Pandemia

Cuatro positivos más en la cárcel de Quatre Camins

Más de 250 profesionales relacionados con la prisión esperan los resultados de sus PCR

Cárcel de Quatre Camins (La Roca del Vallés) Barcelona

Cárcel de Quatre Camins (La Roca del Vallés) Barcelona / Ricard Cugat

Juan José Fernández

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Algo más de 250 profesionales con trabajos en o alrededor de la cárcel barcelonesa de Quatre Camins esperan para este lunes los resultados de los test PCR que les han practicado durante este fin de semana, después del contagio de 82 internos por un brote de covid en su variante británica, contado la pasada semana por EL PERIÓDICO.

Durante el fin de semana han sido detectados cuatro nuevos contagios, en el módulo 4 y el módulo 8, así como otros dos que volvían de permiso, uno de ellos del la Secció Oberta. De momento no ha trascendido la afectación de ningún funcionario.

Los presos de los módulos 4, 5, 8 y el pabellón de régimen cerrado de Quatre Camins inician este lunes la segunda fase de su confinamiento, en principio de diez días, con las visitas y los movimientos limitados, decidido la pasada semana por la dirección del centro ante la extensión del brote.

La prisión ha pasado el fin de semana bajo un régimen de vigilancia sanitaria reforzada. Si lo normal en días festivos ha sido una guardia con presencia física de un médico, una enfermera en turno de 24 horas y cuatro auxiliares, este fin de semana la sanidad catalana ha aumentado el equipo con otro médico, dos enfermeras y dos auxiliares más.. 

Como en un hospital

Los presos positivos están aislados en sus celdas, y periódicamente, y ataviados con EPIS, el personal sanitario les hace control de constantes vitales, les proporciona medicación y comprueba la regularidad de sus tres comidas al día. Cada preso recibe visita sanitaria tres veces por jornada. El ambiente es tranquilo intramuros, refieren fuentes penitenciarias.

El equipo ha tenido que ser reforzado ante la imposibilidad de derivar a más enfermos a las unidades covid' penitenciarias que la secretaría de Mesures Penals de la Generalitat ha organizado en las prisiones de Puig de les Bases (Girona) y Brians 2 (Barcelona).

Uno de los internos afectados por el coronavirus ha debido ser derivado al hospital penitenciario de Terrassa ante un agravamiento de su estado, determinado por patologías previas y una avanzada edad.

El centro tampoco es precisamente joven: fue inaugurado en 1989. De hecho tiene el pabellón de enfermería seriamente afectado por obras de remodelación, pese a lo cual han tenido que ser enviados allí los enfermos para apartarlos del resto de internos.