La Generalitat cierra una residencia en Canet de Mar por cometer "infracciones graves" contra los abuelos

Se trata del cuarto geriátrico que cierra el Govern en Catalunya a raíz de la pandemia del coronavirus

La Generalitat constata que el centro no tenía suficiente personal, no cumplía con los protocolos y obstaculizó el trabajo de los inspectores públicos

Los 36 internos de la residencia ya han encontrado una plaza alternativa en otro centro

Los usuarios de las residencias canarias de mayores están libres de coronavirus

Los usuarios de las residencias canarias de mayores están libres de coronavirus

Elisenda Colell

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El Govern de la Generalitat ha cerrado otra residencia de ancianos debido a múltiples y graves irregularidades detectadas a raíz de un brote de coronavirus durante en noviembre. Se trata de la residencia privada Maricel, en Canet de Mar (Maresme), en manos de la sociedad limitada Roma i Serra, según consta en el registro de la 'consellería'. El trabajo de la inspección ha aflorado cinco sanciones muy graves, entre ellas no tener personal ni cumplir los protocolos establecidos por la pandemia del coronavirus.

El brote infeccioso en este geriátrico, privado y con ninguna plaza financiada con dinero público, estalló a principios de noviembre. El día 16 la Consellería de Salut intervino el geriátrico, cuando el 86% de los 46 ancianos que viven en el centro y el 55% de la plantilla se infectó. Se encargó entonces de gestionar el geriátrico la cooperativa Suara, que entre otras medidas contrató a más personal.

De hecho el centro tiene 20 trabajadores. Una cifra totalmente insuficiente según se desprende de la nota de prensa que ha mandado este jueves la conselleria de Treball i Afers Socials. Tras una inspección pública, el Govern constató que en el centro faltaba personal, y que no aplicaban correctamente los protocolos sanitarios para evitar la expansión del virus. En total, se contabilizaron cinco sanciones muy graves y una de grave.

Una vez el centro ha recuperado la normalidad y ya no hay ningún caso de coronavirus, el Govern pidió a los propietarios del geriátrico, la Sociedad Limitada Roma que contrataran a más personal, les formasen sobre las medidas sanitarias (como el uso de EPIS o aislamiento) y se facilitaran un seguimiento y control de la situación sanitaria. "La propiedad no se ha comprometido a hacerlo", dice el comunicado de la 'consellería' para justificar la orden del cierre del geriátrico.

En estos momentos hay 36 ancianos viviendo en dicha residencia. Antes de decretar el cierre la 'consellería' ha contactado con todos los familiares y les han ayudado a buscar una plaza alternativa en otro centro, según explican en el comunicado. En los próximos días está previsto que se hagan los traslados.

En los últimos meses la Gerneralitat también decretó el cierre de un geriátrico en Calafell, otro en Ullastrell y un tercero en Sant Adrià de Besós donde tampoco aplicaron correctamente los protocolos del coronavirus entre este colectivo tan vulnerable.