El futuro del modelo de dependencia

Medio millón de ancianos vivirán solos en 2035 en Catalunya

Cada mes se suicidan 6 octogenarios en Catalunya y 30 mayores de 65 años lo intentan

Las entidades que ayudan a las personas mayores en soledad alertan de que son más frágiles ante estafas, extorsiones económicas y abusos sexuales

Badalona 30 04 2021   Reportaje sobre personas mayores que viven solas  Entrevistamos a LIDIA ABOS OLIVARES  una mujer que vive sola y la diputacion le ha instalado un detector de humos para prevenir incendios en su casa  FOTO de FERRAN NADEU

Badalona 30 04 2021 Reportaje sobre personas mayores que viven solas Entrevistamos a LIDIA ABOS OLIVARES una mujer que vive sola y la diputacion le ha instalado un detector de humos para prevenir incendios en su casa FOTO de FERRAN NADEU / Ferran Nadeu

Elisenda Colell

Elisenda Colell

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El cambio demográfico que acecha a la sociedad catalana y española la próxima década es abrumador. Pero el reto no está solo en los cuidados que merecerán, sino también en cómo vivirán los últimos años de su vida. El aislamiento que sufren más 300.000 personas mayores que viven solas en Catalunya aumentará considerablemente en menos de 15 años, cuando ya serán medio millón los ancianos en esta situación. Las entidades que les atienden alertan de que si bien el aislamiento comporta graves problemas y riesgos físicos para ellos, el absoluto drama está en el sentimiento de soledad. La tristeza, la depresión, las extorsiones económicas, el maltrato sexual y el suicidio son algunas muestras de esta enorme vulnerabilidad que, actualmente, sigue siendo invisible.

En 2019, 334.000 mayores de 65 años vivían solos, y el 42% de ellos tenían más de 80 años. En tan solo 15 años serán ya medio millón de personas en esta situación y en menos de 30 serán el doble, tal como indican los datos del Institut Català d'Estadística. "Estamos ante un reto enorme porque los hogares unipersonales van a crecer de forma abrumadora, y es necesario armar ya un pacto social contra la soledad y el aislamiento en la tercera edad", apunta el director de la asociación Amics de la Gent Gran que acompaña a personas mayores que sufren soledad no deseada. Tras la pandemia, algunas administraciones están iniciando planes piloto para conocer, precisamente, cuánta gente mayor se siente sola y no tiene ningún apoyo moral. Son tantos años cerrando los ojos ante este sufrimiento que las administraciones, en realidad, ni siquiera han cuantificado el drama al que se enfrentan.

Los suicidios de los mayores: un drama escondido

Quienes sí conocen esta realidad son las entidades sociales. Normalmente compuestas por voluntarios que visitan a los ancianos en su casa para arroparles. Una de ellas, Avismón, atiende a ancianos en la ciudad de Barcelona. "Lo estamos haciendo muy mal como sociedad cuando no queremos ni ver el drama de los suicidios en la gente mayor, que están íntimamente relacionados con el sentimiento de soledad", explica su director, Daniel Salvador.

Son tantos años cerrando los ojos ante el sufrimiento de los mayores que las administraciones, en realidad, aún ni han cuantificado el drama al que se enfrentan

De media, entre 2015 y 2018 cada semana se suicidaban tres mayores de 65 años. En 2019 y 2020, según los datos de la Conselleria de Justícia, fueron más de 200. Y los que más suben son los de los mayores de 80 años. Los datos de 2019 y 2020 muestran que cada dos semanas tres octogenarios se quitaron la vida en Catalunya, seis al mes. Además, cada año se registran entre 300 y 400 intentos de suicidio en personas mayores de 65 años, según los datos de la Conselleria de Salut. De media, son uno al día, aunque hay meses que despuntan. En julio de 2019 se registraron 48 episodios, 41 en 2020.

También Albert Quiles, director de Amics de la Gent Gran, lo relaciona con la soledad. "Afecta directamente a la salud mental, las personas que no tienen a nadie sienten apatía, decaimiento, depresiones y desgraciadamente cada año hay intentos de suicidio y casos consumados", asume.

Vulnerabilidad

Pero los suicidios son solo la punta del iceberg. "El problema es que las personas mayores que viven solas son mucho más vulnerables. Y esto afecta mucho, sobre todo en las estafas y los delitos económicos", agrega Quiles. "Como llevan tanto tiempo sin hablar con nadie, aceptan cualquier contacto con personas que les hagan caso. Les venden de todo con precios abusivos o directamente les arruinan económicamente. Es algo que vemos muy a menudo", señala.

Muchas veces las extorsiones a los mayores solos se producen por parte de desconocidos. Otras, vienen de personas más cercanas. "Nos hemos encontrado casos de cuidadores o familiares que ni les ven pero que se quedan su pensión o que les obligan a dejarles todos sus bienes en herencia", señala Jordi Muñoz, presidente de la Asociación para la investigación del maltrato a las personas mayores, Eima. Se trata de la única entidad en Catalunya que se dedica a abordar este tema. "El maltrato a los mayores es aún un tabú, como lo que nos ocurría en los 90 con la violencia machista, que no la queríamos ver. Apenas se detecta y mucho menos se denuncia", explica. Y señala que, en este tipo de abuso, los mayores que viven solos son las principales víctimas.

De hecho, apunta que el delito del que son víctimas estas personas no tan solo está relacionado con el ámbito económico. También incluye los abusos sexuales. "Nos encontramos mujeres mayores que abren la puerta a falsos técnicos de la luz que se les presentan en sus casas y abusan sexualmente de ellas. Saben que ellas jamás dirán nada por vergüenza y miedo, y que apenas pueden oponer resistencia por su condición física, mucho más frágil", insiste.

"El problema es que para la generación nacida en la posguerra estamos llegando ya muy tarde", señala Muñoz, que remarca que se trata de personas que al haber sufrido una infancia muy humilde, y haber vivido bajo la represión franquista desde la infancia, les cuesta entender que tienen derechos que deben ser atendidos. "Debemos educar a toda la sociedad para que tenga estrategias para afrontar la soledad y sobre todo para llegar a la vejez. La gente que ya empieza a envejecer hoy acumula situaciones de pérdida de empleo, de síndrome del nido vacío, rupturas sentimentales y divorcios... y deben estar preparados para saber qué quieren y qué no quieren para su tercera edad", insiste Quiles.

Para terminar con este sufrimiento al que se enfrentan los mayores más aislados, en Amics de la Gent Gran lleva años haciendo las mismas propuestas en período electoral que, por el momento, no se han aplicado. Por ejemplo, que las distintas administraciones que atienden a personas mayores se coordinen y creen estrategias pensando también en el voluntariado para prevenir la soledad no deseada. Proponen además hacer campañas de sensibilización para que la soledad deje de ser un estigma y que las administraciones faciliten herramientas a los ciudadanos para prevenir su aislamiento cuando envejezcan.

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