Crisis sanitaria

Catalunya deja las restricciones en ‘stand-by’ tras acelerarse la expansión del virus

La Generalitat aplaza la relajación de las medidas después de dos días de frenazo en la mejora de los datos epidemiológicos

En cambio, otras autonomías, como Madrid, sí las suavizan

Ambiente en un centro comercial de Barcelona, con los establecimientos locales por las restricciones anticovid.

Ambiente en un centro comercial de Barcelona, con los establecimientos locales por las restricciones anticovid. / Jordi Otix

María Jesús Ibáñez

María Jesús Ibáñez

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El próximo lunes concluye el plazo de vigencia de las medidas de contención que la Generalitat puso en marcha en enero cuando la tercera ola del coronavirus estaba en plena cresta. Es la fecha marcada para poner fin, por ejemplo, al toque de queda a las 22.00 horas o para ampliar las aperturas de la restauración o para que los centros comerciales reanuden su actividad con normalidad. Y justo a las puertas de esa revisión, la curva de la epidemia se ha frenado y por segundo día consecutivo ha subido este jueves en Catalunya la velocidad de propagación del virus. La reacción ha llevado al Procicat a aplazar unas horas (hasta el viernes) el anuncio sobre si las restricciones se mantienen o se relajan.

Además de la velocidad de propagación del virus en aumento, también han repuntado los pacientes de las uci y se sumaron 1.862 nuevos contagios y otras 59 muertes por covid en un día. Según los datos epidemiológicos de la Conselleria de Salut, el número de pacientes hospitalizados por covid es de 2.117, algunos menos que el día anterior (64), aunque los enfermos críticos en la uci eran 616, cuatro más que la víspera.

El riesgo de rebrote (EPG), el índice del crecimiento potencial de la epidemia, ha estancado su descenso y se ha mantenido igual que el miércoles en 274 puntos, cuando a partir de 100 se considera un riesgo alto.

Cambio de tendencia

Los indicadores epidemiológicos apuntan un cambio de tendencia en el descenso de la curva epidémica, ya que también se ha estancado la disminución de la positividad de todas las pruebas de covid, que el domingo cayeron por debajo del 5% –la cifra establecida por la OMS para considerar controlable la epidemia– y que este jueves se han situado en 4,28, similar al día anterior.

A la espera de que el Procicat madure una posible relajación de las medidas restrictivas, que se esperaba en el sector del comercio y en la movilidad, los expertos ya se han pronunciado en contra de cualquier apertura en este sentido. La jefa del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona y epidemióloga, Magda Campins, considera que el descenso de casos tan lento observado en Catalunya en esta tercera ola podría tener relación con el hecho de que la variante británica va ganando terreno y ya representa más del 30% de los infectados.

El grupo de investigadores BIOCOMSC, de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), alertó a través de Twitter: «Podemos confirmar que el ritmo de contagios subió del 0,8 hace dos semanas hasta alrededor del 0,9 la semana pasada», probablemente por la combinación de las nuevas medidas del Govern, la actividad por las elecciones catalanas y/o la nueva variante» británica.

La cepa avanza

En España se han encontrado 613 casos de la cepa británica, y una estimación en base a marcadores indirectos indican que esta variante más contagiosa podría ascender al 20% de todos los contagios, informó ayer la ministra de Sanidad, Carolina Darias, durante su segunda comparecencia en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados.

«En España ya hay una gran colonización de esta variante, al igual que en el resto de países. No obstante, y aunque estimamos que puede suponer a nivel general el 20% de los casos confirmados, existe una amplia variabilidad entre comunidades autónomas y regiones», dijo Darias, antes de explicar que en algunas autonomías solo supone el 1% de los casos pero en otras llega hasta el 45%.

Mientras, la encuesta del CIS desvelaba ayer que seis de cada 10 españoles consideran que, dada la evolución de la pandemia en España, se deberían adoptar medidas de control y aislamiento más exigentes para contener el avance del coronavirus. Eso contrasta con los anuncios hechos por algunas comunicades como la de Madrid, que desde ayer ha retrasado el inicio del toque de queda a las 23.00 horas y permite el cierre de la hostelería a esa misma hora en lugar de a las nueve, aunque los bares y restaurantes no podrán admitir nuevos clientes a partir de las 22.00 horas.  n