Carme Chaparro revela que recibió amenazas de muerte de un hombre de su entorno

La periodista y escritora Carme Chaparro ha desvelado que hace "casi 20 años" comenzó a recibir amenazas de muerte de un hombre de su entorno. "Así que, amigas y amigos, denunciad, buscad apoyo, exponed a los que os hacen daño. Las amenazas no se toleran, nunca. Porque ese ser quizá se lo esté haciendo ahora a otra mujer. Y esa mujer esté asustada. Y yo podría haberlo evitado", ha sostenido en su cuenta de Instagram.

La presentadora de informativos ha explicado que, tirando cosas viejas, se ha encontrado la primera de las cartas que recibió. "El primer capítulo de lo que se convirtió en amenazas de muerte. El hombre que lo escribió, hace casi 20 años, me estará leyendo. Sé que fuiste tú. Y sigues siendo un mierda", ha continuado.

La misiva, ha relatado, llegó a su casa por correo postal con su nombre "intencionadamente" mal escrito. "No le di más importancia. De hecho, pensé que lo había tirado. Un, o una, imbécil más. Luego llegaron más anónimos. Con faltas de ortografía demasiado evidentes como para ser reales. Alguien intentando parecer inculto", ha continuado.

Los anónimos, ha explicado Chaparro, eran "cada vez más amenazantes", y dos o tres meses después empezaron a llegar las amenazas de muerte, "muy concretas, con muchos datos personales". "No se lo conté a nadie. Pensé que no se podía hacer nada. Pero vomitaba del miedo que tenía", ha desvelado.

La periodista puedo averiguar quién era su acosador: "Un día me fijé en los matasellos. El tipo mandada las amenazas desde distintas ciudades de España. ¿Quién viajaba tanto? Lo descubrí por casualidad, algo después, comiendo un día con una amiga a quien se lo conté. Día tal en Bilbao. Día cuál en Valencia. Día pascual en Cádiz. Y resulta que los lugares y las fechas coincidían con la gira promocional de alguien que trabajaba cerca de mí".

"Saberlo me hizo sentir poderosa, porque ese tipo es un mierda que necesita amenazar y asustar para creer que es alguien y que tiene el control. Nunca se lo dije, y hoy creo que tenía que haberlo hecho. Y no solo eso, sino denunciarlo en la policía. Exponer al monstruo. Él no sabe que yo lo sé. Y alguna vez que nos hemos encontrado, porque afortunadamente está muy lejos de mi vida ya, viene a saludarme como un perrito faldero", ha concluido.