Despedida curiosa

"Abstenerse gente triste": la última voluntad de un gallego en su esquela

La esquela de Manuel Rodríguez Vilaboa

La esquela de Manuel Rodríguez Vilaboa / FDV

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Aunque su función es la más triste, la de anunciar fallecimientos, cada vez son más las esquelas que albergan mensajes con guiños a la vida: brindis por los finados, peculiares mensajes de cariño, agradecimientos de lo más variados... y un gran sentido del humor.

En esta línea, FARO publica hoy la necrológica de un vecino de Redondela, "O Caranguexo", con una petición tan peculiar como vitalista: "Que se asteña a xente triste".

Manuel Rodríguez Vilaboa, fallecido a los 66 años, no quiere que su despedida sea un baño de lágrimas sino "la última fiesta" en su honor. Esta tendrá lugar este viernes a las 18 horas en la iglesia de San Román de Saxamonde. No le faltó sentido del humor a la hora de abordar su adiós: "Vou indo diante e espérovos para tomar unhas copiñas e facer unhas festas".

Su familia, en sintonía con las últimas voluntades de "O Caranguexo", pide una "sonrisa por su alma".

Despedidas con humor lapidario

Las esquelas van desprendiéndose poco a poco de la solemnidad del luto para realizar algún guiño a los que se han ido. Así, en los últimos meses, Faro de Vigo ha publicado despedidas que ya forman parte de la memoria colectiva de sus lectores. Estas son algunas de las mejores:

  1. Muy agradecido a Messi. La esquela de Juan José Mariño Padín se hizo viral por el epitafio en loa al jugador culé: “Moi agradecido a Leo Messi por facelo disfrutar durante os seus derradeiros anos de vida”, plasmó la familia del fallecido en su necrológica.
  2. Ruegan una borrachera por su alma. Nada de oraciones. Los familiares y allegados de Alfonso Senra Vázquez, fallecido a los 60 años, pedían que se bebiese (y mucho) en su honor. Además, bromeaban, había barra libre: "Xa pasará él a pagala", rezaba la esquela.
  3. Un particular manera de querer. "Se nunca te mandou a tomar polo cu é que non te quería", decía la esquela de un vecino de Beade, Miguel Ángel Rodríguez Torres. Sus seres queridos reflejaron en su despedida el talante del que el fallecido hizo gala durante su vida.
  4. Se llevó la receta del salpicón. La esquela de Teresa Lago, una viguesa afincada en Murcia, arrasó en las redes sociales. Esta receta conectaba a la joyera -de 67 años- con su ciudad natal, donde su abuelo había regentado el bar Estación, al lado de la antigua terminal ferroviaria de Urzáiz. 

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