Narcotráfico

El cebo que picó Miñanco hace 20 años

Le tendieron una trampa que le costó 16 años de prisión

Sito Miñanco llega al juicio por blanqueo en la Audiencia de Pontevedra en 2019.

Sito Miñanco llega al juicio por blanqueo en la Audiencia de Pontevedra en 2019. / G. SANTOS

Ujué Foces

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En agosto de 2001 el mercante Agios Constandinos navegaba hacia Galicia a mil millas de la Guayana francesa con 4.500 kilos de cocaína a bordo valorada en 130 millones de euros, que debían trasvasarse en alta mar a una organización gallega. El capitán del buque era un infiltrado de la DEA que viajaba con un equipo de 13 integrantes del GEO de la Policía Nacional que se hacían pasar por parte de la tripulación. El objetivo era el gran capo gallego José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, que seguía desde un chalé en Madrid con sus lugartenientes el traslado de la droga, que debía descargarse en Vigo y que había sido suministrada por el cartel de Medellín a Galicia.

La Policía Nacional ha esperado veinte años para sacar a la luz las imágenes de la denominada Operación Grumete, con la odisea de aquellos GEO, que sufrieron un viaje lleno de penurias –sin agua y sin alimentos– en un documental de elpais.com. Los trece integrantes del equipo policial relatan una experiencia que les marcó no solo en su vida profesional, sino también a nivel personal.

Los tripulantes del viejo mercante, corroído de óxido y sin baños, creían que el plan era acercarse a tierra y que la descarga se haría con planeadoras, pero hubo cambio de planes. El pesquero Tatiana saldría a su encuentro por orden de Sito Miñanco y el trasvase de fardos se realizaría en alta mar.

La Policía preparaba un gran golpe, simultáneo en el mar y en tierra, con el apresamiento del barco y la detención de Miñanco y su organización. Cuando el Tatiana llegó al lugar donde esperaba el Agios Constandinos, la Policía seguía sin pruebas concluyentes de la relación directa del capo cambadés con el alijo. Entonces le tendieron un cebo que Miñanco picó y le costó 16 años de prisión.

El capitán del mercante, a petición de la Policía Nacional, exigió que el pago de una parte del dinero acordado se hiciera antes de trasvasar los fardos al Tatiana. “La presión surtió el efecto deseado. Sito actuó como se esperaba, acudió a una cita en un hotel de Madrid con los colombianos y preguntó: “¿Cuánto dinero queréis?”, relata Eloy Quirós, responsable de aquella operación y al frente de la Udyco en la actualidad. La conversación en el hotel Mindanao de Madrid fue grabada y permitió “amarrar” a Prado Bugallo. Apenas unos días después, el 16 de agosto, de forma simultánea, se procedió al abordaje del Tatiana por los GEO –mientras se pasaban los fardos de cocaína de un barco a otro– sin que los marineros opusieran resistencia, y al arresto de Sito Miñanco y varios de sus lugartenientes, entre ellos Quique Arango, en el chalé de Villaviciosa de Odón en Madrid. Rodeados de cartas náuticas y con un teléfono vía satélite seguían el transporte de la droga por mar.

La denominada Operación Grumete era una operación encubierta diseñada por la DEA, otro de cuyos infiltrados se encargó de facilitar el mercante nodriza a la organización. La agencia antidroga americana dio participación a España, y contó también con la colaboración de la Policía Montada del Canadá.

Aunque la incautación de este gran alijo tuvo lugar hace ya veinte años, sus consecuencias judiciales llevaron a su condena por blanqueo de capitales en 2019. La condena en firme del Supremo de 16 años de prisión para Sito Miñanco por el alijo de más de 4 toneladas de cocaína del Agios Constandinos, fue una de las pruebas que justificó su último procesamiento en la Audiencia de Pontevedra por blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico. En enero de 2019 fue condenado a 4 años de prisión con varios de sus familiares. Miñanco acababa de salir de prisión, tras pasar los últimos veinte años encarcelado, cuando en 2018 fue detenido como uno de los mayores capos del narcotráfico europeo. La denominada Operación Mito le devolvió a prisión.

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