NUEVA RESOLUCIÓN

El TSJC avala la condena por estafa para los padres de Nadia Nerea

Fernando Blanco y su esposa captaron 400.000 euros mintiendo sobre la enfermedad de su hija

La nueva sentencia especifica las indemnizaciones que deberán pagar a cada perjudicado

Nadia Nerea con sus padres  Fernando Blanco y Marga Garau

Nadia Nerea con sus padres Fernando Blanco y Marga Garau

J. G. Albalat

J. G. Albalat

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El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha confirmado la condena a cinco y tres años y medio de cárcel y las indemnizaciones a pagar por Fernando Blanco y Margarita Garau por estafar más de 400.000 euros en donativos aprovechándose de la enfermedad rara que sufría su hija Nadia Nerea.  El alto tribunal desestima el recurso interpuesto por los acusados contra la sentencia de la Audiencia de Lleida de agosto del 2019, detallando las indemnizaciones que debían pagar a cada una de las víctimas del fraude. 

De hecho, el TSJC ya confirmó en mayo de 2019 la condena a los padres de Nadia, aunque anuló las indemnizaciones previstas inicialmente, que se limitaban a un grupo inversor y a dos particulares, por "falta de concreción", por lo que ordenó a la Audiencia de Lleida que redactara otra resolución individualizando a todos los perjudicados a los que había que indemnizar. La Audiencia lo hizo en agosto de 2019, incorporando un listado con unas 70 personas y entidades que debían percibir cantidades que oscilaban entre los 13.000 y los 20 euros. 

Los padres de Nadia recurrieron esta nueva resolución, que ahora el TSJC ha avalado con el argumento de que la Audiencia no redactó nuevamente la sentencia, sino que se limitó a incorporar la lista de las personas y entidades que debían ser indemnizadas. Por lo tanto, no acepta anular la condena que ya había ratificada previamente por el mismo alto tribunal catalánr. 

Plan para enriquecerse

En la sentencia ahora ratificada de nuevo la Audiencia de Lleida concluyó que los padres de Nadia usaron la dolencia rara de la niña (tricotiodistrofia) para "urdir un plan" con el que enriquecerse mediante campañas solidarias. Los progenitores de la pequeña salieron en varias programas de televisión entre 2010 y 2016 pidiendo ayuda para su hija y para investigar la enfermedad rara que sufría la niña, advirtiendo falsamente de que se enfrentaba a un "riesgo inminente" de muerte, según los jueces.

A través de estos encuentros con la prensa, no solo ofrecían explicaciones de la enfermedad de la niña, sino que también manifestaban que necesitaban dinero para la investigación de esta dolencia y para "sufragar los elevados costes de falsos tratamientos e intervenciones quirúrgicas en el extranjero que precisaba la pequeña". Los magistrados consideraron probado que Nadia padecía esa enfermedad que provoca alteraciones cutáneas, oftalmológicas y trastorno del desarrollo y del lenguaje en un contexto de inteligencia límite, aunque "sin riesgo vital inminente para la misma".