Manual de consejos

Guía para padres de niños víctimas de violencia sexual

La Conselleria de Justícia elabora un manual de recomendaciones y el primer consejo es mantener la calma

Montserrat Bravo, la psicóloga forense coordinadora de la guía, en la sala de exploraciones de la Ciutat de la Justícia de Barcelona.

Montserrat Bravo, la psicóloga forense coordinadora de la guía, en la sala de exploraciones de la Ciutat de la Justícia de Barcelona. / Jordi Ortix

J. G. Albalat

J. G. Albalat

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

“Y ahora, ¿cómo te ayudo?” ('I ara, com t’ajudo?'). Frase clara y concisa para una guía que recoge recomendaciones para los padres y madres ante la revelación de violencia sexual de un hijo. Unas orientaciones recopiladas en un manual por la psicóloga forense de la Conselleria de Justícia Montserrat Bravo Correa y su compañero José Ramón Suárez López, que ejercen su labor en los equipos de asesoramiento técnico penal de Barcelona y Lleida. Los consejos surgen de la experiencia sobre cómo los familiares y el entorno del menor vive sobre el descubrimiento de los abusos sexuales. Los expertos no sólo resuelven las preguntas ofrecen sugerencias, sino también detallas los primeros pasos a seguir.

Los psicólogos forenses que trabajan en estos servicios (en Catalunya pasan por estos equipos 700 menores al año) son los que atienden a los niños y adolescentes y están con ellos mientras declaran. Uno de sus cometidos es conseguir que los menores presten su testimonio en las mejores condiciones posibles y con todas las garantías legales. El objetivo es “preservar el recuerdo del niño y que esté lo menos contaminado posible”, afirma Montserrat Bravo, la coautora del manual. Es necesaria la colaboración de la familia para que el día en que el niño declare lo haga hablando libremente, con sus propias palabras y a su manera.

“Ningún padre o madre está preparado para conocer que un hijo ha padecido violencia sexual”, recalca la psicóloga forense, por lo que se pretende acompañarlos durante el proceso judicial. Es decir, “humanizar el paso de los menores por la justicia. Que tengan un acogimiento más cálido y no traumático. Y si es posible que declare una vez para que inicien la recuperación y tratamiento psicológico, que lo necesita, lo antes posible", sostiene Rosa María Aragonés, coordinadora del equipo de asesoramiento de Barcelona.

No es el momento de cuestionar nada

Las recomendaciones que relata la guía son variadas. De entrada, aconseja a los progenitores a "mantener calma y el control de las emociones" y que "no hagan gestos ni expresiones impulsivas" que provoque que el menor note su estado y afecte a lo que quiera explicar. Otra: Escuchar y recordarle que pueden contar con ellos, sin cuestionarle lo que el niño relata. “No es el momento de pensar si has de creer lo que dice o no”, concreta.

“Haz que se sienta bien por haberlo explicado. Puedes hacerle saber que te ha gustado mucho que haya confiado en ti" 

“Haz que se sienta bien por haberlo explicado. Puedes hacerle saber que te ha gustado mucho que haya confiado en ti (…) Apunta exactamente qué te ha dicho con las mismas palabras, sin cambiar nada. Eso es mejor que no lo hagas delante suyo (…) Muestra compresión y dale apoyo según el estado emocional que manifieste, sea el que sea. Deja que llore si lo necesita y no rechaces sus sentimientos”, son otros consejos que se recogen el documento.

Hay otros de suma importancia, sobre todo para el proceso judicial. En este sentido, los psicólogos forenses apuntan que se debe escuchar al menor “sin completar las frases ni llenar los silencios”, pues esta actitud puede “distorsionar el recuerdo” del niño y “no le ayudas”. También es de suma utilidad “llamar la agresión y las partes del cuerpo con sus mismas palabras, sin corregirlas ni cambiarlas” y repetir los mismos términos no suavizándoles ni agravarlos. En ningún caso se ha de cuestionar al niño, ni exculpar al agresor, ni trasladarle aspectos negativos sobre él (“Es un cabrón. Lo que había hecho está mal”, entre otras expresiones). Montserrat Bravo recuerda otra advertencia: “no se ha de informar al niño de lo que puede pasar a la personas investigada”. La guía, que establece que siempre se debe presentar denuncia, será distribuida en diferentes ámbitos, entre ellos el sanitario y el educativo.

Suscríbete para seguir leyendo