tiempo, la enuresis puede tardar demasiados años en desaparecer. Ruiz de la Roja recuerda cómo una de sus pacientes, de 31 años, le comentó que había dormido toda su vida con pañal. “Fue una adolescente acomplejada. Cuando se hizo mayor y viajaba a hoteles se ponía el despertador cada hora para ir al baño y orinar. Es tremendo que un problema que no es psicológico termine teniendo consecuencias psicológicas”, concluye el especialista.

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